El auge de los clubs de lectura- RED/ACCIÓN

El auge de los clubs de lectura

 Una iniciativa de Dircoms + RED/ACCION

“Creo que durante la pandemia, mucha gente se encontró con un tiempo ocioso y descubrió que Netflix tenía una vida útil relativa”, cuenta Florencia Ure, cocoordinadora del club Pez Banana.

El auge de los clubs de lectura

Leer en grupo es desde hace tiempo y en muchas culturas uno de los grandes placeres intelectuales y sociales. Quizás por eso los clubs de lectura están viviendo su gran hora en tiempos pandémicos. “Leer es un acto totalmente individual pero no tiene por qué vivirse como una actividad solitaria”, dice el coordinador de un club. 

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En la antigua Roma, indica en Historia de la lectura en el mundo occidental Guglielmo Cavallo —paleógrafo y profesor de la Universidad Sapienza de Roma—, el «lanzamiento» de las obras literarias se realizaba por medio de una ceremonia colectiva, las recitationes, y en realidad recitar en lengua latina no significaba cualquier recitado de memoria, sino la «doble operación de la vista y de la voz»: la lectura ante un auditorio. 

Estas recitationes tenían lugar en espacios públicos y, sigue Cavallo, lo más importante es destacar su carácter de vínculo social, de complicidad mundana y de hábito intelectual. Las lecturas públicas contaban con la presencia de personas cultas… y no tanto. Así, gracias a estos «ritos», la participación en el «lanzamiento» de los libros y en la circulación de ciertas obras comprendía un público más variado.

Leer en grupo es desde hace tiempo y en muchas culturas uno de los grandes placeres intelectuales y sociales. Quizás por eso los clubs de lectura están viviendo un auge en tiempos pandémicos. 

“Tengo la sensación de que los clubes de lectura siempre estuvieron ahí pero que gracias a la pandemia, con su virtualidad, y a las redes sociales, encontraron la forma de llegar a más personas”, dice ahora Sebastián Lidijover, coordinador del Club Carbono, un espacio digital que tiene casi dos años y más de ocho mil miembros que reciben cada domingo los emails de Lidijover acompañando la lectura. “Los clubes de lectura muchas veces son ese empujoncito que a veces necesitamos para hacernos tiempo para leer”.

  • Club Carbono no vende los libros y participar es gratis. Ah, y tiene un podcast, Una cuestión de principios, hablado por Sebastián Lidijover y Romina Zanellato.

“Saber que un montón de personas están leyendo el mismo libro que vos”, sigue Lidijover, “hace que sea distinta la experiencia. Siempre pongo el mismo ejemplo, pero porque me parece que lo ilustra bien: es lo que pasa (o pasaba antes de este mundo pandémico) cuando uno iba a un cine. La película es la misma, pero mirarla con un montón de personas alrededor hace que se viva distinto a si la sala estuviera vacía. Leer es un acto totalmente individual pero que no tiene por qué vivirse como una actividad solitaria”.

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Hoy hay muchísimos clubs de lectura no presenciales. Almendra Veiga (@almendrada.books), una booktuber de 18 años que tiene más de 734.000 seguidores en su perfil de TikTok, donde comenta libros, y otros 45.400 en YouTube, armó Un Re Clu junto a otros cuatro influencers; entre ellos, Matías G.B., otro hitero, creador del espacio #UnRatoDeLectura. 

Un Re Clu, donde ofrecen lecturas conjuntas mensuales y debates en vivo por YouTube (como este sobre el libro Warcross, de Marie Lu), tiene un grupo de Telegram que hoy reúne a 4.497 personas. 

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“Creo que por una lado, durante la pandemia, mucha gente se encontró con un tiempo ocioso y descubrió que Netflix tenía una vida útil relativa”, me cuenta Florencia Ure, antigua autora de SIE7E PÁRRAFOS y actual coordinadora del club Pez Banana junto a Santiago Llach. “Podés sentarte a mirar maratón de muy pocas series. La mayoría se bancan un capítulo por día y chau. Libros, hay infinidad”. 

Pez Banana te envía un libro novedoso por mes (al mismo tiempo que este llega a las librerías) y una newsletter donde cuentan qué otros libros se están leyendo. La suscripción cuesta 1.300 pesos si el envío es a CABA o GBA; y 1.500 si es al resto de la Argentina. Los miembros se reúnen en Zoom.

“La idea surgió en un almuerzo de verano al sol”, sigue Ure. “Se nos acercó un conocido a preguntarnos qué podía leer. Recomendamos y cuando se fue dijimos: hagamos de esto un negocio. Vivimos leyendo, tenemos el contacto con todas las editoriales, ¡ya está! Armamos un drive con Mercado Pago y salimos así sin web, ni logo, sin nada. Al mes llegó la pandemia y en lugar de desaparecer, Pez Banana creció. No te digo que es un negoción, pero algo nos da. Eso sí, hacemos todo nosotros. No banca tener empleados”.

