Solo 40 minutos en un espacio verde puede ser el antídoto necesario para la falta de concentración - RED/ACCIÓN

Solo 40 minutos en un espacio verde puede ser el antídoto necesario para la falta de concentración

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Las ciudades nos imponen una gran demanda de atención, que puede agotarse y causar fatiga mental. Ahora, un nuevo estudio agrega más evidencias a la creciente literatura científica sobre cómo los entornos naturales contribuyen a la salud física y mental.

Solo 40 minutos en un espacio verde puede ser el antídoto necesario para la falta de concentración

Foto de Zen Chung: https://www.pexels.com/es-es/foto/mujer-joven-alegre-caminando-en-el-parque-5538010/

Las Naciones Unidas proyectan que para 2050 el 70 % de la población mundial residirá en ciudades. Más allá de los beneficios a nivel educativo, cultural y de atención médica que esto puede significar, la contaminación, la luz artificial, el estrés y la sobreestimulación también impactan, pero negativamente. De hecho, diversas investigaciones han asociado la vida urbana con tasas más altas de trastornos del estado de ánimo, agresión, depresión, ansiedad, entre otros.

En esta línea, un nuevo estudio de investigadores de psicología de la Universidad de Utah, Estados Unidos, analizó el efecto que tiene a nivel cognitivo dar un paseo por un espacio verde. Para ello, registraron la actividad eléctrica del cerebro con pequeños discos adheridos al cuero cabelludo que medían la capacidad de atención de los participantes (lo que se conoce como electroencefalografía o EEG).

Los 92 participantes completaron una tarea que requería atención antes y después de una caminata de 40 minutos en la naturaleza o la misma cantidad de tiempo en un entorno urbano para que sirviera de control. Quienes pasaron tiempo en la naturaleza informaron que su caminata era más reparadora que el segundo grupo y, además, mostraron una mayor negatividad ante sus errores después del paseo.

Participante de la investigación pasea por un jardín. Crédito: Amy McDonnell, Universidad de Utah.

Estos resultados significan que mejoraron el control ejecutivo: esto ocurre en la corteza prefrontal del cerebro, un área crítica para la memoria de trabajo, la toma de decisiones, la resolución de problemas y la coordinación de tareas dispares. "El tipo de cosas que hacemos a diario tienden a utilizar en gran medida esas redes de atención ejecutiva. Es importante en la concentración y, especialmente, es un componente esencial del pensamiento de orden superior", explicó el coutor David Strayer.

Por su parte, la coautora Amy McDonnell aclaró: “Sabemos que el ejercicio también beneficia la atención ejecutiva, por lo que queremos asegurarnos de que ambos grupos realicen cantidades comparables de ejercicio".

“Estamos sobreestimulados sensorial y atencionalmente en el día a día, obligados a desviar nuestra atención de una cosa a otra con poco tiempo para recuperarnos. La creciente prevalencia de teléfonos inteligentes y dispositivos portátiles significa que estamos conectados a la tecnología en todo momento, lo que dificulta concentrarnos en una sola tarea o participar en interacciones cara a cara significativas”, describe el paper publicado en Scientific Reports.

Para contrarrestar estos perjuicios, el estudio demuestra que la naturaleza permite que los mecanismos que apoyan la atención dirigida y esforzada descansen y se recuperen, ya que es cuando la corteza prefrontal está sobrecargada y sobreestimulada que se cometen todo tipo de errores. “El antídoto para esto es estar en un entorno natural, dejar el teléfono en el bolsillo y luego salir y caminar por los senderos. Las partes del cerebro que se han usado en exceso durante el día se restauran. Ves y piensas más claramente”, concluyó Strayer.