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Trump quiere migrantes calificados

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, propuso un sistema de puntos para que la concesión de la residencia permanente en su país se base más en el "mérito" profesional y menos en los lazos familiares de los inmigrantes. Consideró que el sistema actual "discrimina a los genios”. Foto: Mandel Ngan / AFP / Télam

POR QUÉ ES IMPORTANTE: hoy Estados Unidos concede 1,1 millones de permisos de residencia al año, de los cuales el 66% son permisos de reunificación familiar.

Equilibrá la Cancha

Las mujeres también juegan.

Jugadoras, entrenadoras, referís, directoras técnicas. Juegan en la A y en la B. Se disputan la Copa Libertadores, la Supercopa, la Copa América, el Mundial, y los Juegos Olímpicos. Vienen de todas partes del país y son convocadas para jugar en otras partes del mundo, desde Brasil hasta China.

Pero poco se sabe de ellas. En Wikipedia, solo se pueden encontrar 33 perfiles de jugadoras argentinas de fútbol, mientras que de jugadores hombres hay 5.343.

Este proyecto en colaboración entre RED/ACCIÓN, Economía Femini(s)ta y Wikimedia Argentina buscará visibilizar a las mujeres del fútbol argentino. Para ello, estaremos recolectando información biográfica de jugadoras, entrenadoras, referís, y otras mujeres profesionales del fútbol argentino.

Al final de este proceso de recolección, realizaremos una jornada de edición para cargar estas biografías a Wikipedia y así, de a poco, equilibrar la cancha. El evento tendrá lugar el 24 de noviembre y te podes inscribir acá.

Este proyecto es parte del Mundial de la Igualdad, una iniciativa que busca que los medios, organizaciones, clubes deportivos y marcas interesadas en el fútbol difundan, desarrollen y promuevan contenidos con una agenda social y de género más responsable.

Te invitamos a enviarnos los datos biográficos de las mujeres del fútbol que conozcas a través del siguiente formulario: 

Proponé una jugadora

Opinión | 11 de marzo de 2020

Los números del coronavirus son menos alarmantes de lo que parece

Una muerte es una tragedia; un millón de muertes es una estadística. Independientemente de que Stalin verdaderamente lo haya dicho o no, se trata de una descripción cruelmente exacta de la realidad económica. El pánico mundial por el nuevo coronavirus, COVID-19, es comprensible, porque toda muerte prematura es una tragedia humana. Pero, independientemente de cuan insensible pueda sonar, serán los números los que determinen en última instancia el impacto económico y político de esta pandemia.

Afortunadamente, en este caso, los números relevantes se comportan de manera mucho menos alarmante de lo que pueden sugerir los titulares cargados de pánico en los medios.

Esos titulares pueden tornarse incluso más histéricos en las próximas semanas, porque EE. UU. recién ha iniciado los análisis generalizados de coronavirus. Es casi seguro que la cantidad de estadounidenses contagiados y fallecidos por la COVID-19 aumentará rápidamente, y el sentimiento financiero y económico responderá en forma acorde, antes de que la opinión pública en ese país y el mundo comience a calmarse para fines de abril o mayo. Pero, sea cual sea la fecha específica, la evidencia estadística en los dos meses desde que comenzó el brote sugiere que la COVID-19 tendrá un efecto insignificante sobre la salud y la mortalidad en el mundo, excepto en la provincia de Hubei, en China, donde comenzó la epidemia.

Los gráficos a continuación hablan por sí solos a quienes entiendan el aumento exponencial en cualquier proceso de contagio.

Los cuatro gráficos a continuación muestran como los medios, los políticos y los inversores perciben la amenaza del coronavirus. En todos los países donde hubo brotes, los niveles de infección aumentan casi verticalmente y parecen seguir el patrón inicial de Hubei, donde se duplicaba la cantidad de víctimas cada tres o cuatro días. Pero noten la enorme disparidad entre las escalas de esas epidemias aparentemente similares (que se muestran izquierda y la derecha de los gráficos). En Hubei, en las primeras tres semanas de la epidemia hubo 40.000 infectados. Los datos comparables en las tres primeras semanas de la epidemia en Corea del Sur e Italia, los países más afectados fuera de China, fueron 5.000 y 2.500, respectivamente.

El siguiente gráfico sugiere una forma distinta, y más significativa, de ver la difusión del coronavirus en el mundo. También muestra una llamativa semejanza entre las epidemias de Hubei y de otras regiones, pero con un mensaje muy diferente. En todas las regiones afectadas, la difusión del virus, que aquí se indica en escala logarítmica (como corresponde a cualquier proceso de contagio exponencial), se desacelera hasta casi detenerse, a grandes rasgos, como ocurrió en el Hubei. Los medios previsiblemente prefieren la historia lineal sensacionalista que extrapola la experiencia de Hubei a un apocalipsis mundial con millones o miles de millones de víctimas. Sorprende aún más que muchos políticos y profesionales de la salud también promuevan esta visión engañosa.

Si reconocemos que el contagio es un proceso exponencial, proporcional a la población, la evidencia entonces dista mucho de ser apocalíptica. El éxito chino para estabilizar el ritmo de contagio en entre cuatro y seis semanas parece repetirse en tres de los otros cuatro países asiáticos, con suficiente cantidad de casos y duración de la epidemia como para comenzar a extraer conclusiones significativas. Singapur, Japón y Hong Kong. Aunque el reciente aumento repentino de los casos en Corea parece mucho más preocupante, al igual que la epidemia en el norte de Italia, las líneas de tendencia exponenciales en ambos países también pasaron de convexas a cóncavas, asemejándose, a grandes rasgos, a las experiencias de hace aproximadamente un mes en Hong Kong, Singapur, Japón y China (fuera de la provincia de Hubei).

Si dejamos de lado a Hubei, donde se permitió que el virus proliferase libremente durante un mes o más, el nivel de infección asintótico al cual parecen estar convergiendo todas las líneas se encuentra entre los 10 y los 100 casos por millón de habitantes, o entre un décimo y un centésimo de la tasa de infección confirmada de 1.100 por millón en Hubei.

La evidencia en todas las regiones infectadas, incluso considerando a la provincia de Hubei, de que la difusión del virus cae hasta un nivel insignificante una vez que la curva de contagio se achata, tal vez porque los pacientes con infecciones graves fueron rigurosamente aislados y tratados, mientras que el contagio de los portadores asintomáticos es en realidad mucho más débil de lo que se temió inicialmente.

Entonces, en vez de prepararnos para un escenario de película apocalíptica, en el cual los gobiernos autoritarios en todo el mundo reúnen a miles de millones de personas y las encarcelan en confinamientos al estilo de Hubei, el siguiente escenario parece más razonable. Por cada millón de personas en el mundo, parece probable que entre 10 y 100 contraigan el virus en forma observable. Con una población mundial de 7.500 millones, la cantidad de personas con coronavirus en el mundo, más allá de los 114.000 pacientes ya diagnosticados pasaría entonces de los 40.000 en la actualidad a entre 75.000 y 750.000.

Este parece ser un rango de incertidumbre muy amplio, pero lo importante es que incluso el extremo superior de este rango es mucho menor que los peores escenarios que actualmente dominan los medios. Aún más, si juzgamos según la experiencia clínica en los países asiáticos con sistemas de salud y administrativos decentes, es probable que solo el 2 o 3 % de esos pacientes muera. En Singapur, el país con la mayor tasa de infección inicial per cápita después de China, no murió ningún paciente de coronavirus hasta el momento.

Hay que reconocer que probablemente la mortalidad en los países pobres con atención sanitaria menos eficiente será mucho mayor. Pero incluso si la tasa de mortalidad mundial fuese cuatro o cinco veces más elevada que la experimentada por los países asiáticos avanzados, digamos un 10 % de mortalidad en vez del 2 o 3 %, eso significaría entre 7.500 y 75.000 muertes a nivel mundial, además de los 2.800 pacientes que ya murieron en Hubei. Sería una tragedia humana, pero como estadística con impacto económico o político, constituiría un punto imperceptible comparada con los 55 millones de personas que mueren al año en condiciones normales de salud y mortalidad.

Anatole Kaletsky es economista jefe y copresidente de Gavekal Dragonomics, y autor de Capitalism 4.0: The Birth of a New Economy in the Aftermath of Crisis.

© Project Syndicate 1995–2021.

Actualidad | 16 de marzo de 2020

Foto: AFP

El shock económico que genera el coronavirus, explicado en pocas palabras

La irrupción del coronavirus tomó al mundo por sorpresa, desató fuertes turbulencias en los mercados financieros y generó un shock a la economía mundial al punto que la tiene al borde de una recesión.

El consenso entre los economistas es que el impacto de la pandemia será peor que la crisis financiera mundial y la gran recesión de 2008-2009. Las proyecciones se revisan a diario, pero se anticipa una primera mitad del año muy dura y un posible rebote en la segunda mitad.

Qué es una recesión. La definición oficial es cuando la economía se contrae (crecimiento negativo) durante dos trimestres consecutivos.

La carrera para “aplanar la curva” de contagios y su impacto en la producción y el consumo. La rápida expansión de la pandemia ha obligado a los gobiernos a poner a millones de personas alrededor del mundo en cuarentena y restringir el movimiento de más casi el 40% de la población mundial. Desde hoy la Argentina es uno de ellos.

El objetivo es frenar el ritmo de la expansión de la pandemia para que los sistemas de salud no colapsen. Un informe del influyente banco de inversión norteamericano Goldman Sachs explica que aunque el 80% de los que se contagian se recuperan y uno de cada siete de los afectados requiere hospitalización. Y hasta ahora solo una medida ha sido efectiva: el distanciamiento social extremo.

  • Las estimaciones en Alemania, Estados Unido y el Reino Unido es que entre el 40 y el 70 por ciento de la población se contagie. Así que imaginen el impacto en los sistemas de salud de esos países si las proyecciones se cumplen.

Y es por eso que los gobiernos han cerrado colegios, universidades, bares, restaurantes y centros comerciales. También se han prohibido viajes y reuniones masiva. El resultado es que la gente no está viajando, no va al shopping y no está gastando. Las medidas tienen prácticamente paralizado el turismo y el consumo en Europa, Estados Unidos y gran parte de Asia. Y ahora comenzará a sentirse en la Argentina y el resto de la la región. Las líneas aéreas, cruceros y hoteles están en serios problemas. También el comercio, en particular las pymes.

Los próximos podrían ser los bancos. La baja en la actividad y el consumo está aumentando el número de defaults. Es por eso que durante el fin de semana la Reserva Federal de Estados Unidos bajó las tasas de interés a 0%. De esa manera, los bancos están obligados a optar por prestar la plata a las empresas y ciudadanos en lugar de tenerla "durmiendo" depositadas en bonos del banco central estadounidense. Es parte de una acción conjunta de los principales bancos centrales del mundo para inyectar liquidez al mercado y aliviar las tensiones en la oferta de crédito a los hogares y empresas.

“Cuando China estornuda, el mundo se resfría”. Es una expresión que indica que si la economía del gigante asiático se complica, el resto del mundo lo siente con mucha más fuerza. Y eso es precisamente lo que ha pasado con el coronavirus.

  • La lucha para frenar la expansión del virus también ha forzado la interrupción de las cadenas de suministro y producción. El cierre de plantas en China, “la fábrica del mundo”, ha dejando a grandes empresas como Apple y a los fabricantes de autos sin suministros. Hay grandes empresas y sectores que van a ver reducidas su producción y ventas, generando a su vez una cadena de desempleo, menor demanda y menor crecimiento.

El impacto en la Argentina. China representa el 20% de la economía mundial. Es el mayor comprador de materias primas en el mundo y es nuestro principal socio comercial, destino favorito de las exportaciones de carne, soja y otros productos del campo argentino, como la uva, el arándano y la miel. La pandemia hará que este año China crezca tan solo un 2%, la tasa más baja en 30 años.

Además, al igual que otros países, veremos alterada nuestra vida cotidiana (trabajo, estudios, shopping), lo que tendrá impacto negativo adicional en el funcionamiento de nuestra economía. Puede que sea de forma transitoria, pero será potente.

Y es por eso que el Gobierno de Alberto Fernández prepara un paquete de medidas para afrontar el inevitable impacto en la economía local.

Lo dejó claro anoche:

  • "No debemos dejar que se profundice la recesión. Cuando uno piensa que durante diez días la gente no salga de las casas, lo que estás diciendo es que cines y teatros no van a funcionar, espectáculos ya no existen, restaurantes van a caer, las producciones no van a tener operarios. Por todo eso hay que buscar mecanismos de compensación, porque esa gente se va a morir de hambre. Lo que hace falta es garantizar el salario del que se queda en casa y garantizar créditos muy blandos para que el que deja de producir pueda sobrevivir".

Pero a diferencia de la crisis de 2008, ahora la Argentina está en medio de una fuerte recesión y tiene menos herramientas para enfrentar la tormenta.


Más contenido útil para protegernos del coronavirus

Apps, consejos de expertos y de lectores de RED/ACCIÓN: todo para hacer home office en la era del coronavirus

Recomendaciones de aplicaciones y consejos que podés tener en cuenta si tenés que hacer home office, recomendaciones de apps para poder ver series o películas con tus amigos sin romper el aislamiento y la historia de las empresas de tecnología que se unieron para luchar contra la desinformación relacionada al virus.