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Tais Gadea Lara, autora de la newsletter PLANETA (leela mañana), organiza junto a Martín de Ambrosio el Club de Lectura Climática. Es sobre cambio climático, medioambiente y ecología. 

El último encuentro (hasta ahora) estuvo centrado en Contra el cambio, de Martín Caparrós, quien les envío un audio para iniciar la conversación grupal. Antes lo había hecho Soledad Barruti. “Se comparte conocimiento, pero también angustia”, dice De Ambrosio. 

“Muchas de las personas que se suman al club”, escribió Tais en Instagram, “lo hacen porque no encuentran otras personas con quienes compartir sus conocimientos, preocupaciones, emociones, acciones respecto del cambio climático o espacios donde hacerlo. El club es un pedacito de todos esos espacios que se debieran generar”. 

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🖐 ✋ 🖖 Pregunté en las redes sociales qué tal la experiencia de formar parte de alguno de estos clubs, o de administrarlo. Y las respuestas fueron variadas y elocuentes. Algunas:

  • “Coordino el Club de Lectura de @Babiloniagl online (víaMeet). Hermosa experiencia. Un libro por mes, de diferentes géneros y autores. Soy de Córdoba pero se suma gente de otras provincias” — Flor Vercellone [Twitter].
  • “En Chile, Valparaíso, Corporación alemana. Por Zoom. Casi un año con Stefan Zweig y Josep Roth. Público adulto mayor muy fiel” — Fanny Cavieres [Twitter].
  • “Coordino los Encuentros de Lectores de Libro Leído, son mensuales y siempre leemos novelas. Lo que se comparte es la mirada y se termina armando una especie de collage de lecturas, una lectura colectiva. Para mí, está buenísimo y fue muy bueno conectar desde ahí en esta época” — Vontrier [Twitter].
  • “Leemos a Henri Lefebvre, este año estamos con La producción del espacio. Nos juntamos cada un mes mas o menos (virtualmente) y alguna de a dos vamos presentando capítulo a capítulo para guiar la charla. Somos un grupo de geógrafos/as, estudiantes de geografía y yo soy la arquitecta infiltrada” — Belén Mirallas [Facebook].
  • “Coordino uno mensual centrado en literatura infantil y juvenil destinado a adultxs y otro semanal de literatura en general organizado por una empresa de higiene urbana para sus empleadxs de barrido. Ambos desde hace más de 10 años ya y son un disfrute enorme” — Veronica Lichtmann [Twitter].

💛 💙 ❤️ … y hay un club especial para mí 👆👆 Cata de Libros, en Bogotá 🇨🇴 Lo modera Andrea Mojica, comen rico, leen, se juntan en un café los miércoles a la tarde y están ahora mismo con mi libro Camino al Este. ¡Gracias! 🙏

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Fue muy triste enterarnos de que la poeta, ensayista y profesora Tamara Kamenszain nos dejó el 28 de julio, por un cáncer, a pocos días de la publicación de su último libro, Chicas en tiempos suspendidos (Eterna Cadencia). 

Kamenszain, que tenía 74 años, formó parte de una notable generación junto a Ricardo Piglia, Josefina Ludmer, Néstor Perlongher, Osvaldo Lamborghini y Arturo Carrera. Entre sus trabajos, muy diversos, El libro de Tamar (basado en un poema que le escribió su exmarido, el escritor Héctor Libertella, durante la separación) y Libros chiquitos (sobre sus lecturas) se convirtieron en hits de culto en los últimos tiempos. 

  • En una entrevista con SIE7E PÁRRAFOS, ante la pregunta por las marcas que dejaría la cuarentena en lo que se estaba escribiendo, Kamenszain respondió: “No me gustan las predicciones. Prefiero, una vez más, aquel paradigmático verso de Vallejo que dice: ‘Hay golpes en la vida tan fuertes….Yo no sé’. Yo tampoco sé, sólo te puedo decir que el presente está dejando marcas y va a ser muy interesante encontrarlas vivas en nuestras lecturas futuras. Hoy mejor ser más modestos y trabajar en silencio, dentro de casa, sin apurarnos a querer consignarlo todo y atajando lo mejor posible los golpes de la vida”.

Tamara Kamenszain tuvo una vida plena de literatura. La vamos a extrañar. 

Bueno... por ahora lo dejamos acá. Podemos seguir la conversación por mail [[email protected]] o en las redes [@redaccioncomar]. Y también podés contactarme en Twitter [@sinaysinay].

  • Si querés recomendarme libros, autores o temas para tratar, o contarme si leíste algo de lo que mencionamos, ¡adelante!

Nos vemos,
Javier

Recibí SIE7E PÁRRAFOS

Sobre libros y escritores. Todos los martes, por Javier Sinay.

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