Juan Cabandié: “Hay que modificar la Ley de Bosques porque se podría decir que avala la deforestación”- RED/ACCIÓN

Juan Cabandié: “Hay que modificar la Ley de Bosques porque se podría decir que avala la deforestación”

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En una entrevista guiada por preguntas que nos enviaron lectores y miembros de RED/ACCIÓN, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible habla de grandes desafíos de su gestión, como los basurales, los desmontes, la megaminería “salvaje”, las fumigaciones en el campo y la transición hacia energía renovables.

Juan Cabandié: “Hay que modificar la Ley de Bosques porque se podría decir que avala la deforestación”

Intervención: Pablo Domrose. Foto: Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible

Este contenido contó con la participación de lectores y lectoras de RED/ACCIÓN

La crisis por el nuevo coronavirus es el foco de atención en todos los ámbitos de la política, a nivel local e internacional. Pero hay otra crisis latente que requiere de acción urgente y ambiciosa: la climática y ecológica. Sobre esa otra cuestión, conversamos con Juan Cabandié, el joven político elegido por Alberto Fernández para liderar la cartera de Ambiente y Desarrollo Sostenible que, con el nuevo gobierno, volvió a adquirir la categoría de ministerio. 

Hoy, enumera Cabandié, los basurales a cielo abierto, la problemática de la deforestación, la megaminería “salvaje”, las fumigaciones en el campo y la transición energética son sus preocupaciones como ministro.

Más allá de la actual pandemia, ¿cuáles considera que son los principales desafíos ambientales que hay en la Argentina?
Seguramente residuos sea una de nuestras prioridades porque tenemos cifras alarmantes, como los famosos 5.000 basurales a cielo abierto que duplican la cantidad de municipios existentes a lo largo y ancho del país. Ello nos convoca a tener una actitud proactiva para erradicarlos, pero también a tener un buen tratamiento de los residuos. Abordar la temática de los residuos es una buena metáfora para introducirse en estadíos mayores de la concientización, es el principio para asumir mayor concientización en temas robustos. Si logramos que la sociedad empiece a revisar sus prácticas domésticas, desde la separación en origen en su domicilio, estamos iniciando un camino para la toma de conciencia de otros temas de la agenda ambiental. Sin lugar a dudas, existen muchos otros temas y muy preocupantes, que no están al margen de la agenda global; por ejemplo, la deforestación. 

—De los 5.000 basurales a cielo abierto, el de Luján es uno de los más grandes de la Provincia de Buenos Aires. En enero, lo recorrió y destacó que se requiere de un cambio cultural para revertir la situación de los basurales del país. ¿Cuáles son los próximos pasos para avanzar en el saneamiento de los basurales? ¿Cómo trabajan con las provincias y los municipios?
Argentina nunca tuvo un plan a nivel nacional de tratamiento de los residuos. Estamos tomando esa agenda. Empezamos analizando municipio por municipio para ver dónde podemos generar una solución. A veces la solución es una forma consensuada entre varios municipios cercanos territorialmente; otras veces implica acompañar proyectos que se están encarando bien, como en La Pampa; o empezando de cero, como en Luján. Tenemos la vergüenza de tener un basural como el de Luján con hombres, mujeres y niños sentados en montañas  de residuos, con las moscas, bacterias y roedores alrededor. Como primera medida, el intendente reemplazó a la empresa que se encargaba de la recolección de residuos por una cooperativa. También, se planteó un proyecto de erradicación del basural y eso es un gran desafío. Podemos remediar un basural a cielo abierto, pero si no hay un plan integral, el basural en poco tiempo vuelve a aparecer. 

Cabandié durante una recorrida por el basural de Luján junto al intendente Leonardo Boto. Foto: Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

—¿Y qué ocurriría con las personas que trabajan en esos basurales?
Se van a tener que realizar obras y crear infraestructura en el municipio para que los recuperadores trabajen en condiciones dignas. El reciclador es el eslabón más importante de la economía circular. Para él no es lo mismo abrir una bolsa negra con restos de comida podrida y pañales, que una bolsa verde con vidrio, plástico y aluminio. Es importante ser solidario con el que trabaja de esto.

¿Tendremos en la Argentina una ley de envases que fomente la economía circular? La respuesta de Cabandié sale este martes en OTRA ECONOMÍA. 

—Hablando de industrias y considerando la problemática de los residuos y de la contaminación industrial, el saneamiento de la Cuenca Matanza Riachuelo es una de las grandes deudas ambientales. ¿Qué planes concretos hay de avanzar?
La Cuenca Matanza Riachuelo y el organismo, ACUMAR (Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo), no dependen del ministerio de Ambiente, sino de Infraestructura. No obstante, tenemos un representante en ACUMAR y hablo con frecuencia con su titular, Martín Sabbatella. La cuenca tiene una situación a resolver que está atravesada por una mega obra, el Colector Margen Izquierdo, que se inició, se licitó y tiene un porcentaje de ejecución bajísimo. La voluntad de las autoridades es de avanzar y eso permitirá progresar en el saneamiento. Pero la otra gran clave de la cuestión está en el control de los efluentes, en reconvertir el vertido de efluentes de las industrias que están alrededor porque son altamente contaminantes. Otro punto que considero importante es la apropiación del Riachuelo por parte de la ciudadanía a través de obras urbanísticas de mejoramiento, embellecimiento, acceso y navegabilidad para transporte y mercadería.  