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Este contenido contó con la participación de lectores y lectoras de RED/ACCIÓN

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Apps recomendadas y consejos para hacer home office. Durante la semana muchas personas se vieron, de un día para el otro, trabajando desde la casa un poco apabulladas por estar viviendo una situación que hasta ese momento nunca habían atravesado. Por ese motivo escribí un artículo para brindar consejos y recomendar apps que permitieran hacerle la vida más fácil a esas personas. Hablé con tres expertos: Pablo M. Fernández y Martina Rua, autores de La fábrica del tiempo y expertos en home office, y Guillermo Bracciaforte, CEO y cofundador de Workana, plataforma que conecta freelancers con empleadores.

  • En el artículo recomendé Skype para hacer videoconferencias; Trello para organizar tareas de equipos grandes; Dropbox como disco rígido virtual para compartir archivos; CamScanner para escanear documentos con la cámara del smartphone; WhatsApp para comunicación entre equipos; Toggl para medir el tiempo que utilizás para cada tarea particular; Microsoft To-Do para hacer listas de tareas; y Google Docs para editar documentos online entre diferentes personas.

Rua, Fernández y Bracciaforte también hicieron sus recomendaciones:

  • Vestirse para trabajar. Si usás el pijama todo el día entrás en un loop eterno en el que no tenés claro cuándo estás haciendo tu trabajo y cuándo estás descansando. Los expertos recomiendan vestirse como si fueras a la oficina.
  • Generar una rutina. Determinar un horario para trabajar y otro para descansar. Es clave para que no se diluya el límite entre lo laboral y personal y termines trabajando durante todo el día.
  • Avisarle a la familia o amigos. Dentro de lo posible, explicarle a las personas con las que convivís que en determinado rango horario estás trabajando como si estuvieras en la oficina. De otra manera, las interrupciones constantes te generarán malestar y complicaciones a la hora de terminar tus tareas.
  • Probar, medir, corregir. No está mal encontrarse con situaciones que no te funcionan porque cada familia y hogar es diferente. Por ese motivo es clave que hagas pruebas, midas si te funcionaron y, si no es así, modificarlas.

Consejos de los lectores de RED/ACCIÓN:

  • Elizabeth Sánchez dijo que siempre está buscando nuevas apps que le alivien el trabajo de hacer teletrabajo. Ella, en su caso, usa Google Drive para almacenar archivos, Asana para organizar trabajos entre grupos grandes de trabajo, WhatsApp y Telegram para chatear con sus compañeros o clientes y LightShot para sacar capturas de pantalla de una manera simple y rápida.
  • Jorge Rojas sugirió Zoom para hacer videollamadas. “Es lo más recomendable hoy en día por la calidad y la cantidad de personas conectadas” que permite, explicó.
  • Finalmente Martín dijo que trabaja en relación de dependencia y dos veces por semana hace home office: “Desde mi lado puedo aconsejar trabajar en un lugar cómodo y mantener el orden en la casa. Cortar para comer” y no olvidarse de hacer las tareas del hogar.

Si hay algo que necesites hacer en tu trabajo que sea muy particular y no podés resolverlo con ninguna de estas apps o consejos, no dudes en escribirme. No hace falta más que contestes este correo. Yo te puedo a ayudar.

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Ver series y películas con amigos y familiares a la distancia. Como sabemos, el aislamiento social es la mejor manera de frenar la pandemia. El problema es que estamos acostumbrados a estar en contacto con otras personas. Luciana Coraggio entrevistó a una experta en trastornos de pánico y ansiedad que dio una serie de consejos para sufrir menos estar alejado de nuestros amigos y parientes, y desde FUTURO tenemos una página y una extensión de Chrome que pueden ayudarte...

  • &chill. Se trata de un servicio que simula ser una sala de cine que permite ver videos de YouTube con amigos. Lo único que tenés que hacer es entrar a la web, crear una sala, elegir un lugar para sentarte, tocar el botón de “playlist” y pegar el video. Después solo resta compartir el enlace para que todos vean el clip al mismo tiempo. Además, también se podrá comentar a través de un chat interno.
  • Netflix Party. Es una extensión disponible para Chrome que permitirá que veas contenidos de la plataforma de streaming en simultáneo con otros usuarios. Se activará cuando le des play a una serie o película.

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Especial coronavirus. En los últimos días todos los periodistas que forman parte de RED/ACCIÓN trabajaron en contenidos relacionados a la epidemia. Podés chequear no solo la portada del medio, sino también la cuenta de Instagram, Twitter, Facebook y YouTube.

Algunos de los contenidos que podrían interesarte:

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Facebook, Google, Microsoft, Reddit y Twitter trabajan juntos contra la desinformación. Es un momento complejo para estar en redes sociales. Por la pandemia surgieron una cantidad inmensa de fake news y desinformación y, por suerte, las plataformas tecnológicas más importantes están trabajando no solo en conjunto sino también con entidades oficiales relacionadas a la salud para poder combatirlas.

  • El comunicado. “Estamos ayudando a millones de personas a estar conectadas mientras que combatimos conjuntamente el fraude y la desinformación sobre el virus. Invitamos a otras compañías a unirse mientras trabajamos para mantener nuestras comunidades saludables y seguras”, informaron en un comunicado que fue publicado de manera conjunta.
  • Zuckerberg y Pichai. Esta semana el fundador de Facebook dijo que en el caso de una pandemia es mucho más fácil teclear la desinformación porque no hay grises, mientras que Sundar Pichai, CEO de Google, envió un memo interno a todos los empleados donde dijo que era un momento clave para la empresa.

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La situación de las mujeres en Internet. La World Wide Web cumplió 31 años y, como siempre, su creador publicó una carta donde cuenta un poco cómo observa que se encaminó su creación. Como podrás imginártelo, Tim Berners-Lee, explicó que la red no es un lugar que le esté sirviendo a mujeres y niñas.

  • Acoso y discriminación. El creador de la WWW dijo que si bien ve que se lograron “importantes avances de cara a la igualdad de género” gracias al trabajo que hicieron feministas y diferentes colectivos, le “preocupa mucho que los peligros a los que se enfrentan mujeres y niñas en la web amenacen ese progreso”. Sobre todo el de “las niñas de grupos minoritarios, las de las comunidades LGBTQ+ y de otros grupos marginalizados”.

Berners-Lee considera tres aspectos preocupantes:

  1. Que una gran cantidad de mujeres no están conectadas a internet y tienen, sobre todo en países en vías de desarrollo, menos posibilidades de conectarse que hombres.
  2. Las que sí están conectadas pero no seguras. Una investigación de la Web Foundation reveló que más de la mitad de las mujeres jóvenes encuestadas experimentaron violencia en internet.
  3. Discriminación tecnológica que muchas veces no se percibe. Se refiere sobre todo sistemas de inteligencia artificial y los sesgos que discriminan a las mujeres y acentúan las desigualdades existentes.

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Se filtra un memo interno de TikTok: discriminación y censura. Se trata de la red social del momento. Todos los centennials están como locos hablando de ella y generando contenidos constantemente intentando volverse famosos dentro de la plataforma. Pero la filtración de una carta para moderadores revela datos de censura y discriminación que son vergonzosos.

  • Contra la “pobreza” y “fealdad”. La compañía le ordenó a sus moderadores que eviten que las personas “feas” o que grabaron videos en “barrios marginales” o “viviendas en mal estado” hagan que sus publicaciones sean promocionadas en la sección “Para usted”, que es la sección dentro de la app que le muestra videos a, potencialmente, millones de usuarios y permite que se viralicen contenidos. “Si la apariencia de la persona o el entorno de grabación no es bueno, el video será mucho menos atractivo, no merece ser recomendado a nuevos usuarios”, se lee en la guía para moderadores.
  • ¿Qué dice la empresa? En una declaración sin demasiado sentido, un vocero confirmó que las políticas estuvieron en funcionamiento en un momento para “intentar prevenir el acoso”, pero que ya dejaron de utilizarse.

Llegamos al final de FUTURO. Espero que estés bien y que la semana que viene nos encuentre con mejores noticias. Te mando un abrazo y, como siempre, no dudes en escribirme si querés recomendarme una app o pedirme que toque alguna noticia tecnológica en la newsletter.

Que tengas un buen fin de semana.

Axel

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Actualidad | 23 de marzo de 2020

Antivirales y vacunas: la ayuda para frenar al coronavirus está en camino

Una semana después de que China notificara a la OMS los primeros casos de una neumonía severa de origen desconocido, se identificó el agente causante: el nuevo coronavirus SARS-CoV-2. Unos días después ya estaba disponible su genoma. En poco menos de tres meses disponemos de más de 970 artículos científicos en la base de datos PubMed.

Conocer la biología del virus facilita el diseño de estrategias terapéuticas (antivirales) y preventivas (vacunas). Sabemos que su genoma tiene una similitud del 79 % con el del SARS. Sabemos que la llave de entrada del virus a la célula es la proteína S, y la cerradura en la célula el receptor ACE2.

La proteína S de SARS-CoV-2 tiene una similitud de un 76 % con la de su pariente el SARS, y una mayor afinidad por el receptor ACE2. Esto podría explicar por qué el nuevo coronavirus es más contagioso y transmisible que el SARS. La entrada del virus está además facilitada por una proteasa de la propia célula, que se denomina TMPRSS211.

Hay otros genes importantes del SARS-CoV-2 que actúan cuando el virus ya está dentro de la célula. Son el de la ARN polimerasa (RdRp), una enzima que replica el genoma del virus, y los de las proteasas C3CLpro y PLpro, que intervienen en el procesamiento de las proteínas virales. Estos genes tiene una similitud con los del SARS de un 95, 95 y 83 %, respectivamente.

Figura 1. Genoma, estructura y replicación de los coronavirus SARS y MERS. Nature

En estos tres meses escasos ya hay varias propuestas terapéuticas y vacunas contra el nuevo coronavirus. Jamás la ciencia había avanzado tanto en tan poco tiempo para combatir una epidemia. Muchas de las propuestas vienen de grupos de investigación que llevaban años trabajando contra otros virus, especialmente contra los del SARS y MERS. Todo ese conocimiento acumulado ha permitido ahora ir a una velocidad nunca antes vista.

Terapias antivirales para curar

Conocer con detalle el genoma del virus y cómo se multiplica dentro de las células nos permite proponer antivirales que lo bloqueen e inhiban su multiplicación.

  • Inhibir la entrada del virus.

La cloroquina se ha empleado durante años contra la malaria. Se sabe que esta droga (disponible y barata) es también un potente antiviral porque bloquea la entrada del virus a la célula. Por ese motivo existen varios grupos de investigación interesados en ver si es efectiva para reducir la carga viral en pacientes con SARS-CoV-2

Algunos de los virus que están rodeados con una envoltura, como el SARS-CoV-2, entran al interior de la célula por endocitosis formando una pequeña vesícula. Una vez dentro, una bajada de pH promueve que se fusionen la envoltura del virus con la membrana de la vesícula que lo contiene, para así quedar libre en el citoplasma.

La cloroquina impide esa bajada de pH, lo que inhibiría la fusión de las membranas para evitar la entrada del virus al citoplasma celular. De momento se ha visto que la hidroxicloroquina, un derivado menos tóxico, inhibe la replicación del SARS-CoV-2 in vitro en cultivos celulares.

No es la única propuesta que se está ensayando. El barcitinib, un antiinflamatorio aprobado para tratar la artritis reumatoide, podría inhibir la endocitosis del virus. El mesilato de camostat, un fármaco aprobado en Japón para su uso en la inflamación del páncreas, inhibe la proteasa celular TMPRSS2 necesaria para la entrada del virus. Se ha comprobado que este compuesto bloquea la entrada del virus en las células pulmonares.

  • Inhibir la ARN polimerasa viral.

Uno de los antivirales más prometedores contra el SARS-CoV-2 es el remdesivir, un análogo de nucleótidos inhibidor de la ARN polimerasa viral, que impide que el virus se multiplique dentro de la célula.

Ya se ha empleado contra el SARS y MERS y se ensayó con éxito en las últimas epidemias de ébola, y contra otros virus con genoma ARN. Es, por tanto, un antiviral de amplio espectro. Ya están en curso al menos doce ensayos clínicos en fase II en China y en EE. UU., y ha comenzado otro en fase III con 1 000 pacientes en Asia.

Otro inhibidor de amplio espectro de la ARN polimerasa viral que ya ha comenzado ensayos clínicos es el favipiravir: los primeros resultados con 340 pacientes chinos han sido satisfactorios. El fármaco ha sido aprobado para inhibir al virus de la gripe y ensayado contra otros virus ARN.

  • Inhibidores de las proteasas.

La combinación de ritonavir y lopinavir se ha sugerido que podría inhibir las proteasas del SARS-CoV-2. Estos compuestos ya se usan para tratar la infección por el VIH.

El lopinavir es un inhibidor de la proteasa del virus, que se degrada fácilmente en la sangre del paciente. El ritonavir actúa como protector e impide la descomposición del lopinavir, por eso se administran de manera conjunta.

