—¿Qué significa a nivel personal realizar la tarea que hacen desde Madres del Dolor, de dar charlas, de asesorar, escuchar, acompañar? ¿Ayuda de alguna manera al proceso de reconstrucción que transitan?
—Ser cofundadora de la Asociación Civil Madres del Dolor el 10/12/2004 me fortaleció. Dedico mi lucha diaria en homenaje a mi hijo Maxi y sus amigos Cristian y Adrián. Elegí no quedarme en el lugar de víctima y, por el contrario, convertí mi dolor (lacerante) en lucha para reconstruirme. Soy una activista por la donación de órganos y tejidos, la muerte de Maxi no se lo llevó todo, él pudo mejorar la calidad de vida de varias personas.
—¿Qué aprendiste en estos años de trabajar junto con y para otras madres que sufren pérdidas?
—Las madres de la asociación unimos fuerzas, aprendimos a sumar aportes, planificamos un futuro. Damos charlas en escuelas, universidades, hospitales y a la comunidad en general sobre las "violencias en todas sus formas" de género, viales, violencia institucional, secuestros, y otras.
—¿Qué es lo que más necesita una madre y una familia que sufren estas pérdidas? ¿Cómo pueden ayudar las personas alrededor a esta familia?
—En nuestra sede recibimos a familiares de víctimas que buscan un abrazo, necesitan contención. También les brindamos asesoramiento para que sepan cuáles son los pasos a seguir, después de una trágica experiencia. Lo hacemos de forma gratuita junto a la Unidad de Intervención en victimología del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
—¿Qué análisis hacés de los niveles de violencia actualmente en la sociedad? Pareciera que se habla mucho pero que no se avanza en la toma de conciencia, ¿coincidís?
—Hay mucha violencia, los crímenes van en aumento, el odio solo genera más problemas. Es importantísimo humanizar a las instituciones, educarlas y capacitarlas bien. Falta más compromiso moral para encontrar una buena estrategia y poder vivir en mejor. Nosotras desde Madres del Dolor seguiremos esta lucha infatigable, siempre con la esperanza de lograr menos víctimas.
Esta entrevista fue publicada originalmente en Oxígeno, la newsletter que escribe Juan Carr. Podés suscribirte en este link.
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