agroecología archivos - RED/ACCIÓN

Resilientes: un proyecto que trabaja con 200 familias productoras agropecuarias para enfrentar el cambio climático

La iniciativa se desarrolla en los alrededores de la ciudad de La Plata, en Córdoba y la Patagonia ―con la coordinación del INTA y financiamiento de la Unión Europea―, y también en la región colombiana de Caquetá. Entre los técnicos y las familias diseñaron estrategias para adaptarse a los eventos climáticos extremos y tener un mejor manejo del agua y los suelos y formas de producir amigables con el ambiente. Las soluciones incluyen desde infraestructura nueva hasta diversificar la producción y son replicables en otros territorios.

Una organización de Rosario conecta a los productores de alimentos agroecológicos con los comedores populares

En el inicio de la pandemia, un grupo de profesionales nucleados en soluciones tecnológicas sustentables rápidamente ideó un sistema para que los productores agroecológicos de los alrededores de Rosario pudieran seguir vendiendo a pesar de que las ferias estaban cerradas. El sistema: comprar su producción por medio de donaciones y llevarla a comedores, y de esta manera mejorar la calidad de los alimentos en estos espacios. La iniciativa se llama De la Huerta a la Olla, sigue funcionando y conecta sin intermediarios a 34 productores con 21 comedores.

Volver a la tierra: la apuesta de cuatro mujeres en Entre Ríos por un modo de producción que cuide nuestro planeta

Gladys Ulrich (Aldea San Antonio), Sabrina Fornara (Concepción del Uruguay), Victoria Veronesi (Gualeguaychú) y Laura de Torres (Crespo) optaron por la agroecología, un paradigma amigable con el ambiente y socialmente inclusivo. Hoy, una de cada 50 explotaciones agrícolas del país trabaja bajo un paradigma productivo alternativo. Qué necesita este modelo para desarrollarse y cómo el feminismo puede impulsarlo.

Kokue, la aplicación que da herramientas para la creación y monitoreo de huertas agroecológicas

La Asociación Cultural para el Desarrollo Integral lleva adelante un proyecto para mitigar los efectos del cambio climático en zonas rurales con ayuda de las tecnologías de la información. En ese marco creó esta aplicación que, entre otras herramientas, contiene información sobre cómo mejorar el suelo, diversificar cultivos y evitar ataques de insectos sin usar agroquímicos. Familias de seis provincias del norte argentino, Bolivia y Paraguay la están usando para huertas destinadas al autoconsumo y pequeños emprendimientos.

Campesina, indígena y feminista: quién es Deolinda Carrizo, la funcionaria que busca empoderar a las mujeres rurales del país

Oriunda de Quimilí, Santiago del Estero, y referente del Movimiento Campesino de su provincia, desde febrero se desempeña como directora de Género e Igualdad de la Secretaría de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (SAFCI) del Ministerio de Agricultura de la Nación. En esta entrevista expresa que buscará avanzar con la reglamentación de la Ley de Agricultura Familiar y explica cuáles son los desafíos que enfrentan las mujeres rurales.

Cuáles son los “nuevos” empleos que pueden generar la Argentina y América Latina si se proponen cuidar la naturaleza

La región es una de las más ricas en biodiversidad y protegerla podría colaborar con la recuperación pospandemia. Se estima que 64 millones de empleos dependen de los ecosistemas y este número podría incrementarse si se fomentan prácticas como la restauración de bosques, la agricultura ecológica y la plantación de bosques urbanos.

La villa que abastece de verduras orgánicas a un hotel 5 estrellas porteño: de la subsistencia a la economía social

El hotel Hilton Buenos Aires se comprometió a comprar lo que produce el vivero del barrio Rodrigo Bueno, un proyecto cooperativo que llevan adelante 15 vecinas. ¿Cómo hicieron para generar un emprendimiento que ofrece productos, servicios y crea empleo? Visitamos la huerta para conocer cómo gestaron un plan que podría ser replicado en otras villas.

Trigo Transgénico: el desarrollo que entusiasma pero no despeja una duda vital

Creado por el CONICET, la Argentina es el primer país en aprobar este cultivo, que promete resistencia a la sequía y mayor productividad. Pero hay una preocupaciones que no logran calmar: ¿qué impacto pueden tener los agroquímicos que necesita este tipo de trigo?

Podés ver el video 👆 o leer la transcripción 👇

La aprobación del trigo transgénico HB4 viene generando opiniones divididas, desde los que defienden el desarrollo tecnológico hasta la preocupación de productores, consumidores y ambientalistas locales y de la región. Argentina es el primer país del mundo en aprobar este tipo de trigo.

Empecemos por lo primero, ¿qué es un transgénico?

Según la OMS, son organismos modificados genéticamente a partir de la introducción de uno o varios genes de otras especies que no pertenecen a su genoma original para otorgarle ciertas características.

