Se reinstala el debate sobre la reducción de la jornada laboral: ¿somos más productivos si trabajamos menos horas? - RED/ACCIÓN

Se reinstala el debate sobre la reducción de la jornada laboral: ¿somos más productivos si trabajamos menos horas?

 Una iniciativa de Dircoms + RED/ACCION

Un proyecto de ley que acaba de presentarse en Diputados propone que cada actividad defina si adopta un menor volumen de trabajo semanal. La lesgislación argentina es una de las que más horas de trabajo contempla en la región.

Hace años que en el mundo se habla de la reducción de la jornada laboral. Ahora, un nuevo proyecto de ley que aborda el tema llegó al Congreso y reinstaló el debate en la Argentina.

El 15 de mayo el diputado radical Martín Tetaz presentó un proyecto que cuenta con las firmas de apoyo de legisladores de su partido y también de Hacemos Coalición Federal, la Coalición Cívica y el Pro. La iniciativa propone la incorporación “de manera optativa de un régimen de jornada laboral distinto al vigente, permitiendo que cada sector pueda reflejar en el convenio colectivo de trabajo propio de su actividad una o más opciones diferentes de jornadas laborales, teniendo en cuenta las necesidades y características propias del desarrollo de cada actividad”.

Tetaz argumenta que “no se puede imponer a las empresas y/o trabajadores jornadas laborales reducidas generalizadas” porque cada actividad tiene sus particularidades. Y por eso propone “que las partes de la relación laboral, de común acuerdo, exploren ‘Jornadas Laborales Alternativas’ en función de las características propia de cada actividad (…). Estas jornadas alternativas pueden ir desde reducción de horas diarias y más días o bien más horas diarias y menos días”.

La realidad en la Argentina

La legislación argentina data de 1929 y establece 48 horas de trabajo semanal, una de las cargas más altas de América Latina. En los últimos años se presentaron distintos proyectos de ley para bajarla, aunque no prosperaron.

El año pasado, desde el sector privado se pusieron en común distintos ensayos realizados eQuales Group, Global Think Technology y Midas Consultores hicieron pruebas de reducir de cinco a cuatro días la jornada laboral. Las tres evaluaron el porcentaje de rotación, productividad (objetivos), nivel de satisfacción o felicidad del personal, ausentismo eventual y encuestas de clima, y consideraron muy positiva la experiencia.

De todas formas, hay distintos desafíos para que una reducción de jornada laboral sea masiva. Uno de ellos es el alto grado de trabajo informal que hay en nuestro paós.

El mundo va hacia la reducción de la jornada laboral

El 11 de abril del 2023 Chile aprobó reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales. Así, el país trasandino y Ecuador son los que tienen jornadas laborales más cortas en América Latina.

Durante los últimos años se sucedieron numerosos experimentos para probar los resultados de bajar la cantidad de horas (o días) trabajados a la semana.

  • En diciembre de 2022, finalizó una prueba piloto en Reino Unido, que incluyó a casi 3.000 empleados de 61 empresas. Los trabajadores disminuyeron su nivel de estrés y agotamiento, y se mostraron más satisfechos en el balance entre su vida profesional y personal. Según el sociólogo de Cambridge Brendan Burchell, “las reuniones largas con demasiadas personas se redujeron o bien se eliminaron por completo. Los trabajadores estaban mucho menos inclinados a dejar pasar el tiempo”. 
  • Entre 2015 y 2019, Islandia probó reduciendo la jornada de 40 a 36 horas semanales y los investigadores lo consideraron un éxito.  
  • Nueva Zelanda incursionó en la modalidad, con buenos resultados, entre 2018 y 2021. La empresa Perpetual Garden reveló que al instrumentar una semana laboral de cuatro días creció un 40 % la productividad y disminuyó un 7 % el estrés de sus empleados, respectivamente. 
  • En 2019, Microsoft cerró sus oficinas de Japón cada viernes y registró luego una mejora en la productividad del 39,9 %, a la vez que un 23,3 % menos de consumo eléctrico y un 58,7 % menos de uso de papel.
  • En 2022 Bélgica legisló que, sin reducir la cantidad de horas semanales, los trabajadores podrían optar por concentrar su carga laboral en cuatro días, aunque muy pocos eligieron esta alternativa.
  • En Suecia, según recoge el proyecto de ley presentado por Tetaz, se hizo un experimento “exitoso desde muchos puntos de vista”. Consistió en que enfermeras que trabajaron menos horas en tareas de cuidado registraron menos licencia por enfermedad, reportaron mejores condiciones de salud y aumentaron su productividad, organizando un 85 % más de actividades para sus pacientes
  • Por otra, parte, se habla de que reducir la jornada laboral implicaría beneficios ambientales. Un estudio publicado por Greenpeace y basado en los registros de la actividad económica de 29 países de la OCDE concluyó que una reducción de apenas el 10 % en la cantidad de horas trabajadas bajaría la huella ecológica en un 12,1 %, la huella de carbono en un 14,6 % y las emisiones de CO en un 4,2 %.

¿En qué se basa la reducción de la jornada laboral?

En el Reino Unido, un estudio de la empresa Vouchercloud, hecho sobre casi 2.000 empleados, mostró que el tiempo efectivo de trabajo que tienen las personas cuando están en la oficina es de solo 2 horas y 23 minutos. En Estados Unidos, la empresa Workfront concluyó que solo el 39 % del tiempo que pasamos en la oficina se usa para tareas específicas de trabajo.

En otras palabras: no somos productivos todo el tiempo que dura nuestra jornada laboral.  

“No necesariamente por estar más horas en la oficina vamos a lograr más resultados”, explicó en una nota de RED/ACCIÓN Darío Judzik, profesor en la Universidad Di Tella e investigador de CEPE.

En contrapartida, ahorrarnos ese tiempo muerto en la oficina puede traducirse en beneficios.

“En los países en los que se ha hecho esto, se ha generado la posibilidad de mejorar no solo la productividad, sino que también ha habido reducción de las carpetas médicas mejora de la calidad del ambiente laboral, por lo tanto, mejora también de la organización de la vida social y familiar”, argumentó Tetaz.

Alejandro Melamed, doctor en Ciencias Económicas y consultor en temas relacionados con el futuro del trabajo, opinó en una nota previa de RED/ACCÓN que “uno de los beneficios de la semana laboral de cuatro días tiene que ver con impulsar otro tipo de actividades, con la posibilidad de encontrar nuevos espacios para conectarse con las pasiones, el deporte, la actividad física y los encuentros sociales

Mientras tanto, un informe de la Organización Mundial del Trabajo de 2018 advertía que “trabajar horas excesivamente largas de forma regular reduce la productividad por hora debido a una mayor fatiga, y aquellos trabajadores con grandes cargas de trabajo informan que disminuyen la satisfacción laboral y motivación”.