Por desgracia, se acaba de publicar un artículo con 199 pacientes que demuestra que el tratamiento con ritonavir/lopinavir no es efectivo contra el coronavirus.

No obstante, la buena noticia es que hay al menos 27 ensayos clínicos con distintas combinaciones de tratamientos antivirales como interferón alfa-2b, ribavirina, metilprednisolona y azvudina.

De momento son tratamientos experimentales, pero que suponen una esperanza para los casos más graves y severos.

Vacunas para el futuro

La otra estrategia para controlar al virus son las vacunas. Recordemos que son preventivas: se desarrollan ahora para protegernos de la siguiente oleda del virus, si es que vuelve. La OMS tiene una lista de al menos 41 candidatos.

Quizá una de las más avanzadas es la propuesta china, una vacuna recombinante basada en vectores de adenovirus con el gen S de SARS-CoV-2, que ha sido ensayada ya en monos y se sabe que produce inmunidad. Se va a comenzar un ensayo clínico fase I con 108 voluntarios sanos, entre 18 y 60 años de edad, en los que se probaran tres dosis distintas. El objetivo es comprobar la seguridad de la vacuna (si hay efectos secundarios), y probar qué dosis induce una mayor respuesta de anticuerpos.

Otras propuestas están siendo promovidas por el CEPI, una asociación internacional en la que colaboran organizaciones públicas, privadas, civiles y filantrópicas para desarrollar vacunas contra epidemias futuras. En este momento financia ya ocho proyectos de vacunas contra el SARS-CoV-2 que incluyen vacunas recombinantes, de proteínas y de ácidos nucleicos.

Veamos cuáles son:

  • Vacuna recombinante con el virus de sarampión (Instituto Pasteur, Themis Bioscience y Universidad de Pittsburg).

Se trata de una vacuna construida en un virus vivo atenuado o defectuoso del sarampión, que se emplea como vehículo y que contiene un gen que codifica una proteína del virus SARS-CoV-2.

De esta forma, el virus vector presenta directamente el antígeno del SARS-CoV-2 al sistema inmune para inducir una respuesta protectora. Este consorcio ya tiene experiencia en vacunas similares contra el MERS, VIH, fiebre amarilla, virus del Nilo occidental, dengue y otras enfermedades emergentes. Está en fase preclínica.

  • Vacuna recombinante con el virus de la gripe (Universidad de Hong Kong).

Se trata también de una vacuna viva que emplea como vector un virus de la gripe atenuado, al que se le ha quitado el gen de virulencia NS1, y que por tanto no es virulento.

A este virus vector se le añade un gen del virus SARS-CoV-2. Esta propuesta tiene algunas ventajas: podría combinarse con cualquier cepa de virus de la gripe estacional y servir así como vacuna antigripal, puede fabricarse de forma rápida en los mismos sistemas de producción ya existentes para las vacunas contra la gripe, y podrían emplearse como vacuna intranasal vía spray. Está en fase preclínica.

  • Vacuna recombinante que emplea como vector el adenovirus de chimpancé Oxford, ChAdOx1 (Jenner Institute, Universidad de Oxford).

Este vector atenuado es capaz de portar otro gen que codifique para un antígeno viral. Se ha ensayado en voluntarios con modelos para el MERS, gripe, chikunguña y otros patógenos como malaria y tuberculosis.

Esta vacuna puede fabricarse a gran escala en líneas celulares de embriones de aves. El adenovirus recombinante lleva el gen de la glicoproteína S de SARS-CoV-2. Está en fase preclínica.

  • Vacuna de proteína recombinante obtenida por tecnología de nanopartículas (Novavax).

Esta empresa ya tiene en fase clínica III vacunas contra otras infecciones respiratorias como gripe para adultos (Nano-Flu) y virus respiratorio sincitial (RSV-F) y ha fabricado vacunas contra el SARS y el MERS.

Su tecnología se basa en producir proteínas recombinantes que se ensamblan en nanopartículas y que se administra con un adyuvante propio, Matrix-M. Este compuesto (una mezcla de saponinas de origen vegetal, colesterol y fosfolípidos) es un inmunógeno bien tolerado capaz de estimular una potente y duradera respuesta inmune inespecífica. La ventaja es que de esta forma se reduciría el número de dosis necesaria (se evitaría así la revacunación). Está en fase preclínica.

  • Vacuna de proteína recombinante (Universidad de Queensland).

Consiste en crear moléculas quiméricas capaces de mantener la estructura tridimensional original del antígeno viral. Utilizan la técnica denominada “pinza molecular”, que permite producir vacunas empleado el genoma del virus en un tiempo récord. Está en fase preclínica.

  • Vacuna mRNA-1273 (Moderna).

Se trata de una vacuna formada por un pequeño fragmento de ARN mensajero con las instrucciones para sintetizar parte de la proteína S del SARS-Co-V. La idea es que una vez introducido en nuestras células, sean estas mismas las que fabriquen esa proteína, que actuaría como antígeno y estimularía la producción de anticuerpos. Está ya en fase clínica y se ha comenzado a ensayar en voluntarios sanos.

  • Vacuna de ARN mensajero (CureVac).

Se trata de una propuesta similar, con moléculas de ARN mensajero recombinantes que sean fácilmente reconocidas por la maquinaria celular y produzcan grandes cantidades de antígeno. Se empaquetan en nanopartículas lipídicas u otros vectores. En fase preclínica.

  • Vacuna DNA INO-4800 (Inovio Pharmaceuticals).

Se trata de una plataforma que fabrica vacunas sintéticas con ADN del gen S de la superficie del virus. Ya habían desarrollado un prototipo contra el MERS (la vacuna INO-4700) que se encuentra en fase II.

Recientemente publicaron los resultados de la fase I con esta vacuna INO-4700 y comprobaron que era bien tolerada y producía una buena respuesta inmune (altos niveles de anticuerpos y buena respuesta de células T, mantenida durante al menos 60 semanas después de la vacunación). En fase preclínica.

Todavía hay más

La propuesta española acaba de recibir financiación exprés por parte del Gobierno español. Se trata de la vacuna del grupo de Luis Enjuanes e Isabel Sola, una vacuna viva atenuada que puede resultar más fácil de fabricar y ser mucho más inmunogénica (mayor capacidad de estimular el sistema inmune).

En este caso, la idea es, a partir del genoma ARN de virus, retrotrascribirlo a ADN, y sobre esta réplica construir mutantes que no sean virulentos. En definitiva, fabricar una copia del virus alterada que sea incapaz de producir la enfermedad, pero que sirva para activar nuestras defensas.

Todavía no existe ningún antiviral ni una vacuna específica contra el SARS-Cov-2 aprobadas . Todas estas propuestas de antivirales y vacunas están en fase experimental. Algunas no funcionarán, pero las posibilidades de acertar son muchas.

Se acaba de publicar, además, una revisión de todo el arsenal terapéutico y vacunas en fase de investigación y desarrollo contra otros coronavirus humanos, como el SARS y el MERS.

Existen más de 2 000 patentes relacionadas con los coronavirus SARS y MERS. El 80 % sobre agentes terapéuticos, el 35 % sobre vacunas y el 28 % sobre técnicas diagnósticas (una patente puede cubrir varios aspectos, por eso el total suma más del 100 %).

En esa lista hay varios cientos de patentes de anticuerpos, citoquinas, terapias ARN de interferencia y otros interferones que están en fase de investigación y desarrollo para los coronavirus SARS y MERS, y que muy bien podrían funcionar contra el nuevo SARS-CoV-2.

También hay varias decenas de patentes sobre posibles vacunas contra SARS y MERS de las que nos podemos beneficiar para combatir el SARS-CoV-2. Son vacunas de todo tipo: vacunas muertas inactivas, vivas atenuadas, vacunas ADN, de ARN mensajero y VLP. Todo esto pone de manifiesto que hay una inmensa cantidad de conocimiento científico que permitirá agilizar ensayos clínicos y experimentales para combatir este virus.

Ciencia y la solidaridad

La OMS ha hecho público un consorcio internacional, denominado Solidarity, cuyo objetivo es buscar un tratamiento eficaz con COVID-19. De momento participan Argentina, Bahréin, Canadá, Francia, Irán, Noruega, Sudáfrica, España, Suiza y Tailandia, y está previsto que cada vez sean más las naciones que se unan en este proyecto de gran ensayo clínico mundial.

No cabe duda: es el momento de la ciencia y la solidaridad.

Ignacio López-Goñi es Catedrático de Microbiología, Universidad de Navarra

© The Conversation. Republicado con permiso.


Más contenido útil para protegernos del coronavirus

Coronavirus | 31 de marzo de 2020

Imagen de Free-Photos en Pixabay

Pensar la crisis: 15 reflexiones en torno a la pandemia del coronavirus

01. Alain Touraine

Hacia una sociedad de servicios entre humanos 

“Me extrañaría mucho que en los diez años que vienen no hubiese catástrofes ecológicas importantes, y los diez últimos años se han perdido. Atención, las epidemias no lo son todo. Y creo que entramos en un nuevo tipo sociedad: una sociedad de servicios, como decían los economistas, pero de servicios entre humanos. Esta crisis empujará hacia arriba la categoría de los cuidadores: no pueden seguir estando mal pagados. Al mismo tiempo, con estas crisis hay posibilidades de que un choque económico produzca reacciones que llamo de tipo fascista. Pero no me gustaría hablar demasiado del futuro, prefiero centrarme en el presente.”

—De la entrevista al sociólogo francés, “Esta crisis va a empujar hacia arriba a los cuidadores”, en El País.

—Alain Touraine es francés, sociólogo, director de investigación del École des Hautes Études en Sciences Sociales.

02. Hamurabi Noufouri

La amenaza encuentra en el racismo un aliado natural

“Hoy más que nunca, necesitamos una conciencia de pertenencia recíproca a una misma especie y Casa común, que nos permita enfrentar a la especie que ahora amenaza la existencia de la nuestra y que encuentra en el racismo a un aliado natural, porque destruye la cohesión social y solidaridad intercultural indispensables para aplicar la última línea de defensa de la que disponemos hasta el momento: el invento árabe de la Cuarentena.”

—De la columna Los tres inventos árabes que usaron los chinos contra el coronavirus, en Clarín.

—Hamurabi Noufouri es argentino, Director del Doctorado en Diversidad Cultural de la Universidad Nacional de Tres de Febrero.

03. Judith Butler

La desigualdad radical encuentra formas de reproducir su poder

“El virus no discrimina. Podríamos decir que nos trata por igual, nos pone igualmente en riesgo de enfermar, perder a alguien cercano y vivir en un mundo de inminente amenaza. Por cierto, se mueve y ataca, el virus demuestra que la comunidad humana es igualmente frágil. Al mismo tiempo, sin embargo, la incapacidad de algunos estados o regiones para prepararse con anticipación, el refuerzo de las políticas nacionales, el cierre de las fronteras y la llegada de empresarios ansiosos por capitalizar el sufrimiento global, todos dan testimonio de la rapidez con la que la desigualdad radical, que incluye el nacionalismo, la supremacía blanca, la violencia contra las mujeres, las personas queer y trans, y la explotación capitalista encuentran formas de reproducir y fortalecer su poderes dentro de las zonas pandémicas. Esto no debería sorprendernos.”

—De la columna Capitalism Has its Limits, en Verso. (Original en inglés). Traducción en La Vaca.

—Judith Butler es una filósofa posestructuralista estadounidense, autora de numerosos libros sobre género.

04. Frank Snowden

No proveerle acceso a la atención médica a todos en el mundo es un error

“Esta pandemia demostró de manera definitiva que no proveerle acceso a la atención médica a todos en el mundo es un error, además de por motivos morales, porque le impide a la ciencia saber dónde están las nuevas enfermedades. Es ponerle una venda al servicio de salud del que dependemos. También creo que quedó claro que es mucho más costoso abordar una epidemia cuando ya es una emergencia que como un riesgo a prevenir. ¡Debemos montar sistemas que estén preparados para no afrontar luego los dilemas éticos que se plantean ahora sobre quiénes deben acceder a un respirador automático y si la prioridad debe tenerla un mayor, un joven o un profesional de la salud!”

—De la entrevista “Las epidemias son como mirarse al espejo de la humanidad, y puedo decir que no todo es bello”, por Hugo Alconada Mon, en La Nación.

—Frank Snowden es profesor emérito de Historia de la Medicina en la Universidad de Yale, autor de varios libros sobre epidemias.

05. Elvira Lindo

Una denuncia de la brutalidad humana 

“¿Cómo saldremos de esta? ¿Admitiremos que hay que controlar el consumo? ¿Asumiremos la necesidad de la producción cercana de los alimentos? ¿Viajaremos menos? ¿Seguiremos defendiendo nuestra sagrada libertad por encima de todo? La traductora Marta Rebón nombraba estos días, con mucho acierto, al médico escritor Antón Chéjov. El tío Vania es, entre otras cosas, una denuncia de la brutalidad humana: ‘Hay cada vez menos bosques, se secan los ríos, la fauna está casi exterminada, el clima se ha deteriorado, y con cada día que pasa la tierra es más pobre y más fea’. Él lo sabía ya, en 1899.”

