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Trump quiere migrantes calificados

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, propuso un sistema de puntos para que la concesión de la residencia permanente en su país se base más en el "mérito" profesional y menos en los lazos familiares de los inmigrantes. Consideró que el sistema actual "discrimina a los genios”. Foto: Mandel Ngan / AFP / Télam

POR QUÉ ES IMPORTANTE: hoy Estados Unidos concede 1,1 millones de permisos de residencia al año, de los cuales el 66% son permisos de reunificación familiar.

Equilibrá la Cancha

Las mujeres también juegan.

Jugadoras, entrenadoras, referís, directoras técnicas. Juegan en la A y en la B. Se disputan la Copa Libertadores, la Supercopa, la Copa América, el Mundial, y los Juegos Olímpicos. Vienen de todas partes del país y son convocadas para jugar en otras partes del mundo, desde Brasil hasta China.

Pero poco se sabe de ellas. En Wikipedia, solo se pueden encontrar 33 perfiles de jugadoras argentinas de fútbol, mientras que de jugadores hombres hay 5.343.

Este proyecto en colaboración entre RED/ACCIÓN, Economía Femini(s)ta y Wikimedia Argentina buscará visibilizar a las mujeres del fútbol argentino. Para ello, estaremos recolectando información biográfica de jugadoras, entrenadoras, referís, y otras mujeres profesionales del fútbol argentino.

Al final de este proceso de recolección, realizaremos una jornada de edición para cargar estas biografías a Wikipedia y así, de a poco, equilibrar la cancha. El evento tendrá lugar el 24 de noviembre y te podes inscribir acá.

Este proyecto es parte del Mundial de la Igualdad, una iniciativa que busca que los medios, organizaciones, clubes deportivos y marcas interesadas en el fútbol difundan, desarrollen y promuevan contenidos con una agenda social y de género más responsable.

Te invitamos a enviarnos los datos biográficos de las mujeres del fútbol que conozcas a través del siguiente formulario: 

Proponé una jugadora

Futuro | 1 de mayo de 2020

Estudiar durante una pandemia: hay 826 millones de chicos en el mundo que no tienen computadoras y 706 millones sin internet

¡Bienvenidos a FUTURO! Esta semana abro la newsletter con una noticia terrible: por culpa de la pandemia y de la falta de computadoras, hay millones de chicos que no pueden estudiar. Además, por qué no sentimos que estamos trabajando más, sino que realmente lo estamos haciendo. Una app para hacer yoga en casa y tres preguntas a Sebastián Bortnik, un experto en seguridad informática que se dedica a la divulgación de contenidos para un uso sano y seguro de las tecnologías.


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La importancia de tener conectividad en un momento de crisis. El mundo cambió y uno de los campos que más afectados se vio fue el de la educación. Hay 191 países que cerraron sus escuelas y eso afectó a 1.500 millones de estudiantes desde preescolar hasta terciarios, según la UNESCO.

  • La falta de conectividad. Si bien en muchos lugares, como la Argentina, hay millones de chicos que encontraron la posibilidad de seguir estudiando gracias a internet y sus capacidades, no es el caso de otros millones de niños. La mitad de los estudiantes, alrededor de 826 millones, según la UNESCO, no tienen acceso a una computadora y un 43% (706 millones), no tienen conectividad en sus hogares.
  • ¿Cómo lo están solucionando? “Para disminuir las desigualdades ya existentes también debemos apoyar otras alternativas, incluido el uso de transmisiones de radio y televisión comunitarias para educar. Estas son algunas soluciones que estamos abordando", dijo Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO.

[Podés leer más sobre educación a distancia en REAPRENDER, la newsletter de Stella Bin. Leela acá. O suscribite y recibila cada jueves]

2

El home office nos hace trabajar más. Hasta hace algunas semanas si a muchos empleados les hubieran preguntado si querían trabajar desde sus hogares lo más probable es que su respuesta fuese un rotundo sí. Hoy, alrededor de un mes y medio después de comenzada la cuarentena, muchos ya están cansados, se encontraron trabajando más que antes e incluso algunos ya quieren volver a la oficina.

