La Argentina posible: qué rol tendrán las obras de infraestructura urbana en las próximas elecciones- RED/ACCIÓN

La Argentina posible: qué rol tendrán las obras de infraestructura urbana en las próximas elecciones

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La Argentina posible: qué rol tendrán las obras de infraestructura urbana en las próximas elecciones

La eventual reelección de Mauricio Macri en octubre parece cada vez más improbable dada la profundización de la crisis económica. Sin embargo, el gobierno de Cambiemos apuesta a una estrategia muchas veces subestimada por los analistas políticos: la provisión de servicios urbanos en numerosos barrios donde residen las clases medias bajas. ¿El antiguo jefe de gobierno podrá permitirle al actual presidente obtener un segundo mandato?

El martes 16 de abril, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC)
anunció una tasa de inflación de 4,7% para el mes de marzo. El anuncio se hizo tres semanas después de que la ministra de Salud y Desarrollo Social, Carolina Stanley, comunicase el aumento de la tasa de pobreza: en seis meses, la proporción de argentinos incapaces de acceder a la canasta básica familiar pasó de 27,3% a 32%.

Las probabilidades de reelección de Mauricio Macri en las próximas elecciones disminuyen con el correr de los días, como lo anuncian las últimas encuestas. Sin embargo, muchos funcionarios de Cambiemos no dudan en dar a conocer su optimismo en cuanto a una nueva victoria del ex jefe de gobierno. El gobierno apuesta a la inauguración de infraestructura pública, en particular aquella que asegura el acceso a servicios urbanos - cloacas y agua potable - en barrios donde residen las clases medias (bajas).

Desde la llegada al poder de los gobiernos progresistas en la región, la inclusión social se materializa ante todo en América Latina a través del acceso a programas de transferencias monetarias condicionadas.

En Argentina, la Asignación Universal por Hijo, que fue creada en 2009 por medio de un decreto presidencial de Cristina Kirchner y de la cual benefician 3,5 millones de niños y jóvenes, es hoy en día uno de los pocos instrumentos de política pública cuya necesidad es reivindicada por una gran parte de la sociedad y de la clase dirigente argentina, sin importar su orientación política. Tal es así que muchas veces se subestima la importancia de las infraestructuras urbanas en la realidad diaria de los más desprotegidos.

Así lo demuestran los debates acalorados que tuvieron lugar durante la presentación del informe de gestión por Marcos Peña en el Congreso el miércoles 10 de abril. Gabriela Cerruti, diputada nacional por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por Unidad Ciudadana, le reclamó en varias ocasiones el hecho de haber hablado durante “tres horas de cemento,
obras y cosas que van a usar aquellos argentinos que sobrevivan a esta debacle” sin hacer alusión al aumento de la pobreza y del hambre. La respuesta del jefe de gabinete, “no es cemento, es dignidad” se convirtió en un probable slogan de campaña que fue difundida luego en las redes sociales.

“La pobreza está igual que en el 2015, con una diferencia. […] Porque usted
habla de cemento, despectivamente. Pero eso es tener una persona con
cloacas. No es cemento despectivamente, es una historia humana de
personas que tenían enfermedades por el agua podrida que tomaban sus
hijos. Y nosotros pusimos esas cloacas, no ustedes. Entonces no me hable
de indignación, no me hable de indignación, que hoy pueden abrir agua
potable en muchísimos barrios del país, porque antes no podían porque no lo hicieron ustedes. Entonces no me hable de indignación, no me hable de esa indignación. Eso no es cemento, eso es dignidad.”

Si bien la inversión en infraestructura no está contribuyendo al relanzamiento de la economía, el gobierno busca seducir a un electorado históricamente peronista. Los partidos del sur y del oeste del Conurbano, así como las provincias del norte del país, se encuentran entre los principales beneficiarios de estas nuevas infraestructuras de servicios urbanos .

Allí no solo se concentran, como bien se sabe, una serie de dificultades socioeconómicas: se trata también de los principales espacios de oposición a Cambiemos. Así lo demuestran los malos resultados de la coalición durante las elecciones presidenciales de 2015 y las elecciones legislativas de 2017. Desde la llegada al poder de Macri, 800.000 personas habrían sido conectadas a la red de cloacas y 1,5 millones a la red de agua potable, según
el Secretario de Infraestructura y Política Hídrica de la Nación.

Obras de infraestructura urbana en construcción

El Metrobús como instrumento de política pública que contribuye al desarrollo del transporte público, otro de los servicios urbanos básicos para ONU-Hábitat, representó uno de los principales logros de gestión de Macri durante su jefatura de gobierno. Este modelo se exporta hoy en día a une una buena cantidad de partidos del Conurbano, que además benefician de un Plan de Pavimentación de 600 kilómetros de calles y avenidas por las
cuales circulan colectivos.