En el caso del trigo transgénico HB4, se aislaron algunos genes del girasol, una especie muy adaptable a la falta de agua. Esos genes se pasaron a una planta experimental y, después de estudiar los resultados, se transformaron plantas de interés agronómico como soja y trigo, con el gen seleccionado. El resultado fue un trigo con una tolerancia mayor a la sequía.

El crecimiento de la población mundial trae consigo dos grandes problemas: la necesidad de producir comida para alimentar a todo el mundo y la falta de tierra para cultivar, según reporta la ONU.

Estados Unidos, Brasil y Argentina son los tres países del mundo que tienen mayor superficie destinada a cultivos modificados genéticamente. Según el Servicio Internacional de Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (ISAAA), desde la creación de los transgénicos aumentó notablemente la producción mundial de alimentos y con un menor uso de la tierra.

¿Qué dicen algunos productores?

Barbechando es una organización de productores y profesionales vinculados a la actividad agroindustrial que busca incidir en leyes y políticas públicas para el sector.

"El trigo HB4 es muy importante porque se puede aplicar en superficies en donde hoy sería inviable. Esto estabiliza la producción de trigo, generando más previsibilidad y bajando el costo. Por lo tanto, van a bajar los alimentos. Van a haber más alimentos y más baratos", dice Germán Paats, presidente de Barbechando.

Si pensamos en los consumidores, ¿son seguros los cultivos transgénicos?

Según un análisis y recopilación de varios estudios de la Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina de Estados Unidos (NAP), desde el punto de vista del consumo directo en ninguno de los países donde están aprobados se han mostrado efectos negativos en humanos.

Raquel Chan es la investigadora del CONICET que fue responsable del descubrimiento del trigo. "Argentina tiene un sistema regulatorio modelo y aceptado a nivel internacional en el cual para cualquier cultivo genéticamente modificado implica demostrar que no existirá daño ambiental, sino beneficios, que que no existirá daño a la salud humana o animal y que no existirá daño a la economía nacional", explica Chan.

Entonces, si los alimentos transgénicos son seguros para las personas que los consumen y nos permiten aumentar la producción, ¿cuál es el problema?

El uso de agroquímicos

Una de las situaciones que más preocupan a diferentes organizaciones es el incremento en el uso de agroquímicos.

La Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) es una organización nacional de familias productoras y campesinas que se encuentra en 15 provincias.

"No es el trigo transgénico solo, sino que viene con un paquete tecnológico de herbicidas y de plaguicidas que ha quedado demostrado que son tóxicos y que es veneno para nuestros cuerpos, nuestro territorio y nuestras familias. Se está implementando ese paquete tecnológico con un tipo de glifosato que es peor aún que el glifosato que ya la OMS tuvo que afirmar que es probablemente cancerígeno con todo lo que eso implica", considera Rosalía Pellegrini, de la UTT.

El glifosato es el herbicida más usado alrededor del mundo. El herbicida al cual es resistente el trigo transgénico es el glufosinato de amonio.

El mal uso de los herbicidas puede provocar que a largo plazo muchas especies de malezas logren resistencia, por lo que con el tiempo es necesario usar cada vez más herbicidas, según la Environmental Sciences Europe.

Las fumigaciones con agroquímicos

La periodista especialista en alimentación Soledad Barruti destacó en un artículo para RED/ACCIÓN que una sus mayores preocupaciones es que con este nuevo desarrollo se fumigará la tierra a lo largo de todo el año. Ahora se fumiga en primavera y verano, con el trigo se completaría el ciclo fumigando también en invierno.

Con el tiempo, la exposición al glifosato ha demostrado en algunos casos tener efectos controversiales tanto en la salud de animales como en personas. Por eso, países como Austria y Alemania ya anunciaron su próxima prohibición. 

Sin embargo, desde el CONICET afirman que este nuevo desarrollo podría ayudar a reducir el uso de herbicidas.

"No sembrar solo soja, que es el monocultivo que se siembra en verano, sino alternarlo con trigo en invierno implica una reducción drástica del uso de herbicidas. Porque al tener un cultivo constante en el terreno a sembrar, las malezas no pueden crecer y con mucha menor cantidad de químicos se puede mantener un terreno libre de malezas ya que hay un cultivo creciendo", afirma Raquel Chan, investigadora del CONICET.

Desde el lado de los productores que están en contra, creen que lo que hay que cambiar es el modelo de producción.

"Es aumentar que nuestro territorio esté en función del monocultivo y del agronegocio. Eso implica desmontes y eso implica sobretodo que la tierra deje de estar en función de un proyecto de producción de alimentos sanos para el pueblo. El pueblo nacional o está para la producción de alimentos sanos, la agroecología y otros modos más sustentables para pensar la agricultura. O está para el monocultivo, ya vimos lo que pasó con la soja", opina Rosalía Pellegrini, de la UTT.

***

Compartí este contenido