—De la columna El mundo sin nosotros, en El País.

—Elvira Lindo es una escritora y periodista española, frecuente colaboradora de varios medios.

06. Alain Badiou

Las redes y la propagación de la parálisis

“Por cierto, mostraremos con valentía, públicamente, que las llamadas ‘redes sociales’ muestran una vez más que son primero, además del hecho de que engordan a los multimillonarios más grandes del momento, un lugar de propagación de la parálisis. Bravuconería mental, rumores incontrolados, el descubrimiento de ‘novedades’ antediluvianas, cuando no es fascinante oscurantismo.

Démosle crédito, incluso y sobre todo confinado, solo a las verdades verificables de la ciencia y a las perspectivas fundadas de una nueva política, de sus experiencias localizadas como de su objetivo estratégico.”

—De la columna, Sobre la situación epidémica, en Lobo Suelto.

—Alain Badiou es un filósofo, dramaturgo y novelista francés.

07. Michael Marder

Aprender a vivir en una realidad viral

“Nos guste o no, todos somos anfitriones de elementos que son ajenos a nosotros en todos los niveles de existencia. Además, siempre existe el riesgo de que los ‘anfitriones’ se vean perjudicados por los que alojan. Este riesgo es inevitable. En lugar de evocar los espectros de los Estados-nación soberanos y los individuos autónomos, necesitamos aprender a vivir en un mundo que está interconectado no solo etérea o idealmente, a través de tecnologías de comunicación, sino también materialmente, a través del contacto directo incorporado. En resumen, debemos aprender a vivir en una realidad que, en cualquier momento, puede volverse viral.”

—De la columna The Coronavirus Is Us, en el New York Times. (En inglés)

 —Michael Marders es un profesor de filosofía vasco, investigador en la Ikerbasque.

08. Alan Rusbridger

En nuestro aislamiento, estamos redescubriendo la comunidad

“Si este es el peor momento, también es el mejor. En nuestra ansiedad, estamos obteniendo profundas reservas de fuerza de los demás. En nuestro aislamiento, estamos redescubriendo la comunidad. En nuestra confusión, estamos repensando en quién confiamos. En nuestra fragmentación, estamos redescubriendo el valor de las instituciones. Cada uno elige su propia narrativa o metáfora. Si esto parece estoicismo puro, puede ser. Otros encuentran que ayuda imaginar un mundo refundado a través de redes virtuales.”

—De la columna Amid our fear, we’re rediscovering utopian hopes of a connected world, en The Guardian. (En inglés)

—Alan Rusbridger es un editor inglés, investigador en Oxford y ex director de The Guardian. 

09. Yuval Noah Harari

No hay ningún adulto en la habitación

“Hoy hay muy poca cooperación mundial y no existe un liderazgo. En los últimos años, políticos irresponsables han socavado deliberadamente la confianza en la ciencia y en la cooperación internacional. Ahora estamos pagando el precio. No hay ningún adulto en la habitación. Uno habría esperado ver hace semanas una reunión de emergencia de los líderes mundiales para elaborar un plan de acción común y combatir la epidemia y la crisis económica. Pero los líderes del G-7 se las arreglaron para no organizar una videoconferencia hasta esta semana, y ni siquiera salió de ahí un plan de este tipo.”

—De la entrevista “La mejor defensa contra los patógenos es la información”, por Guillermo Altares, en La Nación.

—Yuval Noah Harari es un historiador y escritor israelí, profesor en la Universidad Hebrea de Jerusalén, autor de Sapiens, Homo Deus y 21 lecciones para el siglo XXI, entre otros libros.

10. Gabriel Palumbo

La tentación autoritaria 

“Sobran los ejemplos de actores sociales, políticos y culturales que han dado muestras en estos últimos días de un entusiasmo por la autoridad y el control muy alarmantes, acompañando fervorosamente la aplicación de cuanta normativa vaya en contra de la individualidad y de la libertad. Si bien el justificativo es potente y la preocupación no debe minimizarse, hay que decir que no hay nada que justifique en términos teóricos y prácticos que la coacción es más eficaz que la colaboración. Sin embargo, la tentación generalizada de encontrar virtud en la dimensión más autoritaria de la agencia estatal se encuentra entre nosotros  a flor de piel y se cuela ante el más mínimo de los resquicios.”

—De la columna Precisiones sobre algo incierto, en Perfil.

—Gabriel Palumbo es analista político, Coordinador general de la Casa de la Cultura Victoria Ocampo.

11. Slavoj Zizek

El virus de pensar una sociedad alternativa

“El coronavirus es un golpe al capitalismo del estilo ‘Kill Bill’ y podría conducir a la reinvención del comunismo. También ha desencadenado grandes epidemias de virus ideológicos que estaban latentes en nuestras sociedades: noticias falsas, teorías de conspiración paranoicas, explosiones de racismo. (...) Pero quizás otro virus ideológico, y mucho más beneficioso, se propagará y con suerte nos infectará: el virus de pensar en una sociedad alternativa, una sociedad más allá del estado-nación, una sociedad que se actualiza a sí misma en las formas de solidaridad y cooperación global.”

—De la columna, “Coronavirus is ‘Kill Bill’...”, en RT. (En inglés)

—Slavoj Zizek es un filósofo, sociólogo, psicoanalista y crítico cultural esloveno. Es director internacional del Instituto Birkbeck de Humanidades de la Universidad de Londres.

12. Luigi Zoja

Somos una multitud acéfala frente a la pantalla

“Desafortunadamente, hoy nuestro horizonte temporal se ha reducido seriamente: no solo no pensamos en términos de siglos, sino que la idolatría de los asuntos efímeros puede, indirectamente, aunque poderosamente, hacer que descuidemos las advertencias de la OMS como propias de un pasado manzoniano rancio. Todos de repente nos encontramos juntos en la plaza virtual, que ofrece la televisión o la pantalla de la computadora. Frente a ella somos una multitud acéfala, que por esa misma razón debería encontrar una guía en las autoridades y en los medios de comunicación.”

—De la columna Nuevas notas sobre el pánico, en Clarín.

—Luigi Zoja es es un psicoanalista junguiano y escritor italiano. 

13. Robin Wright

La conexión humana puede salvar nuestra cordura

“Durante el siglo pasado, la vida humana se ha centrado cada vez más en el dinero y las pertenencias materiales, lo que, especialmente con la tecnología, condujo al abandono de las relaciones humanas. Ahora que de repente estamos atrapados en casa, la mejor manera de sobrevivir, psicológica y biológicamente, es interactuar con las personas por cualquier medio disponible. Incluso mientras observaba la cuarentena, he escuchado de amigos que no he visto en décadas, y, en un caso, cuarenta y cinco años. ‘La soledad es una experiencia que no elegimos. Siempre es doloroso’, dice Ami Rokach, psicólogo de la York University en Canadá. ‘ Estar juntos puede fortalecer nuestros lazos interpersonales al ilustrar que la conexión humana puede ayudar a proteger nuestra salud y salvar nuestra cordura’.

—De la columna How Loneliness from Coronavirus Isolation Takes Its Own Toll, en The New Yorker. (En inglés)

—Robin Wright es una periodista americana, autora de varios libros.

14. Beatriz Sarlo

El suspenso de no saber si me va a tocar o no

“¿A quién va a tocarle? Me han hecho muchas preguntas durante estos días de confinamiento. Algunas de ellas me obligaron a pensar si siento miedo o si lo que me tiene atada a las noticias del presente es el suspenso de no saber si me va a tocar o no. Probablemente, si supiera con certeza que va a tocarme, me dispondría a la despedida, ya que mi edad hace aconsejable esa actitud realista. Pero no lo sé con certeza. Por lo tanto, lo que prevalece en mi ánimo son los efectos del suspenso, porque no sé si marcharé con los condenados o los salvados.”

—De la columna Suspenso, en Perfil.

—Beatriz Sarlo es una ensayista, escritora y periodista argentina en el ámbito de la crítica literaria y cultural.

14. David Whyte

La vulnerabilidad, y la comprensión del dolor de los otros

“La vulnerabilidad no es una debilidad, una indisposición pasajera o algo de lo que podemos prescindir. La vulnerabilidad no es una opción. La vulnerabilidad es la perdurable corriente subterránea, siempre presente, de nuestro estado natural. Querer escapar de la vulnerabilidad es querer escapar de lo que es esencial en nuestra naturaleza; intentar ser invulnerable es probar vanamente de convertirnos en algo que no somos y, más especialmente, de cerrarnos la puerta a la comprensión del dolor de los otros”.

—Cita incluida en la columna Vulnerabilidad, por David Carabén, en La Vanguardia.

—David Whyte es un poeta inglés.

Opinión | 6 de abril de 2020

El dilema del protocolo: cuando los médicos tienen que decidir a quiénes no pueden salvar

La pandemia del COVID-19 ha saturado el sistema sanitario en muchos países. Muchos médicos se han enfrentado a decisiones especialmente difíciles, teniendo que elegir a qué pacientes podían dedicar los limitados recursos.

En un artículo publicado en “The New England Journal of Medecine”, Lisa Rosenbaum describe la angustia moral de los médicos y su vergüenza a la hora de dar los criterios utilizados para realizar la selección de los pacientes. Para ayudar a los médicos en estas situaciones el Colegio Italiano de Anestesia, Analgesia, Reanimación y Cuidados Intensivos (SIAARTT) ha elaborado un documento que contiene criterios de prioridad entre los pacientes.

Asociaciones de otros países (Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos) se preparan o están preparadas para afrontar la saturación de sus sistemas sanitarios.

En particular, la Sociedad Española de Medicina Intensiva Critica y Unidades Coronarias (Semicyuc) ha publicado sus recomendaciones éticas para la toma de decisión en la situación excepcional de la crisis por pandemia COVID-19 en las unidades cuidados intensivos.

Una decisión dolorosa

La publicación de este tipo de documento es dolorosa: pone a la luz problemas que no tienen solución, decisiones que no nos gustaría tomar. Sin embargo, no se puede dejar a los médicos solos frente a estos dilemas. Se les ha formado para salvar vidas, no para tomar estas decisiones. Conocen y practican el protocolo de urgencia que consiste en priorizar los pacientes más graves.

A cambio, si los recursos sanitarios escaseasen tendrían que aplicar uno que se acerca al protocolo militar. Ya no se trata de salvar cada paciente de manera individual sino de preservar la salud de la población en su conjunto. En este caso, el interés particular puede estar subordinado al interés colectivo.

Principios y criterios de los protocolos

Se pueden utilizar dos grandes principios para realizar el protocolo: el utilitarismo y el igualitarismo. De manera general, se puede decir que el utilitarismo tiene por objetivo salvar el mayor número de pacientes o el mayor número de años, mientras que el igualitarismo intenta tratar a todos los pacientes de manera igual.

Si se sigue el principio de igualitarismo, se pueden aplicar los siguientes criterios:

  • El primero en llegar es el primero en ingresar (colas).
  • Determinar por lotería la prioridad de los pacientes.
  • Dar prioridad al peor: o bien a quien está en las peores condiciones o bien a quien todavía no ha vivido todos los ciclos de la vida (en este caso el más joven).

Otros criterios se aplican con el principio de utilitarismo:

  • Dar prioridad a los pacientes que necesitan pocos recursos en comparación con los beneficios que sacarán del tratamiento.
  • Dar prioridad a los que se beneficiarán del tratamiento más años (y en mejor estado de salud).
  • Dar prioridad a los individuos que son imprescindibles en dicha coyuntura (personal sanitario, de limpieza…).
  • Dar prioridad a los individuos que tienen la mayor utilidad social.

En circunstancias normales el principio que prevalece es el igualitarismo: se aplica generalmente el criterio: “el primero en llegar, el primero en ingresar” o se da prioridad a quien está en las peores condiciones. Cuando los recursos sanitarios no permiten tratar a todos los pacientes se pueden cuestionar estos criterios. Dar la prioridad a la persona en las peores condiciones puede significar condenar a otra que tiene mucha más posibilidad de sobrevivir. En estas condiciones se puede justificar el principio utilitarista.

Literatura y recomendaciones

Según un ensayo dedicado a los protocolo en medicina, los primeros grandes debates éticos tuvieron lugar en en los años 1970-1980 en Estados Unidos. En 1960 se abrió el primer centro de diálisis renal en Seattle. Un comité de selección fue encargado de elegir los diez primeros pacientes que iban a beneficiarse del novedoso y costoso tratamiento. El comité se componía de siete personas representativas de la sociedad. Los médicos no quisieron asumir solos “el papel de Dios”. La periodista Shana Alexander describe los argumentos de los miembros del comité en un artículo de 1962.

Médicos especialistas en ética como Douglas B. White o Elizabeth Lee Daugherty Biddison han propuesto procedimientos de protocolo en caso de emergencia sanitaria. Una de sus recomendaciones fundamentales es que el equipo de médicos que realiza el protocolo debe ser distinto del equipo de médicos que realiza el tratamiento. Uno de los objetivos es disminuir la angustia moral de los médicos. Otro es garantizar la imparcialidad.

