La bacteria llamada “come-carne”, vibrio vulnificus, recibió este nombre porque al ingresar al torrente sanguíneo a través de heridas en la piel o la ingesta de pescados o mariscos infectados causa un tipo de infección llamada fascitis necrosante. No obstante, este proceso no sucede a través del consumo de carne y es raro que personas con la infección se la transmitan a otras.
De acuerdo con una nota de USA Today, cinco personas murieron a causa de esta bacteria carnívora en Florida y también le sucedió lo mismo a tres personas en Connecticut y Nueva York. La modelo Jennifer Barlow compartió en Instagram en mayo de 2023 su proceso de recuperación tras haber luchado para sobrevivir ante la infección que sufrió en sus vacaciones en Bahamas y por la cual los médicos debieron amputarle una pierna.
El bacilo vibrio vulnificus habita en las aguas de mar y salobres (agua con una salinidad entre el agua dulce y el agua de mar) cálidas.
Los primeros síntomas de infección, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, son: sentir el área lastimada caliente, enrojecida o inflamada, un dolor intenso incluso fuera del área y fiebre. Los síntomas posteriores son:
- Úlceras, ampollas o manchas negras en la piel.
- Cambios de color en la piel.
- Pus o secreciones que salen del área infectada.
- Mareos.
- Fatiga (cansancio).
- Diarrea o náuseas.
El Departamento de Salud de Florida publicó algunos tips para poder prevenir las infecciones:
- No comer ostras crudas ni otros mariscos crudos.
- Cocinar bien los mariscos (ostras, almejas, mejillones).
- Para los mariscos con cáscara,
- a) hervir hasta que las cáscaras se abran y continuar hirviendo durante cinco minutos más, o
- b) cocinar al vapor hasta que las cáscaras se abran y luego continuar cocinando durante nueve minutos más. No comer aquellos mariscos que no se abren durante la cocción. Hervir las ostras sin cáscara durante al menos tres minutos.
- Evitar la contaminación cruzada de mariscos cocidos y otros alimentos con mariscos crudos y jugos de mariscos crudos.
- Comer mariscos inmediatamente después de cocinarlos y refrigerar las sobras.
- Evitar la exposición de heridas abiertas o piel rota a agua tibia salada o salobre, o a mariscos crudos recolectados en dichas aguas.
- Usar ropa protectora (por ejemplo, guantes) cuando manipule mariscos crudos.