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Conocimos a Cabandié a menos de 24 horas de haber asumido como ministro. Fue en suelo español durante la conferencia climática de diciembre pasado. Allí, en una rápida conversación entre pasillos, ya había anticipado que la gestión de residuos era una de sus prioridades. Desde ese día veníamos conversando con Cabandié para tener un encuentro presencial, que la pandemia postergó.

Ahora, y aún en este contexto, esta semana tuvimos una entrevista por videollamada que respetó la presencia virtual del equipo y que reunió las inquietudes de los lectores y miembros de RED/ACCIÓN. Poco después de la hora pautada, Cabandié conectó su audio y a los pocos segundo vimos su imagen. A través de Zoom, saludó desde su despacho en el ministerio. La cámara de su computadora dejó entrever una bandera nacional y una foto del ministro abrazado a Alberto Fernández. 

—La Agencia Internacional de Energía mostró que la única fuente energética que creció durante la pandemia fueron las renovables. En Argentina, tenemos un 12% promedio de fuentes renovables, lejos del objetivo por ley de 20% para 2025. ¿Se espera algún fomento para que las renovables sean protagonistas en la recuperación económica post-pandemia del país?
Es mi voluntad, sin dudas. Nos falta muchísimo en renovables. El gobierno anterior comenzó a darle envergadura a las renovables. Tenemos que continuarlo, pero bien, no beneficiando a ningún amigo, ni a un futbolista, ni a nadie. Estoy convencido de que es el Estado el que tiene que dar el ejemplo. Los edificios públicos tienen que tener energías renovables. En los próximos días vamos a encarar un llamado a que, mismo el ministerio, tengan renovables. Del mismo modo, cuando el Estado, en sus distintos niveles, encara una compra de vehículos, ellos deben ser híbridos. 

¿La Argentina va a presentar un plan de acción climática más ambicioso este 2020? La respuesta de Cabandié sale el miércoles en PLANETA. 

—Considerando que estamos hablando de una necesidad de transición energética, surge el interrogante de por qué seguir apoyando o subsidiando a determinados sectores. En relación con ello, un lector preguntó si el Ministerio de Ambiente fue consultado ante la decisión del barril criollo como precio sostén para el petróleo en el país. 
Hay temas que están relacionados a otras situaciones. Cuando la ciencia, la academia, los ambientalistas conforman la idea de la transición ecológica, justamente el nombre lo determina. Iniciar el camino de la transición indica que no hay que cortar de la noche a la mañana con las fuentes energéticas. Entiendo que necesitamos encarar con mucho mayor ahínco las renovables. Ello implica ser inteligente porque nuestros socios comerciales miran la trazabilidad de carbono. Seguir insistiendo de forma obtusa sin modificar las prácticas productivas es una torpeza. La transición es necesaria por conciencia ambiental y para seguir teniendo utilidades que dinamicen nuestra economía.

—La mayoría de los lectores que nos enviaron preguntas consultaron por el desmonte que está ocurriendo en el norte argentino. Según la denuncia pública de Greenpeace, se han desmontado casi 10.000 hectáreas desde que comenzó la cuarentena. Nos consultaron: ¿Qué opinión tiene al respecto? ¿Están tomando o van a tomar alguna medida desde el ministerio?
Todos sabemos que Greenpeace es una ONG prestigiosa, con mucha trayectoria. También es cierto que los análisis que hace el ministerio en relación a las cuencas forestales es más exhaustivo que el que hace la organización. Greenpeace hace un análisis de temperatura para detectar o para hacer cuentas de superficies afectadas por la deforestación. No lo invalido, porque los análisis que nosotros tenemos, que están atravesados por tres instancias y con dos satélites, también dan cifras similares y son alarmantes. Nuestro grupo abocado al control de los bosques nativos y a hacer un seguimiento sobre lo que está ocurriendo con la deforestación, presenta alertas y comunicados permanentes a las provincias o zonas donde se está produciendo. Lamentablemente hay zonas que se deforestan donde no es ilegal hacerlo. ¿Por qué? Porque no hay un ordenamiento territorial. O hay zonas que tienen, conforme la Ley de Bosques Nativos, categoría 3 o color verde que indica que no es ilegal (son sectores de bajo valor de conservación que pueden transformarse parcial o totalmente). Evidentemente hay cosas a modificar en la ley porque podría decir que la ley está avalando la deforestación. Donde no hay ordenamiento territorial no es ilegal y donde hay categoría 3 tampoco es ilegal, pero son cuencas forestales importantes de nativos. 