Cuando se trata de racionar los recursos sanitarios no existe una buena solución. Todas las soluciones que implican alguna muerte siempre serán malas. Sin embargo, algunas son peores que otras. La responsabilidad de responder a estos dilemas éticos es de toda la sociedad, no exclusivamente del mundo médico. Estas reflexiones nos pueden ayudar a determinar los recursos que queremos dedicar a la sanidad pública. Y tendremos que actuar en consecuencia: el día de las elecciones y a la hora de rellenar la declaración de la renta.

Annick Laruelle es profesora de Fundamentos del Análisis Económico, Universidad del País Vasco

© The Conversation. Republicado con permiso.

Opinión | 9 de abril de 2020

Las verdaderas secuelas económicas del coronavirus

Los gobiernos en todo el mundo están implementando políticas monetarias y fiscales extremadamente expansivas para combatir las secuelas económicas de la pandemia de la COVID-19. Pero esa largueza es adecuada para una depresión de la vieja escuela, no para esta crisis por la salud pública.

Actualmente enfrentamos una disyuntiva entre el protocolo social y el colapso económico. Esto se debe a que gran parte de la actividad económica implica interacciones físicas entre la gente, como en el comercio minorista, los restaurantes, el turismo, el entretenimiento en vivo y la mayoría de los trabajos de oficina. Cuando aplicamos el distanciamiento social obligatorio, esa actividad se detiene abruptamente.

Peor aún, la COVID-19 es la primera pandemia que golpea a una economía mundial completamente integrada. La mayor parte de los bienes en la actualidad son producidos por las cadenas de aprovisionamiento mundial, donde las interacciones físicas en una ubicación están conectadas con interacciones físicas en otras. Cuando las interacciones físicas se detienen en un lugar, las secuelas económicas se sienten en muchos otros.

El mayor gasto gubernamental, menores impuestos y tasas de interés por el piso pueden ayudar a que la gente se mantenga a flote en el corto plazo, pero no estimulan la actividad productiva cuando no se puede trabajar. Tampoco implican necesariamente un refuerzo para el consumo al aumentar los ingresos de los nuevos desempleados, ya que la mayoría de las tiendas están cerradas y los servicios de entrega no logran satisfacer la explosión de la demanda.

El problema no es una caída generalizada de la demanda agregada, como ocurrió durante la Gran Depresión en la década de 1930, sino una drástica caída de la producción y el consumo de bienes y servicios que dependen de las interacciones físicas, combinada con un aumento semejante en la producción y el consumo de bienes y servicios que no requieren esas interacciones.

Por eso Amazon y Netflix experimentan una bonanza, pero los hoteles y restaurantes sufren una aguda crisis. De hecho, la pandemia ha causado un Gran Desequilibrio Económico: muchos sectores que dependen de los procesos existentes de producción y distribución están despidiendo trabajadores, mientras que otros no consiguen contratar los que necesitan.

Muchos gobiernos han anunciado medidas fiscales para mitigar el impacto económico de la pandemia, como pagar gran parte de los salarios de los trabajadores con licencia (como en el Reino Unido) o enviar a los contribuyentes un cheque de estímulo (como en Estados Unidos). Canadá, Dinamarca, Francia y otros países están pagando gran parte de los sueldos de las empresas, para que puedan seguir intactas.

Pero esas iniciativas buscan mantener los ingresos de empleos que han desaparecido, en vez de generar ingresos a partir de puestos de trabajo que aún no se han cubierto. Aunque las políticas de este tipo son adecuadas para combatir una depresión económica o cubrir una caída temporal de la demanda agregada, no solucionarán el Gran Desequilibrio Económico.

De hecho, sería irresponsable que los gobiernos formulen políticas basándose en el supuesto de que la actual pandemia es un evento temporal y único. Los responsables de las políticas no deben pensar que dar a los empleadores y empleados algún dinero para que se las arreglen hasta que regrese rápidamente la normalidad económica es suficiente.

Nadie sabe cuánto durará la pandemia. Si dura mucho, el Gran Desequilibrio Económico debería inducir a los gobiernos en todas partes a planificar un cambio estructural persistente. Apoyar los ingresos de empleos inexistentes dejará de ser una opción y ayudar a que la gente consiga nuevos trabajos deberá convertirse en algo primordial.

Si la pandemia es razonablemente corta, los gobiernos tendrán que asegurarse de que nunca más los sorprendan tan faltos de preparación como esta vez. Eso implica fortalecer la capacidad de recuperación de la economía ante los impactos de las pandemias, asegurándose de que la gente cuente con las habilidades necesarias para los nuevos trabajos.

Por lo tanto, independientemente de cuánto dure la pandemia, la organización de las actividades económicas deberá cambiar de manera fundamental. Pero, hasta ahora, los gobiernos no han estado a la altura del desafío.

Para entender el problema subyacente e identificar las políticas que lo solucionen, tenemos que desarrollar nuevas categorías de actividad económica. En especial, debemos dividir la producción y el consumo entre las actividades con interacción física (IF) y aquellas con desconexión física (DF).

La pandemia está reestructurando drásticamente las cadenas de aprovisionamiento mundial y el comportamiento de consumo en detrimento de las actividades con IF y en favor de las que tienen DF. Por ello, la principal tarea de los gobiernos no es compensar una caída de la demanda agregada, sino financiar los ajustes necesarios para superar el Gran Desequilibrio Económico.

No alcanza con brindar ingresos asistenciales a quienes no tienen empleo, los gobiernos también deben proporcionar bienes y servicios esenciales, como alimentos y atención médica, así como asistencia con DF para la salud mental y física. Actualmente, esta asistencia dista de estar garantizada en muchos países, lo que lleva a la ansiedad y la desesperación generalizadas.

Los servicios de empleo pueden desempeñar un papel fundamental identificando los empleos con DF de rápida proliferación y transmitiendo esa información a quienes se dedican a las actividades con IF. Los ministerios de finanzas y trabajo, mientras tanto, debieran subsidiar los costos de reubicación y capacitación.

Para fomentar el paso de los trabajadores de puestos con IF en extinción a otros con DF fácilmente disponibles, los gobiernos debieran subsidiar la contratación. Estos subsidios son muy superiores a las reducciones a los impuestos a las remuneraciones, cuyo objetivo es mantener los empleos viejos en vez de superar el desequilibrio.

Además, una pandemia es un mal público y las personas no pagan por todo el daño que causan a otros al transmitir el virus. Debido a que el sistema libre mercado no puede lidiar eficientemente con este problema, el gobierno debe financiar los análisis de laboratorio y los tratamientos. Esto es aceptado como una cuestión de rutina en algunos países (como Alemania y Corea del Sur), pero deplorablemente ignorado por otros (como EE. UU.).

Es cierto, subsidiar los costos de los ajustes generados por el Gran Desequilibrio Económico será caro. Pero los montos serán pequeños comparados con la suma que muchos gobiernos piensan gastar para responder a las secuelas económicas de la pandemia.

La consecuencia no es la caída de la demanda, sino el cambio abrupto en nuestras actividades de producción y consumo. En vez de aplicar desesperadamente soluciones antiguas a un problema nuevo los gobiernos deben ayudar a que las economías se ajusten a este cambio.

Dennis J. Snower, presidente de la Global Solutions Initiative, es profesor en la Escuela de Gobierno Hertie en Berlín, investigador sénior en la Escuela de Gobierno Blavatnik de la Universidad de Oxford, miembro no residente de la Brookings Institution y presidente emérito del Instituto Kiel para la Economía Mundial.

Cultura y diversión | 15 de abril de 2020

Foto: Daniel Mordzinsk

3 preguntas a Gabriela Cabezón Cámara, la novelista que no quiere volver a la normalidad a la que nos habíamos malacostumbrado

Estás publicando un diario de cuarentena y en una entrada escribiste “No quiero volver a la normalidad”. ¿Por qué no?
—Yo no quiero volver a una normalidad en la que todo el tiempo tengo que exigirle a mi cuerpo más de lo que puede. Y tampoco quiero volver a una normalidad donde la desigualdad y la ley del más fuerte sea lo único que impera.

¿Cómo fue la génesis de Las aventuras de la China Iron y por qué había que escribirlo?
—Me había caído como del cielo una beca de la Universidad de California para ser escritora residente en Berkeley. Fue una hermosura, era un lugar muy verde y ahí descubrí el pinot noir. Para dar un taller que me habían pedido, me puse a leer gauchesca y me saltó a la vista que no había voces de mujeres. Y así un día, en ese ambiente de maravilla, me dije: ¡lo que hay que hacer es escribir la voz de la China y contar ese mundo desde otra perspectiva! Era algo que estaba en el aire…

¿Qué fue lo mejor que leíste últimamente?
Nuestra parte de noche, de Mariana Enríquez.

Este contenido fue publicado originalmente en la newsletter Sie7e Párrafos. Podés suscribirte en este link.

Cultura y diversión | 17 de abril de 2020

Foto: Netflix

5 películas para ver en cuarentena, recomendadas por el equipo de RED/ACCIÓN y un lector ?

  1. Javi Sinay recomienda Hijos de los hombres, de Alfonso Cuarón. Una película ucrónica sobre una pandemia que provoca el fin de los nacimientos. Gran cine de tono político y apocalíptico.
  2. Emi Ganem recomienda El insulto, ambientada en Beirut, se centra en la disputa entre un palestino refugiado y un cristiano libanés, como reflejo del conflicto histórico entre diferentes etnias y religiones en Medio Oriente. Fue nominada al Oscar como mejor película extranjera. Por Netflix.
  3. Iván Weissman recomienda The English Game, serie de 7 capítulos de los creadores de Downton Abbey. Cuenta la historia del fútbol y como pasó de ser un deporte de la élite inglesa al fenómeno mundial que es hoy. Tiene romance también. Por Netflix.
  4. Javier Drovetto recomienda ¿Dónde está mi cuerpo?, del director francés Jérémy Clapin. Es un largometraje animado sobre el extraordinario viaje de una mano mutilada que busca reencontrarse con su cuerpo. Por Netflix.
  5. Y un plus: Nolan, uno de nuestros lectores, recomienda la serie de Netflix Avatar, la leyenda de Aang: "Aunque parece una serie para chicos, tiene una profundidad y un nivel narrativo de alto vuelo, con una construcción de personajes digna de obras literarias notables. Hay dibujos que son una experiencia estétitca muy grata. Son capítulos de 20 minutos".

Este contenido fue publicado originalmente en Chillax, la newsletter sobre comida, bebida y cultura de Buenos Aires que edita Lucía Wei He. Podés suscribirte en este link.

Opinión | 22 de abril de 2020

¿Qué transformaciones sociales nos traerá el coronavirus?

Las crisis aceleran las transformaciones sociales. La respuesta económica, política y social a la crisis del coronavirus ya nos está empezando a dejar ver algunas transformaciones en el funcionamiento de la sociedad que posiblemente, al menos en parte, se mantengan en el futuro. Y nos ha hecho ver posibilidades de mejora que no deberíamos dejar pasar.

La economía del confinamiento ha intensificado tendencias ya presentes en nuestra sociedad. Ha forzado el teletrabajo y la enseñanza a distancia. Ha potenciado las ventas “online” y la distribución a domicilio, potenciando a las grandes distribuidoras, pero incorporando también al pequeño comercio de barrio, con otros sistemas.

El consumo de ocio por internet se ha disparado prácticamente en todos los sectores sociales. Incluso estando abierta, la banca presencial se ha reducido al mínimo y la prensa se ha hecho también más digital. Se ha potenciado la relación telemática con la administración pública. Todo ello tendrá fuertes implicaciones en la organización del trabajo y en las relaciones laborales y puede poner en cuestión un modelo de integración social muy basado en el empleo asalariado.

¿Volverán los hábitos de los consumidores?

¿Volverán las pautas de los consumidores, las estrategias de las empresas y las instituciones y los hábitos de la ciudadanía a ser exactamente igual que antes? Cabe pensar que no. Al menos, sabemos que va a haber quien intente que así no sea. En algunos aspectos, no será malo: hemos visto que nos podemos ahorrar desplazamientos y, con ello, reducir el consumo de energía y la contaminación.

Pero sabemos también que se van a intensificar tensiones sociales que ya veíamos: se ha visto claramente, por ejemplo, cómo está afectando en este curso la brecha digital en los menores de familias más vulnerables, que pueden acabar perdiendo el curso. Esa brecha digital no afecta solo a los menores. En la nueva sociedad, es ya una brecha que fractura el conjunto de la estructura social. Y no es sólo una brecha digital, sino una brecha educativa y social en la que no todos los padres pueden ayudar del mismo modo a sus hijos e hijas.

El valor de lo público y lo comunitario

Por otra parte, esta crisis ha permitido “redescubrir” la importancia del sector público, al que todos hemos dirigido la mirada en búsqueda de respuestas. Es mejor descubrir el poder del Estado con una pandemia que con una guerra (de verdad).

Se ha puesto de manifiesto que, cuanto más débil es el sistema sanitario público, más difícil es dar una respuesta a una crisis sanitaria como esta. Y en lo económico, hasta los ultraliberales se han convertido (transitoriamente) en keynesianos y demandan mayores paquetes de intervención pública, más expansión del gasto y más garantías del Estado.

