Solo dos horas de risa a la semana: la medicina que puede ayudar a mantener el corazón sano - RED/ACCIÓN

Solo dos horas de risa a la semana: la medicina que puede ayudar a mantener el corazón sano

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De acuerdo a una investigación recién presentada, reírnos hace que el tejido del corazón se expanda y aumente el flujo de oxígeno hacia el cuerpo. En definitiva, dar carcajadas podría reducir el riesgo de ataque cardíaco y de accidente cerebrovascular, dos de las principales causas de muerte del mundo.

Solo dos horas de risa a la semana: la medicina que puede ayudar a mantener el corazón sano

Foto de Andrea Piacquadio: https://www.pexels.com/es-es/foto/alegre-mujer-etnica-contra-la-pared-pintada-de-rojo-vivo-3768892/

Que la risa nos ayuda a potenciar el bienestar, que mejora nuestro estado de ánimo y nos sostiene en momentos de dolor o angustia no es ninguna novedad. Pero resulta que, además, puede ser una medicina para curar el corazón. Investigadores dirigidos desde el Hospital de Clínicas de Porto Alegre, Brasil, encontraron que reírnos hace que el tejido dentro del corazón se expanda y aumente el flujo de oxígeno hacia el cuerpo.

“La gente debería intentar hacer cosas que les hagan reír al menos dos veces por semana”, dijo el profesor Marco Saffi, líder del estudio que todavía no fue publicado en ninguna revista científica, pero cuyos resultados fueron presentados en la conferencia de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) que se realiza en Amsterdam, la reunión sobre cardiología más grande del mundo.

Para explorar si la risoterapia mejora los cuadros de personas con enfermedades cardíacas, los científicos incluyeron a 26 adultos con una edad promedio de 64 años con enfermedad de las arterias coronarias, que es causada por la acumulación de placa en las paredes de las arterias que suministran sangre al corazón. A la mitad de ellos se les pidió que vieran dos programas de comedia diferentes de una hora de duración cada semana por tres meses. La otra mitad vio documentales sobre temas como política o la selva amazónica.

Tras 12 semanas, el grupo que vio los programas de humor mejoró en un 10 % en una prueba que midió cuánto oxígeno podía bombear su corazón y también mejoró en una evaluación de cuánto se podían expandir sus arterias. Además, redujeron varios biomarcadores inflamatorios, que indican cuánta placa se ha acumulado en los vasos sanguíneos, es decir, que señalan el riesgo de un ataque cardíaco o un derrame cerebral. 

“Este estudio encontró que la risoterapia es una buena intervención que podría ayudar a reducir esa inflamación y disminuir el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular. La risoterapia podría implementarse en instituciones y sistemas de salud como el NHS para pacientes con riesgo de sufrir problemas cardíacos. No tienen por qué ser programas de televisión: se podría invitar a personas con enfermedades cardíacas a veladas de comedia o animarlas a disfrutar de veladas divertidas con amigos y familiares”, sugirió Saffi.

Por otro lado, el investigador declaró a The Guardian que "reír ayuda a las personas a sentirse más felices en general, y sabemos que cuando las personas están más felices, toman la medicación más rigurosamente".

En diálogo con el medio británico, el profesor James Leiper, director médico asociado de la British Heart Foundation, aclaró que aunque “es alentador ver que algo tan simple y generalizado podría beneficiar nuestra salud, se necesita más investigación para determinar si la risa por sí sola produjo las mejoras observadas y cuánto tiempo podrían durar los efectos".

Por su parte, la Fundación Española del Corazón precisa desde antes de este estudio que la risa tiene un efecto vasodilatador: “La risa genera sustancias hormonales, como las endorfinas, que producen un estado de bienestar psicológico, de tal manera que ésta ayuda a proteger el aparato cardiovascular. Cuando reímos, el endotelio (la capa interior de los vasos sanguíneos) se relaja, mejorando así la circulación de la sangre y disminuyendo la presión arterial”.

Al reírnos, además, aumenta el HDL (el colesterol “bueno”), se potencia la actividad de los linfocitos —agentes que ayudan al sistema inmunológico— y baja el nivel de hormonas asociadas al estrés.