Hay esperanza: por qué nuestra ayuda es clave para encontrar a niños y niñas que se perdieron en nuestro país - RED/ACCIÓN
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Hay esperanza: por qué nuestra ayuda es clave para encontrar a niños y niñas que se perdieron en nuestro país

 Una iniciativa de Dircoms + INFOMEDIA

Es necesario llamar la atención sobre la búsqueda incesante que llevan adelante 49 familias en Argentina. Y, aunque pasen los años, es necesario perseverar.

Hay esperanza: por qué nuestra ayuda es clave para encontrar a niños y niñas que se perdieron en nuestro país

Intervención: Victoria Guyot.

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¡Buenos días! Quisieramos llamar la atención sobre la búsqueda incesante que llevan adelante 49 familias en Argentina. Y, aunque pasen los años, es necesario perseverar.

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Intervención: Victoria Guyot.

Cada día en Argentina, en América Latina y el mundo se pierden niños, niñas y adolescentes. Es posible que nuestro país, por lo menos, 7, 8, 10 y hasta 12 papás y mamás denuncien cada día que uno de sus hijos o hijas se ha perdido.

En primer lugar, hay que decir que de los que se pierden, el 90% aparecen bien y rápidamente: en minutos, horas o pocos días. Esta es una buena noticia. Además, en los índices globales, ni Argentina ni la región tiene las cifras más altas de niños extraviados. Europa, Estados Unidos, los lugares con crisis migratorias, tienen índices desgraciadamente mucho peores. Entonces, en Argentina no es algo tan frecuente la pérdida de menores, y cuando se pierden, se encuentran rápidamente.

Sin embargo, en este momento 49 hijas e hijos nuestros están perdidos. En los últimos 25 o 30 años se perdieron y no volvieron a ser encontrados. Si un solo niño o niña que no se encuentra es una tragedia, aquí hay casi 50 tragedias. Cada año, de quienes se pierden, no se vuelve a encontrar a uno o dos.

Algunas historias las hemos conocido de cerca. Son situaciones tremendas. Sofía Herrera, una chiquita que, a sus tres años, en un camping vacío, despejado en Tierra del Fuego, estando con su familia se perdió súbitamente y no volvió a aparecer. Hace ya 14 años. La seguimos buscando.

Guadalupe Lucero, en San Luis, con sus 5 años, en la vereda de la casa donde se celebraba el cumpleaños de su tía, se perdió y no volvió a aparecer. Hace ya un año y medio.

Bruno Gentiletti, un chico que con sus 5 hermanos estaba en un balneario en Rosario. Todos jugando y súbitamente desapareció. Fue hace más de 25 años, y desde entonces no se lo volvió a ver.

Fernanda Aguirre, una chica de San Benito, Entre Ríos. Con 14 años, en teoría, fue secuestrada. Y no volvió a aparecer.

Son cuatro historias que conocemos muy bien entre las casi cincuenta de niños y niñas perdidos. Apelamos a que la sociedad se comprometa con estas historias, mientras seguimos buscando.


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Siempre hay noticias buenas. En China un padre encontró a su hijo perdido tras casi 30 años. En México, una madre se reencontró con su hija, que había sido robada, luego de 27 años. En Argentina, la Red Solidaria encontró a una chica perdida luego de cuatro años: se perdió en la ciudad de Buenos Aires y apareció en Brasil. Y una chica perdida en Guaymallén, Mendoza, luego de tres años apareció en Gran Buenos Aires. También encontramos a un joven que se perdió a los 28 y apareció a los 40 con vida en Medellín, Colombia. El año pasado, conformamos una red de búsqueda global.

Estas historias las mencionamos siempre porque indican que siempre hay que buscar, que siempre es posible el encuentro soñado. Claro, esto requiere el compromiso de la comunidad. Es imposible que una familia sola pueda, pasado el tiempo, encontrar a su hijo o hija. Hace falta la comunidad, también en los primeros instantes.

Suele decirse que del ridículo es un lugar del que no se vuelve. Y nosotros hemos comprobado con los años que del ridículo sí se vuelve, pero que de donde no se vuelve es de la tragedia. Si alguien cree que un niño o niña se perdió, y pasó un segundo, o 10 segundos o 2 minutos. Y no sabe dónde está, una recomendación: hacer un escándalo. Casi ridículo, al límite del ridículo. De eso se puede volver.

También recomendamos armar equipos con la escuela, con la comunidad cercana. Hay que hacer ruido, exagerar el ruido. Y es muy importante hablar rápidamente con una fiscalía y un juzgado, que conducen las búsquedas. Si se quiere, también, hacer la denuncia policial.

Queremos decirles a estas 49 familias que no están solas. Existe una comunidad que los seguimos buscando.

Acá podés ver el listado de niños y niñas perdidos. Si tenés información sobre alguno, podés comunicarte por WhatsApp con la Red Solidariao Missing Children.

Un mensaje de

Pan American Energy busca ser un promotor activo en el desarrollo de las comunidades en las que opera. Por ello, lleva a cabo acciones de triple impacto para crear valor económico, social y ambiental a través de la articulación público-privada. Su trabajo en Sustentabilidad se basa en cuatro ejes estratégicos: educación y cultura, salud y deporte, desarrollo local y ambiente. En el último año, con sus 140 programas, la compañía alcanzó a más de 400.000 personas.

Conocé más en pan-energy.com/sustentabilidad

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¿Cómo nos comprometemos como sociedad?

En primer lugar, tengamos en cuenta que las personas perdidas pueden pasar a nuestro lado. Multipliquemos la información sobre búsquedas. Y estemos atentos.

Por otro lado, esta nota cuenta cuáles son los organismos del Estado e iniciativas de la sociedad civil abocadas a encontrar personas perdidas. Incluye, por ejemplo, un registro de personas desaparecidas del Ministerio de Seguridad de la Nación. Otro recurso es Alerta Sofía, el sistema del Estado cuyo nombre es homenaje a Sofía Herrera.

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Vamos con una linda iniciativa sobre inclusión de personas con discapacidad. Una de ellas es que la semana pasada la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis) firmó convenios con clubes importantes del país para promover la inclusión deportiva de este colectivo. Se trata de que los clubes se acondicionen para que las personas con discapacidad puedan practicar deporte y recrearse en el mismo lugar en el cual lo hacen sus familiares y amigos. Ya firmaron el convenio clubes como Boca, San Lorenzo, Estudiantes, Racing, Atlanta y Vélez. 

Por otra parte, la ANDIS lanzó en los últimos días una campaña que nos ayuda a reflexionar sobre la cantidad de barreras que como sociedad aún debemos derribar en pos de una sociedad más inclusiva. Te invitamos a ver este video y pensar en cómo podemos ponernos en el lugar del otro.

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Más inclusión. Para cerrar, otra noticia inclusiva de la última semana: el Senado dio dictamen a dos proyectos que proponen incluir pictogramas en los menús de los restaurantes (se espera que de ambos proyectos saldrá un texto unificado).

Un pictograma es un signo simple que representa figurativamente algo real, una idea o significado. Aunque nacieron en la escritura antigua, actualmente son muy útiles para personas con ciertas discapacidades, como, por ejemplo, para quienes tienen autismo.


Cuidate mucho, cuidalas mucho, cuidalos mucho.
Te mandamos un gran abrazo.

Juan y David