¿Cómo saldría la economía de mercado sola de este atolladero? En el ámbito de la administración pública, se han introducido medidas de flexibilización de los recursos humanos que agradecería mucho la ciudadanía también en otros momentos para responder mejor a sus necesidades.

Y en el ámbito de lo social, hemos descubierto el carácter esencial de los servicios sociales, los de gestión pública y los de iniciativa ciudadana, que están al pie del cañón ayudando a los sectores más vulnerables a hacer frente a esta crisis que les está afectando especialmente, como en las residencias. Un esfuerzo insuficientemente reconocido, por cierto.

También en el ámbito de lo comunitario, hemos visto resucitar los barrios, la solidaridad más primaria entre los vecinos, tanto en la respuesta a las necesidades más básicas de aquellos que más lo necesitan, como para insuflarnos ánimo mutuamente cada día en los balcones.

De la capacidad que tengamos de dar una respuesta a esta crisis, no sólo en lo sanitario, sino también en lo económico y en lo social, aprovechando los elementos positivos de las transformaciones en curso y compensando los negativos, depende el tipo de sociedad en el que vamos a vivir en el futuro.

Miguel Laparra Navarro, Profesor Titular del Departamento de Sociología y Trabajo Social, Universidad Pública de Navarra

© The Conversation. Republicado con permiso.

Educación | 28 de abril de 2020

3 preguntas a Gonzalo Orsi, el emprendedor que hackeó la educación tecnológica

¿Cómo ves el panorama tecnológico durante la pandemia? 
—Creo que lo más sorprendente de la situación actual es que pone de manifiesto que vivimos en una nueva era con una mente vieja y en un mundo diseñado para necesidades pasadas. Varias decisiones de cómo vivimos, trabajamos y nos relacionamos se mantienen vigentes por miedo al cambio más que por una imposibilidad técnica. Quizás esta situación nos ayude a revisar los mitos dominantes y a tomar lo mejor para el mundo que viene buscando no quedarnos únicamente en el debate de la aceleración de la adopción tecnológica sino ir más a fondo y repensar las bases. Creo que desacelerar, hoy, es progreso; no reaccionario.

¿Imaginás que habrá un antes y un después tecnológico después de esto?
—Dicen que las creencias nos estancan y las experiencias nos transforman. Y estos días estamos poniendo a prueba varias creencias y viviendo el poder de la tecnología para resolver problemas locales y globales, y mantenernos unidos. Creo que a diferencia de lo que suele ocurrir, que un avance tecnológico es el que modifica la realidad generando un antes y un después, ese impulso inicial vendrá esta vez principalmente por un “cambio de lentes”, recuperando/revalorando lo realmente importante. Cambiando así luego la tecnología misma y sus focos de impacto. El avance que más me inspira es el educativo. Estamos comprendiendo, al fin, que la web también es un aula. Y experimentando, quizás, el mayor cambio a escala del sistema. Viendo a estudiantes y comunidad docente abrazar (algunos queriendo y otros forzados) nuevos formatos. ¿Cómo continuará? “Es difícil hacer predicciones, especialmente sobre el futuro”, dicen que decía Niels Bohr. Creo que la situación nos está dando la libertad de hacer lo que mejor hacemos como especie: innovar; y eso genera siempre nuevos destinos.

¿Hay algún emprendimiento que te parezca interesante y valga la pena recomendar en este contexto?
—El que más me llamó la atención es Around. Un startup de San Francisco de videollamadas que propone varias mejoras de UX para hablar y trabajar colaborativamente. Principalmente con una UI de video menos intrusiva para no perder de vista con quién estás hablando, y sumando buenas funcionalidades de cancelamiento de sonido del background y seguimiento facial para reducir las distracciones. Otro proyecto interesante para investigar, si bien ya tiene algunos años, es Brain.fm. Música diseñada con un approach “science first” para ayudarte a focalizar en poco tiempo y avanzar sin distracciones con pendientes o ese nuevo proyecto que te propusiste estos días.

Este contenido fue publicado originalmente en Futuro, la newsletter sobre tecnología que edita Axel Marazzi. Podés suscribirte en este link.

Actualidad | 30 de abril de 2020

AFP

Las propuestas de la OIT para aliviar el impacto de la pandemia en el empleo y lo que puede hacer la Argentina

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que por la crisis económica detonada por el COVID-19, unos 305 millones de empleos de tiempo completo están en peligro y que casi 1.600 millones de trabajadores en la economía informal están siendo fuertemente afectados por la cuarentena. Esa cifra equivale a la mitad de la población activa del mundo.

El estudio, publicado en estas horas, señala que es probable que la pérdida de ingresos para los trabajadores informales sea masiva. En promedio, estiman que el desplome de sus ingresos fue de 60% solo en el primer mes de la emergencia.

La crisis provocada por la pandemia del COVID-19 también está teniendo un fuerte impacto en el mercado de trabajo de la Argentina. En una proyección que muchos economistas tildan como conservadora, la OIT estima que se destruirán al menos 340.000 puestos de trabajo.

Las recomendaciones de la OIT

El organismo propone dar una respuesta integral sin dejar a nadie atrás y recomienda a los gobiernos estimular la economía y el empleo, apoyar a las empresas y los ingresos, y buscar soluciones mediante el diálogo social.

  • Asegurar la salud de los trabajadores, los empleadores y sus familias y minimizar los riesgos de propagación
  • Implementar acciones coordinadas, rápidas y de gran escala para estimular la economía y sostener los empleos, las condiciones de trabajo y los ingresos de los trabajadores.
Fuente: OIT

El impacto en la Argentina

El documento hace hincapié en que la pandemia afecta en forma especial a los trabajadores informales y los sectores que generan gran cantidad de puestos laborales en la región, como son el comercio y los servicios. En la Argentina las mujeres representan el 44% de los trabajadores en el sector de hoteles y restaurantes del país.

La vulnerabilidad de las empleadas domésticas

Ellas están en la trinchera de la pandemia. Son 1,4 millones y están más expuestas al impacto económico y sanitario de la pandemia por su rol fundamental a la hora de mantener el buen estado de salud de las familias y las comunidades.

  • Esta fuerza de trabajo representa el 5,6% del empleo total, el 17,4% de las mujeres ocupadas y el 22% de las mujeres asalariadas del país.
  • Sin embargo, 3 de 4 trabajadoras no está registrada y, por lo tanto, no accede a derechos laborales ni protección social.
  • Viajan más tiempo a sus trabajos y utilizan transporte público, lo que las hace más vulnerables; y enfrentan el riesgo de perder su empleo ante las dificultades de sus empleadores para pagar sus salario y trabajan horas extras sin que se les paguen.
  • En el sector existe diferencias significativas que marcan la brecha entre hombres y mujeres en el mercado laboral: ganan menos a igual tarea y están más expuestas a violencia y acoso
La vulnerabilidad de las empleadas domésticas

Para ayudarlas y protegerlas, la OIT sugiere:

  • Aplicar medidas que favorezcan la retención del empleo.
  • Extender el acceso a derechos laborales a las trabajadoras domésticas.
  • Expandir las licencias por enfermedad o licencias para el cuidado con goce de sueldo para garantizar la seguridad económica.
  • Mejorar el acceso universal a servicios de salud pública.
  • Establecer medidas de seguridad y salud para garantizar un lugar de trabajo seguro y libre del riesgo de contagio.

La OIT reconoce que en la Argentina ya se implementaron medidas que van en la dirección correcta. Destaca entre ellas la extensión de las políticas de apoyo a los ingresos, como es el caso del bono extraordinario de la AUH y el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), a todas las trabajadoras domésticas, independiente si están registradas.

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Sociedad | 12 de mayo de 2020

Si te cela, no es amor

🙅🏻‍♀️ Si te cela, no es amor 💔

👉🏼 6 de cada 10 hombres piensan que ser celosos es una demostración de amor.

📞 Acordate que si sufrís violencia de género podés llamar al 144. Es gratuito y confidencial.

👩🏻‍💻 Este contenido fue producido por RED/ACCIÓN junto a la Iniciativa Spotlight, una alianza de Naciones Unidas y la Unión Europea para eliminar la violencia contra niñas y mujeres en todo el mundo.


Este material fue publicado originalmente en nuestra cuenta de Instagram


Si querés saber más sobre el tema, podés entrar a esta nota de Ariana Budasoff: "Los celos en tiempos de celulares: el amor no debería rendir cuentas".

Actualidad | 8 de mayo de 2020

Construyamos un futuro mejor juntos: la nueva campaña de las Naciones Unidas que busca hacer escuchar tu voz

En el marco de su 75º aniversario, las Naciones Unidas lanzan la campaña ONU75: Forjando nuestro futuro juntos. Puesta en marcha por el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, la iniciativa busca generar una conversación mundial y un intercambio de ideas, propuestas e iniciativas sobre cómo construir el futuro que queremos.

Las temáticas abordadas por la campaña incluyen el rol de las nuevas tecnologías, la crisis climática, la desigualdad de género, los conflictos mundiales y los cambios demográficos. 

"En estos tiempos de pandemia el multilateralismo es clave para poder encontrar soluciones globales y para ello necesitamos como Naciones Unidas escuchar todas las voces, sobre todo las de los y las jóvenes, y asegurar que su visión y sus prioridades son parte del trabajo de la organización”, dice Tamar Hahn, directora del Centro de Información de Naciones Unidas para Argentina y Uruguay.

La campaña tendrá tres objetivos: generar un diálogo mundial entre distintos actores (gobiernos, jóvenes, sociedad civil, mundo académico, entre otros), amplificar las voces de la gente, especialmente aquellos a los que con frecuencia no se los escucha, y por último, inspirar la movilización en pro de un futuro mejor.

En alianza con socios estratégicos de la sociedad civil, el sector privado, medios de comunicación y la academia, la campaña tendrá dos capítulos y a RED/ACCIÓN como medio aliado. Por un lado, la difusión de una encuesta que tiene como objetivo ayudar a establecer las prioridades de la cooperación multilateral y mejorar la respuesta a los distintos cambios que están transcurriendo en el mundo (climáticos, tecnológicos, demográficos, sociales, etcétera). Además, habrá una serie de conversaciones digitales que comenzarán con una sobre el impacto del Covid-19 en la inclusión social y la pobreza.

Quiero responder la encuesta

Las respuestas a la encuesta serán presentadas a los líderes mundiales y a los funcionarios de la ONU en un evento de alto nivel durante el 75º período de sesiones de la Asamblea General, en septiembre de 2020. También se difundirán en las plataformas en línea de las Naciones Unidas y de sus asociados.

Y por el otro lado, habrá una serie de conversaciones digitales organizadas por Naciones Unidas y RED/ACCIÓN alrededor de distintas temáticas. El foco de la primera conversación será: “Covid-19, inclusión social y pobreza: cómo la pandemia afecta a los más vulnerables y qué pueden hacer gobiernos, personas y organizaciones para ayudar”. La conversación se llevará a cabo durante la última semana de mayo por streaming y contará con la participación de referentes de barrio, investigadores académicos y representantes de organizaciones internacionales y del gobierno.

“A través de esta iniciativa con RED/ACCIÓN esperamos poder incentivar a que más personas de todos los ámbitos nos hagan llegar sus inquietudes, sus preocupaciones y sus sueños para que queden reflejadas en las Naciones Unidas del futuro", dice Hahn.

Podés saber más sobre cómo involucrarte en este link.

Reaprender | 14 de mayo de 2020

Estudiante filmando un video / Foto: Gentileza Micaela Beloqui

Twitter, Instagram, videos: formas innovadoras de evaluar el aprendizaje de los estudiantes

¡Bienvenidos a REAPRENDER! La prueba realizada bajo la mirada atenta del docente ya no es posible. Conversando con maestros/as, familias y estudiantes plantearon su incertidumbre sobre cómo se evaluarán los contenidos que trabajan las y los alumnos. Por eso, entrevisté a Gabriela Diker, Secretaria de Evaluación e Información del Ministerio de Educación, que explicó cómo se está pensando trabajar esto en cada nivel educativo. Y busqué propuestas innovadoras de evaluación que ya se están aplicando.

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Estudiante filmando un video / Foto: Gentileza Micaela Beloqui

Tres maneras de evaluar el proceso de aprendizaje. A través de hilos de Twitter en posgrados de distintas universidades. Desarrollando stories de Instagram en secundarios y terciarios. Produciendo videos en secundaria. Así contaron sus experiencias los docentes:

  • Twitter. Hace años que Adriana Amado propone a sus alumnos tomar apuntes -y de esa manera no se distraen con otras cosas en el celular- y hacer los exámenes en hilos de Twitter.

    👉 Es público y conversacional. Esos son los motivos por los que Adriana eligió esta plataforma. Además, dice: “Conecta al mundo académico con el tecnológico, que es el mundo de los chicos”.

    👉 Escribir 280 caracteres de un concepto. “Es mucho más difícil que escribir dos páginas. A veces, arroban a los autores y generan una conversación con ellos directamente. Y no ponen cualquier cosa, aprenden a ser conscientes de que su participación es pública”.