—Además de que la ley no ha recibido el financiamiento que le corresponde desde su creación.
La ley crea un fondo que está compuesto por un porcentaje del presupuesto nacional y otro de las exportaciones. Ese presupuesto estaba frenado. Hoy estoy transfiriendo presupuesto 2018/2019. Y no es un presupuesto de la Nación para las provincias, es un presupuesto federal.

—Siguiendo con el tema de usos del suelo, ¿qué acciones tienen pensadas para fomentar la agroecología?
Los municipios son los que permiten o impiden una fumigación. Donde nosotros tenemos responsabilidad es en la Ley de Gestión de Envases Vacíos de Fitosanitarios (N.d.R. sancionada en 2016). Cuando se fumigan los campos, las escuelas y los tejidos urbanos, los productores dejan tirados los envases fitosanitarios que son altamente contaminantes. Hay personas que utilizan esos envases para cargar agua o alimentar animales. Siempre pienso: “maldito el día que nos convencieron que el paquete tecnológico era mejor para nuestra producción primaria”. Lo único que hizo fue envenenarnos. Hay gente que murió por eso y hay niños con malformaciones producto de las fumigaciones. Además, se contaminan los alimentos que llegan a nuestra mesa. Las barreras paraarancelarias van a llegar desde Europa con la carne y con el trigo por producir en zonas de fumigación con glifosato. Ellos están haciendo trazabilidad. Todos van a tener que adecuarse a las nuevas normativas porque hay una cuestión comercial. Por una razón o por otra, vamos a tener que modificar métodos productivos.

Cabandié en la entrega de diplomas de los guardaparques egresados en Córdoba. Foto: Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

—A fines del año pasado expresó preocupación por la situación de la minería en ciertas provincias. ¿Qué postura tiene el ministerio ante el ejercicio de esta actividad, especialmente en lo que refiere a proyectos de megaminería?
No podemos seguir teniendo una ley de minería que contemple que empresas extranjeras vengan a extraer minerales, que se generan en convenios por determinado mineral al mismo tiempo que se llevan otros minerales porque nadie los controla y les cobramos impuestos por una declaración jurada a boca de pozo. Extraen por un período de tiempo de 10 a 20 años y después dejan pasivos ambientales que duran 100-200 años. Al mismo tiempo, nos sacan el agua necesaria para consumo humano. Evidentemente, hay cosas que hay que cambiarlas. Hoy estamos comunicados gracias a una infraestructura tecnológica que tiene muchos componentes de origen mineral. Claramente no tengo la postura de que no hay que usar ningún mineral, sino no tendríamos que usar celulares. Sí tengo una postura en contra de la megaminería salvaje extractivista que está contemplada en nuestra ley de minería. Si tuviésemos una robusta empresa de minería nacional, tendríamos otra concepción.

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Cabandié nació en marzo de 1978 en la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), donde su madre se encontraba secuestrada por la dictadura militar. Desde entonces apropiado por un miembro policial, a sus 25 años Cabandié comenzó a dudar sobre su identidad. En 2004, se convirtió en el nieto recuperado número 77. 

Con el ex presidente Néstor Kirchner se introdujo en la función pública: trabajó en la dirección nacional de Juventud del ministerio de Desarrollo Social, fue legislador porteño y diputado nacional. Como hijo de desaparecidos, se convirtió en activo defensor de los derechos humanos. Ha sido además uno de los referentes militantes de la agrupación La Cámpora.

—Algunos lectores nos preguntaron sobre sus conocimientos para ocupar este cargo. ¿Qué considera que puede aportar como Ministro de Ambiente? 
La agenda ambiental es tan urgente que, para poder tener soluciones concretas y efectivas, se necesita tener la adecuada experiencia política para poder juntarte, discutir, proponer, pensar, acordar, dialogar. Yo fui formado en esa materia. Yo le puedo aportar poner en agenda temas que estaban olvidados, por ejemplo residuos. Claramente hay discusiones muy específicas sobre temas que conversamos recién, como cambio climático, biodiversidad… y lo económico. Porque la agenda económica y la agenda ambiental no podemos, de ninguna manera, escindirlas.  Todo está relacionado con los dos aspectos. Hay que hacerle entender a la sociedad que la agenda ambiental no es un escollo para la productividad, es parte de la solución. Para ello se necesita tener la suficiente capacidad de maniobrar los distintos intereses. En una sociedad, especialmente como la nuestra, hay muchos intereses en juego. Cuando hablamos de envases, glifosato, minería, hidrocarburos, residuos hay intereses. El desafío de conocer toda esa ingeniería lo puede asumir alguien que tenga conocimientos específicos, pero también conocimientos sobre cómo lidiar entre distintos intereses y poner el diálogo por delante.

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