  • Que estamos trabajando más no es una mera concepción. Datos de empresas con NordVPN o Surfshark, plataformas que trackean cuándo los usuarios se conectan para trabajar, revelan que en Estados Unidos las personas lo están haciendo, en promedio, 3 horas más. No son los únicos. En España, Francia y Reino Unido ese número es de 2 horas.
  • Pero no es lo único que cambió. La gente suele dormir un poco más gracias al tiempo que se ahorra de transporte hasta el trabajo y también se conecta en horarios que antes eran impensados. La VPN Surfshark reveló que se observan picos de conectividad a la madrugada. A las 3 am, exactamente.

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Tres preguntas a: Sebastián Bortnik, experto en seguridad informática, director de investigación de Onapsis. Fue fundador de la ONG Argentina Cibersegura y se dedica a la divulgación de contenidos para un uso sano y seguro de las tecnologías.

  • ¿Cómo ves el panorama tecnológico durante la pandemia?
    La pandemia aceleró la incorporación de tecnologías. De golpe el home office, el eLearning, eCommerce, eTodo es la única opción para hacer las cosas; y hay muchas personas, instituciones, incorporando tecnología como pueden, lo cual tiene una parte positiva (¡por fin están incorporando tecnologías!) y otra negativa (a las apuradas).
  • ¿Imaginás que habrá un antes y un después tecnológico después de esto?
    Esto acelerará la transformación digital en muchos aspectos. Creo que muchas organizaciones en cuanto todo vuelva a la normalidad, se olvidarán del home office o la educación remota por un tiempo, porque incorporar tecnologías requiere un trabajo mucho de más de fondo que hacerlo porque no queda otra, y ese proceso va a requerir un paso atrás (recalcular, afianzar las ideas, prepararnos) para luego dar dos hacia adelante (incorporación de tecnologías y transformación digital).
  • ¿Hay algún emprendimiento que te parezca interesante y valga la pena recomendar en este contexto?
    Jitsi Meet es una solución open source de mensajería y videoconferencia. Vale la pena probarla en este contexto donde todos estamos usando Zoom, a pesar de que ha tenido cuestionamientos desde el punto de seguridad y de privacidad.

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App recomendada: 5 Minute Yoga, para hacer ejercicio en tu casa. Si el aislamiento te tiene aburrido y querés empezar a hacer un poco de ejercicio puertas adentro, esta app te va a ayudar a meterte en el mundo del yoga de una manera rápida y simple.

  • Fotos y descripciones. Como lo indica su nombre, son sesiones que no duran más de 5 minutos . La app tiene imágenes e información de las diferentes poses y lo bueno es que, a diferencia de prácticamente todas las apps del estilo, es completamente gratuita y está disponible tanto para iOS como para Android.

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Las protestas en época de pandemia. Hace casi un año empezaron las manifestaciones en las calles de Hong Kong y debido a la pandemia los activistas tuvieron que buscar nuevas formas de poder seguir protestando. Como era de esperarse, encontraron cómo hacerlo y la respuesta, obvio, es internet.

  • Animal Crossing. Los hongkoneses siguen haciendo manifestaciones virtuales a través del videojuego del momento: el Animal Crossing. Por ese motivo en algunos lugares del juego los usuarios podrán encontrarse con pancartas que muestran mensajes como “Free Hong Kong” o “Revolution Now” y fotos donde se pueden ver a manifestantes pisando la cara de Carrie Lam, la jefa del ejecutivo que fue quien avaló la ley de extradición de delincuentes a China continental que fue lo que provocó las manifestaciones.
  • Censura. A causa de las protestas en Animal Crossing, el Partido Comunista de China censuró al videojuego en todas las plataformas de streaming que se pueden consumir en el país y las tiendas que lo vendían tampoco podrán seguir haciéndolo. No es para nada extraño. Después de todo, estas son las políticas de las cuales los hongkoneses no quieren formar parte.