    👉 Cómo lo implementa, paso a paso. 1) Ayudar a que todos estén en la red y que intercambien direcciones; 2) El más experto ayuda al que menos competencia tiene en la red. Así, la alfabetización es cruzada; 3) Establecer las reglas de participación; y 4) El docente debe moderar, hacer preguntas y los estudiantes deben entender que uno está ahí.

    👉 Materias. “Si bien yo la uso en materias relacionadas a comunicación, creo que se puede aplicar a casi todas las asignaturas”, dice Adriana.

  • Instagram. India Molina lo usa en el Taller de Comunicación de 5º año del colegio secundario Carlos Pellegrini, de CABA, y en sus clases en la Escuela de Comunicación ETER.

    👉 En el secundario. “Los estudiantes deben producir contenidos con lo visto en clase. No resúmenes, si no aplicando los conceptos trabajados”, cuenta India.

    👉 Se evalúa. Además de contenidos incorporados, redacción, ortografía, concisión y manejo de recursos -en el caso de comunicación-.

    👉 En el terciario. "Más allá de tener la cuenta para compartir sus trabajos ahí, a veces la clase arranca en Instagram Live para que participen. No faltan nunca. Luego les dejo un rato para leer un texto y volvemos a conectarnos para sacar alguna actividad colaborativa, de cierre”, detalla India.

    👉 Un ejercicio que permite evaluar. Suele pedirles que suban stories de Instagram sintetizando alguna parte del texto leído y sin pisarse con lo que sus compañeros han publicado. Es decir, deben leer varias veces para lograr la concisión que requiere una story y leer lo que otros publican para no repetir.

    👉 Las devoluciones. “Las hago por videollamada de WhatsApp uno por uno, ambos mirando la producción entregada, y la respuesta de eso es genial”, cierra India.

  • Video. Micaela Beloqui es docente de Matemática en varias escuelas secundarias de la ciudad de Mar del Plata y edutuber.

    👉 Acaba de mandarles un examen a sus estudiantes de secundaria. Consiste en grabar un video con sus celulares y subirlo a Classroom explicando uno de los ejercicios completos de los trabajos entregados anteriormente.

    👉 Por ejemplo. “Para explicar un problema de inecuaciones, deberán aplicar el uso de estas en la vida real, deben armar una situación problemática donde se pueda analizar y resolver mediante un intervalo. Éste puede ser de cualquier magnitud”, cuenta Micaela.

    👉 Las respuestas de los chicos. “Los invito a ser profes por un día y envían cosas muy divertida. Y sabemos muy bien que cuando ellos pueden explicar algo, es porque ya lo aprendieron”, concluye.

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Gabriela Diker / Foto: Gentileza Gabriela Diker

#3 Preguntas a Gabriela Diker. Es Secretaria de Evaluación e Información Educativa del Ministerio de Educación de Nación. Este es un adelanto de la entrevista que podés ver completa acá y que publicaremos en los próximos días en RED/ACCIÓN.

  • Algunos colegios ponen notas a los trabajos de sus estudiantes, otros optan por una nota de concepto. En este contexto, ¿qué deben saber familias y estudiantes?

    👉 Que las evaluaciones serán formativas. Lo acordaron los ministerios de Educación de las distintas jurisdicciones y el de la Nación.

    👉 Esto significa. Que las evaluaciones tendrán por propósito retroalimentar el proceso de aprendizaje. Es decir, en base a lo que los docentes reciban de sus alumnos adaptarán contenidos y harán devoluciones a los estudiantes y a las familias para que orienten o promuevan mejor los aprendizajes.

    👉 A partir de este acuerdo. No hay lugar para calificaciones en escalas numéricas ni conceptuales. Es más, no se considerará a estos un insumo para acreditar aprendizajes. Las evaluaciones serán un registro para conocer cómo se está desarrollando el proceso de aprendizaje y en base a él planificar.

    👉 En este momento. En las condiciones de aprendizaje en el hogar no existe intercambio entre pares ni el aprendizaje más colectivo que se da en la escuela. Tampoco enseñanza con la misma intensidad. En sentido estricto, dar actividades no es equivalente a enseñar.

    👉 Por eso. Tenemos que ser muy cuidadosos con el modo en que valoramos los procesos de aprendizaje que se están dando en el hogar y también cómo empezamos a considerar nuevas cosas que se están adquiriendo como el aprendizaje autónomo.

  • Pensando en la reanudación de clases presenciales, ¿qué pasará con los contenidos que debían incorporarse en este ciclo lectivo?

    👉 Como en la mayoría de los países. Se está pensando que, entre lo que quede de presencial del 2020 y el ciclo lectivo 2021, se redistribuyan los propósitos que tenía cada ciclo escolar.

    👉 La acreditación de aprendizajes. Entonces, se realizará sobre los objetivos que se hayan definido alcanzar al regreso a clases, que será escalonado porque es necesario mantener el distanciamiento social y por lo tanto combinará clases presenciales con trabajo en el hogar.

    👉 Las provincias y CABA. Los ministro de Educación se están reuniendo esta semana en el marco del Consejo Federal para consensuar un marco nacional respecto a las evaluaciones y el ciclo lectivo 2020.

  • ¿Qué deberían tener en cuenta directivos y docentes para evaluar en este momento?

    👉 Que deben priorizar el vínculo con la escuela. Las jurisdicciones, al igual que el Instituto Nacional de Formación Docente (INFOD),  han trabajado en muchas orientaciones y cursos que están realizando un número importante de docentes.

    👉 Pensando en la vuelta a clases. Vamos a tener que avanzar hacia la integración por proyectos transdisciplinares, que incluyan a distintas asignaturas. Esto también pensando en cómo se hará la acreditación de saberes y cómo se evaluarán..

    👉 Profundizar el camino que habíamos iniciado. En ese sentido, las evaluaciones deberán tener en cuenta mejorar el aprendizaje en los estudiantes y la enseñanza en los docentes, más que a calificar.

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AHORA TAMBIÉN NECESITAMOS TU AYUDA💪. Hace unos días, Lorena me envió un video de Amparo, su hija de 9 años, ayudándola con su trabajo desde la computadora. Y luego siguieron fotos de Amparo haciendo empanadas, con el muñeco que cosió estos días y lavando su ropa. “Las propuestas de Francesco Tonucci que publicaron en REAPRENDER hace unas semanas fueron la ventana a una nueva cuarentena. Lavar su ropa nos permitió hablar de dignidad”, escribió Lorena antes de despedirse.

  • Vos podés ayudarnos a que estas cosas sigan pasando. Con un aporte a elección, podés hacerte miembro y ayudarnos a construir juntos este periodismo humano🖇️. Hacé click acá para conocer más.

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Recomendados. La comunidad de REAPRENDER sigue enviando links. Espero tus sugerencias en [email protected]💪.

  • ¿Cómo será la vuelta a clases? Según UNESCO, el 70,6% de los estudiantes de 168 países se encuentran sin clases presenciales. Este informe muestra la situación en países que anunciaron cuándo y cómo vuelve a las escuelas. Su autora es Gabriela Azar, Directora de Educación de la Universidad Católica Argentina, y fue publicado por el Observatorio Argentinos por la Educación.

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Ilustración @joacocerrotta

Tres ideas para hacer podcast con niños y adolescentes📻. Además de transformar nuestra casa en un taller de aprendizaje, como propone el pedagogo Francesco Tonucci, podés convertirla en un estudio de radio.💪

  • Hacer podcast en familia. “Es una opción para emprender un trabajo en equipo y comunicarnos con quienes están lejos. Hasta puede convertirse en un registro para la posteridad sobre este momento tan extraño que estamos viviendo”, dice la comunicadora digital Mercedes Cerrotta en este maravilloso artículo.
  • Mi consejo. ¡¡¡Animate!!! Vale la pena el intento y las propuestas de Mercedes son muy creativas.

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EGRESADOS 2020. “Venían por mucho tiempo pensando en el sexto año, en los amigos, en el viaje, en la fiesta de egresados. Y de repente, después de solo tres días de clases, no van más y no se sabe cuándo van a volver”, le dijo la madre de un chico de sexto año del secundario al periodista David Flier.

  • En este contexto tan distinto al esperado. David quiere saber cómo se sienten estudiantes de la Promo 2020 y sus padres. Ayudalo, escribile a: [email protected]

Un mensaje de nuestro partner

Primer Foro de Equidad y Calidad Educativa del 2020. Lo realizamos el pasado 8 de mayo, en formato virtual. En ese marco, el Prof. Fernando Reimers de la Universidad de Harvard, presentó el llamado "Diálogo Informado sobre el COVID- 19 y sus consecuencias en la educación". Participaron además: la Ministra de educación de Ecuador, Monserrat Creamer; el Ministro de educación de Córdoba, Walter Grahovac y Karina Stocovaz e Inés Aguerrondo, consejeras de Educar 2050. Acá podés acceder a la conferencia y otros materiales.

Y los despido mientras escucho (y veo de a ratos) la videoconferencia de Mariana Maggio, organizada por Eutopia. Y ella dice: "Evaluación es la posibilidad de recapacitar sobre nuestro modelo de enseñanza". La imagen es la que está construyendo la artista Ana Dorado mientras la conferencia se desarrolla.

Como siempre, te invito a conversar sobre la información que comparto en REAPRENDER. Escribime a reaprender@redaccion.com.ar. Te estaré leyendo.😉

Y no te olvides: ¡¡¡QUEDATE EN CASA🏡 y LAVATE LAS MANOS!!!💧🧼

Hasta el próximo jueves,
Stella

Chillax | 14 de mayo de 2020

Un “jardín” de focaccia, una escapada sonora al Amazonas y (re)aperturas de restaurantes

¡Buen jueves! Espero que estés encontrando pequeños momentos para disfrutar este lindo clima soleado de otoño: trabajando al lado de una ventana, tomando unos mates en el balcón, o en camino al supermercado. Hoy son estas pequeñas cosas las que cuentan. ¿Qué estás haciendo para pasar el tiempo? ¡Contame contestando este mail!

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“Salidas” para disfrutar desde el sillón 🛋

  • Escapadas sonoras. Fragments of Extinction es un proyecto ambiental de “arte sonora”, que te permite “viajar” con sonido a distintos hábitats naturales en peligro de extinción: desde un bosque inundado en el Amazonas, hasta hasta uno tropical en Borneo. Ponete tus auriculares, seleccioná un hábitat, cerrá tus ojos, y escuchá...

    [... Y si te gustó, podés encontrar muchos otros proyectos ambientales en PLANETA, la newsletter de ecología y hábitats de RED/ACCIÓN]
  • Live Microteatro. Todos los jueves a las 20 hs podés disfrutar de tres estrenos de obras audiovisuales creadas en estos tiempos. Gratis en la web de Microtreatro Buenos Aires
  • Semana del museo. Hasta este domingo podés disfrutar del primer festival cultural mundial de museos en redes sociales. Con el apoyo de UNESCO, esta iniciativa invita a galerías, museos, bibliotecas y otras instituciones culturales a compartir contenido especial en sus redes sociales. Lo podés seguir acá.
  • Cine argentino. La Asociación de Directores de cine invita a un ciclo de películas. Cada día ofrece una nueva película, disponible por 24 horas, y una charla virtual en vivo con su director/a, a través de este mismo sitio y sus redes sociales.

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(Re)aperturas de restaurantes🥡 Varios restaurantes que estaban cerrados subieron sus persianas esta semana, de la mano de la nueva medida anunciada en la Ciudad que habilita el take-away. Algunos de mis recomendados:

  • Anafe Bar: Este gran restaurante vuelve en forma de deli, con banquetes (menúes para una o dos personas) que cambian semanalmente, almuerzos y brunch los domingos.
  • Cuadra: Pizzas de masa madre, bruschettas, panes y muchas cosas dulces. 
  • Surry Hills: Uno de los lugares que más extraño: gran café y gran pastelería, y comida a la australiana (avocado toast, croissant con jamón y queso, y mucho más)

¿Tenés recomendaciones para que incluyamos en la próxima edición de CHILLAX? ¡Contame contestando a este mail!

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Receta de la semana: “jardín” de focaccia👩🏻‍🍳 Otra de las nuevas “tendencias” culinarias que nos trae las cuarentena son las focaccias decoradas con vegetales y hierbas aromáticas en forma de flores (y otros dibujos).

