Quién fue el rebe de Lubavitch, el líder judío cuya tumba visitó Javier Milei - RED/ACCIÓN

Quién fue el rebe de Lubavitch, el líder judío cuya tumba visitó Javier Milei

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El rabino logró impedir la desaparición de una comunidad judía tras el Holocausto y la posicionó frente al mundo como una de las más influyentes. Hoy, muchos se acercan a su "ohel" para pedirle la bendición y transmitirle agradecimientos.

Quién fue el rebe de Lubavitch, el líder judío cuya tumba visitó Javier Milei

Crédito: Wikipedia.

El rebe de Lubavitch (1902-1994) protagoniza los titulares de muchos diarios argentinos y no particularmente por su historia, sino porque el presidente electo, Javier Milei, visitó su tumba ubicada en la ciudad de Nueva York (Estados Unidos). Pero ¿quién fue y por qué es importante?

Menachem Mendel Schneerson nació en abril de 1902 en la ciudad Nicolaiev en lo que antes era el Imperio Ruso y hoy se conoce como Ucrania. Su familia pertenecía a la comunidad hasídica Jabad, originada en la ciudad rusa de Lubavitch, dedicada a estudiar una dimensión más profunda de la Torá y centrada en conceptos religiosos y espirituales como Dios, el alma y el significado de los mandamientos judíos.

Esta rama es liderada por siete rebes y el de Lubavitch fue el último. La vocación como guía lo precedía, ya que su bisabuelo Menajem Mendel Schneerson fue el tercer rebe de Jabad y su padre fue el rabino Levi Yitzchal Schneerson, reconocido como un erudito del Talmud (libro sagrado judío) y ocupó el cargo de Rabino de Jefe de Ciudad en la ciudad de Yekatrinoslav (hoy Dnipró). 

La vida del rebe de Lubavitch estuvo atravesada por el creciente antisemitismo que surgía en Europa. De hecho, uno de sus hermanos fue asesinado por los nazis en 1944. Él logró radicarse en Estados Unidos en 1941 junto con su esposa Jaia Mussica (hija del sexto rebe de Jabad), donde trabajó como peón en el astillero naval huyendo del horror en su continente. 

En 1950, tras la muerte de su suegro, se quedó a cargo la comunidad de Lubavitch con sede en el barrio de Crown Heights, en Nueva York. Como consecuencia del Holocausto, el grupo estaba al borde de la desaparición y fue él quién logró impedirlo. “Es importante porque fue el líder que le dio y da ánimo a este generación para seguir adelante y mantener al judaísmo vivo”, reflexiona Yosi Baumgarten, rabino del Gran Templo del Paso, ubicado en Once, CABA.

De acuerdo a un artículo de Chabad, el rebe logró posicionar a la comunidad jasídica-lubavitch como una de las más influyentes del judaísmo a través de la apertura de centros y casas de Jabad en diferentes ciudades alrededor de todo el mundo. Estos no se limitaban a sinagogas, sino que también funcionaban como jardines, colegios, centros médicos y residencias para personas con discapacidad. 

Muchos de sus seguidores creían que él era el esperado Mesías y sus enseñanzas fueron publicadas en más de 400 volúmenes enfocados en el obrar de nuestras acciones como parte de una visión más amplia. Cada cosa buena que hacemos acerca a la humanidad al objetivo final, la era de la perfección cósmica y la conciencia universal de Dios (conocida en el judaísmo como la época de moshiach), aseguraba.

Además de haber sido una figura destacada en vida, lo ha sido también tras su muerte. Muchas personas van a visitar su tumba o mejor dicho su ohel  (la estructura construida encima del lugar de reposo de un tzadik, "una persona justa y piadosa"), ubicada en el cementerio de Montefiore en el barrio de Queens, en Nueva York. Baumgarten explica que las personas van allí a "pedirle a Dios que los acerque a esa energía divina, a su bendición, su equilibrio”. 

Para ello, una costumbre es escribir una carta con los pedidos y los agradecimientos que tiene la persona, para luego leerla, romperla y depositar los pedazos rotos en la tumba.

Así se ve la tumba del Rebe de Lubavitch. Crédito: Página Judía. 

Antes de las PASO, Milei fue a pedirle ser el próximo presidente de la Argentina. Hoy, acompañado de su hermana Karina, Gerardo Werthein (quien será confirmado como embajador de Estados Unidos) y otros integrantes de su Gobierno, como Nicolás Posse y Santiago Caputo, visitó el ohel para agradecerle al Rebe por haber “materializado” su pedido. Si bien el presidente electo no dio declaración, Wetherin comentó que había sido una “experiencia muy emotiva”, reportó Infobae.