Obras en el Conurbano

El papel de las infraestructuras urbanas y del acceso a servicios urbanos básicos en la percepción que los más desprotegidos tienen de su cotidianeidad fue analizado por diferentes sociólogos urbanos. Entre ellos se encuentra el argentino Javier Auyero, actualmente profesor en la Universidad de Texas-Austin y especialista de la cuestión del clientelismo.

Si bien las redes clientelistas constituyen para muchos individuos una fuente de información para acceder a los planes de asistencia social que les corresponde, sus últimos trabajos etnográficos han demostrado que éstos individuos también expresan preocupaciones en cuanto al peligro que representa el abandono de los espacios urbanos en los que viven por parte del Estado.

Queda por ver si la adopción de una concepción “urbana” de la inclusión social será suficiente para contener la caída de la imagen del gobierno: el antiguo jefe de gobierno le permitirá al actual presidente obtener un segundo mandato?

Perspectivas

El debate sobre la importancia de las infraestructuras urbanas es una realidad en las redes sociales desde las elecciones legislativas de 2017: numerosas imágenes sarcásticas circulan allí, confrontando las obras bajo el gobierno de Kirchner y bajo el de Macri. Sin embargo, los dichos del jefe de gabinete en el Congreso el miércoles 10 de abril, así como su posterior mediatización en las redes sociales, formalizan el papel preponderante que probablemente tenga este debate durante la campaña presidencial que comenzará el 12 de julio de este año.

La importancia de las infraestructuras urbanas en el discurso sobre la inclusión social ha sido desde entonces tomada en cuenta por el kirchnerismo. Así lo demuestra la campaña #ElVersoDeLasCloacas difundida en las redes sociales a raíz de la publicación de un artículo que comparaba la evolución de la conexión a las redes de agua potable y de cloacas entre 2010 y 2015, y entre 2015 y 2018.

Según los datos presentados, la conexión a estos servicios habría crecido de manera más lenta durante el gobierno de Mauricio Macri que durante el de Cristina Kirchner. La Secretaría de Infraestructura y Política Hídrica desmintió más tarde esta conclusión a través de la publicación de un documento en el cual señala un error metodológico: el porcentaje de individuos conectados a estos servicios en el 2010 está calculado en función de la población total del país, mientras que los porcentajes del 2015 y del 2018 lo están en función de la población urbana.

Más allá de la rectificación, la puesta en tela de juicio de una de las herramientas discursivas del macrismo en vísperas de la campaña presidencial contribuye a afianzar el papel que tendrá esta cuestión durante la misma.

Los últimos trabajos de sociólogos urbanos evidenciaron también las inquietudes de los más desprotegidos en cuanto a las diversas formas de violencia. El voto a Bolsonaro en las favelas brasileñas, presentado como una contradicción en muchos medios europeos, se explica por el aumento de las violencias vinculadas al narcotráfico. Por eso, ante esta situación, la construcción de infraestructuras de servicios urbanos no tenía que traducirse en un abandono de políticas capaces de solucionar los problemas de seguridad expresados por los favelados.

El Ministerio de Seguridad, liderado por Patricia Bullrich, considerada por ciertos sectores como la versión argentina de Jair Bolsonaro, está a cargo del programa Argentina Sin Narcotráfico, cuyo objetivo es liberar “una generación de argentinos que no quiere seguir atrapada en la lógica de las mafias”. Si bien el poder que se le otorga a las fuerzas represivas constituye, sin lugar a dudas, una amenaza para los sectores populares, el análisis del rechazo de esta estrategia por éstos no puede analizarse de manera simplista.

La reivindicación de la importancia de las infraestructuras y servicios urbanos está acompañada de un discurso que preconiza el largoplacismo. El gobierno de Macri le reclama a los argentinos paciencia. Además de la improbable capacidad de resistencia de una sociedad en la cual el 32% de sus miembros no puede acceder a la canasta básica familiar, el incremento de la deuda pública desde 2015 constituye un desafío de primer orden.

Alimentada por la fuerte devaluación del peso, la deuda pública argentina representaba a finales de 2018 casi el 80% de su PBI. Los mercados financieros perciben los niveles de deuda argentina con mayor desconfianza que en otros países: aún no está claro si la economía argentina no podría seguir deteriorándose durante los meses que quedan hasta las elecciones.

Felipe Bosch es director editorial del programa Américas del Groupe d’Études Géopolitiques (GEG), un think tank independiente cuyo objetivo es contribuir a la construcción de un debate científico, político e intelectual a escala europea a través de la publicación de análisis en su revista Le Grand Continent.

© Le Grand Continent. Traducido del francés al español. Republicado con permiso.