La carga de criar solas- RED/ACCIÓN

La carga de criar solas

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La carga de criar solas

El hashtag "Yo crío sola" circuló masivamente durante la semana y dejó en evidencia la necesidad de madres e hijos de poner en manifiesto una problemática irresuelta que tiene que ver con el cuidado, el cual recae de manera desproporcionada sobre las mujeres. Según la Encuesta Permanente de Hogares, el 85% de las familias monoparentales está a cargo de una mujer. Por esto mismo, en la red social Twitter se planteo el uso del término monomarental.

Según datos de la Dirección General de Estadística y Censos porteña, en Argentina una de cada 10 familias es monoparental. La monoparentalidad no es una categoría homogénea y es una de las estructuras familiares que más ha crecido en las tres últimas décadas, en especial como consecuencia del auge de las separaciones y divorcios. La no convivencia en pareja es una de las condiciones fundamentales para que una familia pueda ser considerada de este modo.

Una madre adolescente y su hijo que viven con los abuelos; una madre separada de 30 años que vive con hijos y es microemprendedora; un ama de casa de 55 años que es viuda y vive con su hijo menor; o una mujer profesional de más de 40 años que ha decidido adoptar sola un hijo son todos ejemplos de monoparentalidad. Lo que tiene en común esta estructura familiar heterogénea es, que en general, la principal carga de cuidado de los hijos recae sobre las mujeres, ya sea porque los tuvieron solas, porque la pareja nunca existió o ante la separación.

La actual organización social del cuidado es injusta en términos de género, pero también de clase. Aquellas mujeres de sectores más privilegiados pueden contratar los servicios ofrecidos en el mercado. Es decir, recurren a trabajadoras de casas particulares para que las ayuden con sus hijos o buscan guarderías privadas. En el otro extremo de la pirámide social, las madres se conforman con arreglos familiares o comunales con otras mujeres como casi única fuente de apoyo. “Cuando estas redes están disponibles ayudan muchísimo. Lo cierto es que los abuelos ya no siempre son cuidadores disponibles porque también trabajan”, comenta Natalia Gherardi, directora ejecutiva del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA).

En esta forma de organización familiar se intensifican los obstáculos que atraviesan las mujeres en el mercado laboral y la sobrecarga de responsabilidades a la que se enfrentan al desempeñar, sin suficiente apoyo, el doble rol de cuidadoras y trabajadoras. Por este motivo, desde ELA señalan que es fundamental ampliar la infraestructura estatal para el cuidado. Gherardi menciona la importancia de generar una mayor oferta de jardines maternales que sean compatibles con los horarios del mundo laboral y escuelas públicas de doble jornada. “Otro punto a resolver es el de las licencias. Las mismas deberían cubrir más allá del momento biológico del nacimiento", enfatiza.

Gimena De León, la investigadora asociada del programa de protección social de CIPPEC, comenta que cuanto más joven es la mujer, mayor es la probabilidad de que la crianza de sus hijos sea en soledad. Según un informe del think thank, en Argentina una de cada seis mujeres tiene su primer hijo antes de los 19 años. La maternidad adolescente se da mayormente en contextos de desigualdad: 7 de cada 10 madres jóvenes pertenecen a hogares de bajos ingresos. Ellas enfrentan grandes dificultades para continuar sus estudios o trabajar, lo cual tiene consecuencias críticas para su autonomía, su empoderamiento y la construcción de su ciudadanía.