Debo admitirlo, después de ver algunas de las creaciones en Instagram, fui tentada a hacer la mía propia (aunque me quedó más minimalista). No solo es una gran manera de distenderse un rato, sino que el resultado final es MUY rico. La receta:

  • Ingredientes: 415 grs harina común, 1 cda sal fina, ½ cdta levadura instantánea, 420 mm agua tibia, 4 cda aceite de oliva, 1 ½ cdta sal gruesa, hierbas y verduras para decorar.
  • Paso 1: en un bowl grande, mezclar la harina, sal fina y levadura. Agregar el agua tibia y mezclar bien hasta formar una masa húmeda. En un bowl separado, volcar 2 cucharadas de aceite de oliva y transferir la masa. Darle un par de vueltas a la masa para que esté toda cubierta en aceite. Tapar el bowl y dejar descansar en la heladera por 24 hs minimo, hasta 48 hs máximo. 
  • Paso 2: pincelar un molde rectangular (o de la forma que quieran) con aceite de oliva. Volcar la masa en el molde, y estirarla lo más que se pueda con las manos. Dejarla descansar a temperatura ambiente hasta que duplique de tamaño (20-60 mins)
  • Paso 3: Precalentar el horno a 230°. Con las manos, estirar la masa hasta que quede de un ancho parejo, y hacer pocitos en toda la masa usando los dedos. Decorar a gusto (se puede usar morrón, tomates, romero, aceitunas, semillas, cebolla o lo que se te ocurra). Esparcir el aceite de oliva que queda sobre la masa, y espolvorear con sal gruesa. 
  • Paso 4: Hornear por 20-25 minutos, dejar enfriar un poco, ¡y listo!

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Las mejores comedias en Netflix🍿 Todos necesitamos una buena risa en estos tiempos, así que acá van algunas comedias en Netflix: 

  • Vida privada: Esta es para los fanáticos de Billions. Paul Giamatti (Chuck) protagoniza esta comedia dramática sobre una pareja casada de Nueva York que busca desesperadamente tener un hijo, de cualquier manera posible. Mirá el trailer.
  • Los Meyerowitz: Protagonizada por Adam Sandler, Ben Stiller, Dustin Hoffman,  Elizabeth Marvel, Grace Van Patten y Emma Thompson, esta comedia sigue a un grupo de hermanos adultos disfuncionales que intentan vivir a la sombra de su padre. Mirá el trailer
  • Amor con preaviso: Hugh Grant y Sandra Bullock como protagonistas. Un jefe que no sabe hacer nada solo y una ayudante que está harta de tener que estar disponible 24/7. Un clásico de las comedias románticas. Mirá el trailer
  • Misterio a bordo: Un policía neoyorquino lleva a su esposa a un viaje muy esperado, que se complica cuando los invitan a un yate donde ocurre un asesinato. Con Jennifer Aniston y Adam Sandler. Mirá el trailer.

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¡Hasta la semana que viene! 
Lu. 

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Lo mejor de la comida, bebida y cultura de Buenos Aires, todos los jueves. Por Natalia Sarramone.

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Coronavirus | 21 de mayo de 2020

Cómo es el protocolo médico para "estar cerca" de los pacientes con COVID-19 y evitar el aislamiento absoluto

Un mate cocido en lugar del té, que no le gusta. Una pregunta, del otro lado de la puerta, para saber si lo llamó su hijo. Un libro sobre la cama. Cualquier gesto, por pequeño que sea, hace la diferencia en los días de internación que pasan las personas con COVID-19.

Alejandra tiene 33 años y después de 14 días de internación en el Hospital Piñero, del barrio porteño de Flores, cuenta: “Cuando entré eran las 11.30 del 27 de abril. Me hicieron el hisopado y una placa porque me dolía mucho la espalda. Me llevaron a la habitación a las 18.20 porque la placa mostraba que tenía neumonía. Recién el 28 llegó el resultado positivo. Me sentía impotente, sola, angustiada. Como podía contagiar, casi nadie abría la puerta del lugar donde estaba salvo para lo indispensable”.

Desde que a un paciente le confirman que tiene COVID-19, sus familiares ya no pueden visitarlo y se activa un protocolo que, si no fuera por la dedicación del personal del hospital, el aislamiento sería absoluto.

Por ejemplo, cada vez que un médico o enfermero visita a un paciente o se le hace un hisopado deben vestirse siguiendo este orden: se ponen las botas descartables; se lavan las manos; se ponen guantes y luego la bata ajustada por detrás; se colocan el barbijo N°95 y después el barbijo quirúrgico; siguen con la cofia y la máscara que cubre toda la cara, para finalmente ponerse un segundo par de guantes. Y recién entonces, están listos para ver al paciente.

Para entrar a una habitación, se golpea la puerta y se le pide al paciente que se coloque el barbijo, mire de costado por si llega a toser y se mueva lentamente.

Situaciones como estas, atravesadas por el miedo, la angustia, la impotencia, el cuidado y el agradecimiento, son las que se viven todos los días en el hospital.

En el medio, el gran desafío para médicos y enfermeros es cómo hacer menos fría la atención de los pacientes, cómo acortar esa distancia inevitable que deben mantener para no contagiarse.

Cómo se hace el test para saber si tengo coronavirus

Acompañar a la distancia

La sala de COVID-19 del Piñero tiene un plantel de 16 enfermeros y enfermeras que se reparten para cubrir todos los turnos a los largo de la semana. Gladys Zeniquel es la jefa de ese equipo, tiene 58 años y hace 15 que trabaja allí.

Gladys Zeniquel con parte del equipo de protección personal / Foto: Gentileza Galdys Zeniquel

“Mi mayor temor es a que uno del equipo se contagie. Si eso pasa nos contagiamos todos. Y pensar lo que eso puede significar para el hospital es angustiante”, explica Gladys.

De todos modos, “cuando ingresan los pacientes con la incertidumbre de no saber el resultado de su hisopado, los enfermeros tratamos de transmitirles confianza, decirles que pronto se van a poder ir y volver con sus familias”, cuenta Gladys.

Porque una vez que el paciente ingresa a la habitación y es diagnosticado con COVID-19, a menos que tengan que hacerle algún estudio que requiere traslado, no sale de la habitación hasta que le den el alta, entre 14 y 21 días después.

Claro que en muchos hospitales, y en una situación normal, muchos de los elementos que necesita una persona internada (agua embotellada, papel higiénico, toallitas femeninas, etcétera) los lleva la familia. Pero cuando esta no puede ingresar “el acceso a esos productos se dificulta y si no tenés a quién pedirle te quedás sin nada”, subraya Alejandra.

A eso hay que sumarle, que a los médicos y enfermeros, los pacientes no les ven siquiera la cara, y todo lo que tocan debe ser descartado. “Las comidas vienen en bandejas individuales y descartables, embolsadas”, explica Gladys.

Enfermeros sirviendo la comida / Foto: Gentileza Gladys Zeniquel

Además, las habitaciones del hospital no tienen televisión, wifi, calefacción ni aire acondicionado. En ese contexto, cualquier detalle que ponga de manifiesto una mirada atenta y humana hacia el paciente vale muchísimo.

Consciente de eso, Gladys cuenta: “Cuando llega el desayuno, tratamos de servirlo calentito. O lo calentamos si llega frío. Y si nos dicen que tienen hambre le damos un pancito de más, o si no les gusta el mate cocido le hacemos te”. Y agrega: “Hace unas semanas, el doctor Juan Cruz trajo libros desde su casa para repartirles y que puedan leer”.

Una comunidad que envía libros

Juan Cruz Diez Beltrán es médico y trabaja en el Piñero. “Suelo hacer esas cosas, llevar libros o poner a mi vieja a tejer gorros de lana para los pacientes que los necesitan”, cuenta.

“Me parece bueno que haya una continuidad entre la comunidad y el hospital. Y más en esta situación. Que el enfermo sepa que afuera piensan en su bienestar, lo cuidan, lo apoyan, lo esperan. Y que la comunidad sepa que no sólo puede quedarse en su casa, también puede ayudar a mejorar la estadía de las personas enfermas durante la internación”.

Para lograrlo, el médico avisó a los vecinos del edificio en el que vive que iba a juntar libros para los pacientes del hospital. Puso una caja afuera de su puerta y en pocos días se llenó.

Libros a disposición de los pacientes. Una vez que una persona lo lee, el texto se descarta por medidas de seguridad. / Foto: Gentileza Juan Cruz Diez Beltran

La atención de los pacientes con COVID-19 es bastante particular, cuenta Juan Cruz, porque “los ves poco y los tocás menos. Cada vez que entro a la habitación hay muchas barreras entre ellos y yo: máscaras, barbijos, guantes. Me mantengo a dos metros de distancia con mis manos en posición quieta, tomadas por delante, moviéndome en cámara lenta para no generar corriente de aire. Hablamos lo mínimo indispensable”.

Para contrarrestar tanta distancia, Juan Cruz aprovecha los pocos minutos que los ve para preguntarles sobre su familia o sus afectos, pero desde afuera de la habitación generar un contacto con ellos: si tienen internado un primo, están esperando el resultado del hisopado de una hermana o el llamado de un hijo.

Entonces, Juan Cruz vuelve en cualquier momento y les pregunta si tienen noticias de su primo, su hermana o sabe de su hijo. “Los animo a que llamen y pregunten, les digo que paso más tarde para que me cuenten, que quiero saber. También celebro con ellos si el resultado dio negativo, por ejemplo”, detalla el médico.

“Trato de ponerle onda por ellos y por mí. Yo también necesito ese mínimo contacto con los pacientes, me hacen la jornada más llevadera. Porque estar siempre en guardia, siguiendo detallados protocolos, agota”, dice Juan Cruz.

Desde la mirada del paciente, estos detalles son recordados. “No es que te traten mal, pero todo es muy frío. Casi nadie te pregunta cómo estás y los que lo hacen te cambian el día. No le deseo a nadie estar ahí sin celular, perdés la noción del tiempo”, cuenta Alejandra.

Juan Cruz recuerda la tensión de su primer día en la sala de pacientes con COVID-19, a mediados de marzo, cuando el resultado de un hisopado tardaba cinco días en conocerse (hoy demanda unas pocas horas).

“Esa mañana, a la tensión que ya implicaba mi trabajo ahí, se sumó un paciente joven, que gritaba y golpeaba la puerta de su habitación diciendo que lo teníamos secuestrado, que quería salir. Hasta que en un momento me enojé y terminé gritándole que en vez de despotricar debía agradecer la salud pública que tenía en su país, que lo estábamos cuidando a él y a su familia”, recuerda Juan Cruz.

El paciente, que solía pasar horas leyendo, se calmó. Poco después llegaron los resultados que le dieron negativo y se fue a su casa. Pero dos horas después regresó para dejarle una nota al médico al que le había gritado.

Lo que Juan Cruz no sabía era que lo que el paciente estaba leyendo era La peste, de Albert Camus. Y en la nota que le hizo llegar le agradece “a los funcionarios del hospital” con la transcripción de uno de los últimos párrafos de la novela:

“(...) el doctor Rieux decidió redactar la narración que aquí termina, por no ser de los que se callan, para testimoniar en favor de los apestados, para dejar por lo menos un recuerdo de la injusticia y de la violencia que les había sido hecha y para decir simplemente algo que se aprende en medio de las plagas: que hay en los hombres más cosas dignas de admiración que de desprecio”.

Nota que el paciente le dejó al doctor Juan Cruz Diez Beltrán / Foto: Gentileza Juan Cruz Diez Beltrán

Entre el miedo y el agotamiento

“La primera vez que entré a la sala estaba cagado en las patas”, reconoce Luis Monteverde, médico clínico, con décadas de trabajo dentro del hospital. En realidad, todo el mundo tiene miedo, aclara: los médicos, los enfermeros, los camilleros, el personal de limpieza, los pacientes y sus familias.

Luis Monteverde antes de cambiarse, en el hospital. / Foto: Gentileza Luis Monteverde

Luis tiene 59 años y factores de riesgo por edad, pero no quiere dejar de atender: “Me gusta estar en la trinchera y hoy la trinchera está acá. Este es mi lugar”.

“Si bien con el paso de los días te acostumbrás y el miedo afloja, es muy importante hacer todo a conciencia. Pero ese estar en guardia permanente te quema la cabeza”, sostiene.

“El paciente casi siempre quiere hablar cuando uno entra a la habitación, tiene miedo, pregunta si se va a morir. Uno trata de calmarlo, contenerlo. Pero también uno quiere irse porque no se quiere contagiar. Como máximo se está 15 minutos en la habitación. Y siempre hay una persona afuera, por si necesitamos algo”, cuenta Luis.

La empatía que el equipo de salud del hospital logra con muchos pacientes se refleja en los aplausos con los que hace unos días despidieron a Irma, de 69 años, que logró recuperarse de COVID-19:

La psiquiatra Daniela De Gregorio, que forma parte del equipo de psicólogos y psiquiatras de interconsultas del Piñero, cuenta que “a los médicos a veces se los ve desbordados, preocupados por cumplir con el protocolo, por si se enferman, si contagian a sus familias”. Y acota: “Se los ve al borde de padecer Síndrome de Burnout, que lo que provoca es disminución en las habilidades, insomnio, pérdida de apetito, miedo a la muerte, imágenes de la práctica que vuelven a sus cabezas”. 

El equipo hoy atiende a pacientes (a veces de manera presencial y otras telefónica), familiares, enfermeros y médicos. “Los pacientes suelen tener tanto miedo que entran en pánico, tienen síntomas de ansiedad y recalculan todo el tiempo con quiénes estuvieron y a quiénes pudieron contagiar”, explica Daniela.

“Lo más duro eran las noches, cuando mis hijos me llamaban llorando, diciendo que me extrañaban. Y lo que más me animaba era escuchar la voz del médico que iba preguntando puerta por puerta cómo estaba el hijo de uno, la hermana del otro, si necesitábamos algo”, cierra Alejandra.


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