Seis recetas de cocina que me salvaron cuando me mudé sola (ideales si tenés poco tiempo e ingredientes)

Seis recetas de cocina que me salvaron cuando me mudé sola (ideales si tenés poco tiempo e ingredientes)

 Una iniciativa de Dircoms + RED/ACCION

"Nuggets" vegetarianas, guiso instantáneo y "mac & cheese" casero son algunas de las alternativas rápidas y fáciles de hacer que, además de salvarte la cena, pueden ayudar a hacer la lista de lo básico que es bueno tener en la alacena.

Seis recetas de cocina que me salvaron cuando me mudé sola (ideales si tenés poco tiempo e ingredientes)

Velocidad, bajo costo de los ingredientes y porciones para una sola persona son algunos de los elementos que componen la receta perfecta para el momento en el que nos mudamos solos. Sacarlas de las redes sociales siempre implica un riesgo: en muchos casos no sabemos si son realmente buenas hasta que tenemos un engrudo que no podemos manejar. Por eso, puse las manos en la masa y probé distintas recetas que se destacan por su practicidad. Te comparto las seis que más me acompañan y son aptas para este contexto económico complejo.

1. Nuggets vegetarianas

Está bien que cuando ves una receta de dos ingredientes en Instagram desconfíes, pero estas "nuggets de nada" —como las bautizó mi mamá— son la salvación. Aunque no lo creas, podes hacerlas sólo con avena y algo para rebozar (yo suelo usar copos de maíz triturados, pero también puede ser panko o pan rayado). La avena, además, es un cereal muy nutritivo.

Otra de sus grandes virtudes es que sus ingredientes no se ponen feos con el correr del tiempo, así que es una buena comida para tener de back up esos días que no tenes energía para hacer compras.

La receta original es vegana, pero yo hice una variación en la que sumé un poco de queso rayado al rebozado. El proceso es:

  1. Remojar la avena con agua hirviendo. La receta en instagram es con 500 gramos y tres tazas de agua, pero yo suelo hacer con 250 gramos y una taza y media de agua, con lo que me alcanza y sobra.
  2. Condimentar: a esto sí hay que ponerle onda, yo uso una cucharada de mostaza, pimentón, provenzal, sal marina de cebolla y ajo y una cucharadita de humo líquido, pero se trata de tirarle lo que te guste y tengas en la alacena.
  3. Después, con las manos húmedas, hacer la forma de nuggets y rebozar en tu ingrediente a elección.
  4. Llevarlos al horno a 180º por 15 minutos o hasta que estén doraditos. ¡Si hiciste de más, podes guardarlos crudos en el freezer!

2. La masa de tarta

Me aparecieron tantos reels explicando cómo hacer la masa de tarta que se me grabó en la memoria sin necesidad de guardar ninguno. Puede que, como yo, al principio te parezca demasiado; si vas a cocinar una tarta, al menos podrías darte el gusto de comprar la masa. Pero cuando veas lo básico que es (y su potencial ahorrativo), te vas a pasar de team.

Los pasos según varios videos son:

  1. Echar 9 cucharadas de harina
  2. Agregar 6 cucharadas de aceite
  3. Sumar 9 cucharadas de agua
  4. Apoyo al 100 % la propuesta de @doloresdecocina (en el video abajo) de agregar semillas para sumar crocancia

Asumo que la mayoría de las personas se manejan sin problemas con la regla de tres simple, pero (como a mí siempre me da inseguridad hacer cuentas y quizás a vos también) aclaro que, si la masa te queda chica para tu tartera, podes hacer 12 cdas de harina, 9 de aceite y 12 de agua.

3. Guiso instantáneo

¿Conocés ese sentimiento de cuando estás a punto de cocinar la cena y la receta empieza con "remojar 12 horas"? Ese problema no existe con las lentejas rojas, también conocidas como "lenteja turca". Tirando una taza de lentejas rojas, tomates cherrys cortados y los vegetales que tengas —en este caso es espinaca congelada, pero si sos de los que tienen una cebollita salteada podes ir con eso—, cubierto con agua, algún caldo de verduras y curry, tenes un guiso rapidísimo. En mi experiencia, puede estar bueno sumar algunos condimentos más para agregar sabor. A la hornalla 20 minutos aproximadamente y con eso basta.

4. Rolls de jamón y queso

Si te hartaste de comer un sandwich frío de jamón y queso, podés hacer esta variación caliente. Con dos masas de tarta, jamón, queso y huevo podes hacer unos rolls que te van a durar más de una comida.

Los pasos a seguir son: pincelar la tapa de tarta con huevo, echar algo de condimento, como adobo para pizza, cubrir con fetas de jamón y queso (el queso en hebras suma pero no es 100 % indispensable). Después, cubrimos con la otra tapa de tarta, formamos un arrolladito y los cortamos en pedacitos. Usamos el huevo para pincelar una vez más y, si usamos queso rayado, podemos echar un poco más por encima de los rolls.

5. Mac & cheese

Si estás antojado de la típica comida yankee, podes ahorrarte (literalmente) comprar una caja lista para hacer con cosas ultraprocesadas y un polvo de ingredientes dudosos. El proceso consiste, básicamente, en hacer los fideos con leche en vez de con agua y agregar queso cheddar cortado en pedacitos. Pero vamos con el detalle.

Los ingredientes necesarios son: fideos, leche, queso crema, queso en hebras y queso cheddar, y podemos agregar una cebolla de verdeo. Primero, tiramos la cantidad de fideos que querramos en una sartén. Después, los cubrimos con leche y condimentamos. Hay que estar atentos a cuando los fideos están blanditos o se va evaporando la leche para agregar más. Una vez que están listos, agregamos una cucharada de queso crema, una de queso en hebras y las fetas de queso cheddar cortadas en pedacitos. A medida que vayamos revolviendo, todo esto se integra y convierte en la codiciada salsa de mac & cheese. Si te gusta, podes agregar la parte verde de la cebolla de verdeo cortada en pedacitos.

Un tip de la experiencia: lo mejor es que intentes calcular a ojo la cantidad a comer ese día ya que, si no tenes microondas, esta comida es un poco difícil de recalentar y que quede bien.

6. Chía pudding

Para incluir algo del desayuno, un gran salvador de solo dos ingredientes es el chía pudding, que es algo muy similar a un yogurt, pero bastante más accesible. Lo único que necesitamos es alguna leche —yo suelo usar leche vegetal como la leche de almendras, ya que muchas vienen saborizadas con coco, vainilla o algo dulce— y semillas de chía. Podemos agregarle algún endulzante o fruta a la mezcla para agregar más sabor.

Si llenamos 3/4 de un frasco o vaso con leche, agregamos 4 cucharadas chiquitas de semillas de chía, revolvemos y dejamos reposar durante la noche, a la mañana tenemos algo de consistencia (y sabor, depende de la leche) muy similar al yogurt, que es riquísimo para combinar en un bowl con fruta o con cereales.

Además, las semillas de chía son famosas por sus beneficios: ricas en omega-3 y omega-6, antioxidantes y minerales como el calcio, magnesio y boro, pueden aportar a la salud de nuestros huesos, corazón y tránsito intestinal. Te dejo otra variación interesante, que es el chía pudding versión tiramisú.

Como verás, varias de estas recetas son básicas, pero llevan muchos condimentos. Mi consejo para los recién independizados es invertir en eso; los condimentos duran mucho y pueden hacer que muchas comidas pasen de insulsas a deliciosas. Algunos como el adobo para pizza, el provenzal y el pimentón vienen en sobrecitos de plástico que están en cualquier supermercado y no son caros. Otros como el humo líquido (que le da gusto ahumado a las comidas) o el curry son más caros pero merecen totalmente la pena.

No está de más agregar que seguir a algunas de estas personas o guardar sus videos va a guiar el algoritmo hacia donde vos querés, para que te aparezcan más y más recetas buenas, bonitas y baratas.