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WhatsApp logra combatir la desinformación. Hace algunas semanas te comenté en FUTURO que la plataforma de mensajería, teniendo en cuenta que las fake news y desinformación se viralizan, había limitado el reenvío de mensajes. Lo que hicieron los ingenieros fue que aquellos mensajes que fuesen identificados como “altamente reenviados” solo se podrían mandar a una sola persona.

  • 70%. Hoy vengo con buenas noticias, porque esta medida, que fue implementada en todo el mundo para reducir la desinformación en relación al coronavirus, está funcionando de manera espectacular. Desde la empresa revelaron que este tipo de contenidos, los mensajes “altamente reenviados”, bajaron nada menos que un 70%. Quizás por ese motivo te estuvieron llegando menos fake news.

Llegamos al final de FUTURO. Espero que hayas disfrutado tanto de leer esta edición como yo de hacerla. Como siempre te digo, si me querés decir algo, comentar una app que estás usando mucho y querés recomendar a los lectores de FUTURO o aconsejarme que cubra alguna noticia tecnológica que te parece relevante, podés decírmelo contestando este correo.

Un abrazo virtual y que tengas buen fin de semana.
Axel

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La tecnología que viene hoy. Todos los viernes, por Axel Marazzi.

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Sie7e párrafos newsletter | 5 de mayo de 2020

Redescubriendo a Shakespeare: la pandemia mató a los enamorados

¡Hola! Dentro de las infinitas opciones de esparcimiento cultural online, esta semana me colgué con Romeo y Julieta. Eso sí, representada en el escenario más famoso de Shakespeare, el Globe. 

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Un plan de encierro. Amo al teatro. Incluso la experiencia teatral reformulada por el exilio pandémico. Esta semana, el Globe de Londres, el teatro mítico de la Compañía de Shakespeare, hizo una representación de Romeo y Julieta y la liberó para que todos la veamos. Así, los ingleses, que vienen haciendo las cosas bastante mal durante la pandemia, se anotan un punto.

  • A Romeo y Julieta llegué de muy chica porque vengo de una casa donde había que leer. El texto, voy a admitirlo, me resultaba arduo y me embolaba la obligación, pero lo de morir de amor me despertaba una fascinación que dura hasta hoy. Recuerdo de memoria cada escena de la versión de Zeffirelli (protagonizada por la argentina Olivia Hussey al son de la banda del gran Nino Rota) y, cuando la repaso, me da taquicardia. Ahora, es verdad, ni pienso volver a ver la película porque calculo que a los 10 era una cosa y ahora me va a parecer una cursilería llena de calzas y terciopelos.

    A veces pienso: ¿cómo me fue en mi vida con ese vínculo tan temprano por el amor trágico? Y... la vida resultó bien diferente a las tragedias isabelinas. Obvio que sufrí por amor, pero el único conflicto fuerte, encarnizado, que recuerdo es una discusión con mi ex marido en pleno divorcio sobre quién se quedaba con la heladerita para la playa. Y a diferencia de Romeo y Julieta, yo gané.

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Otra buena de los piratas. Existe algo que se llama Love in Isolation, amor en el aislamiento, del diario británico The Guardian. Originalmente creado en 2016 para festejar los 400 años de la muerte de Shakespeare, consiste en una serie de videos de actores de primera línea actuando algunas de las mejores líneas del bardo inmortal. En esta nueva versión, The Guardian invitó al público general a compartir con los actores sus performances de Shakespeare desde sus lugares de aislamiento. Más de 500 personas de todo el mundo participaron.

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La O de madera. Así se le dice a ese viejo teatro, el Globe. Ahí me fui esta semana. Ahí me vi, enteras, las 2 horas y 51 minutos de una Romeo y Julieta hermosamente interpretada por Ellie Kendrick y Adetomiwa Edun como los dos enamorados. Un disclaimer: la obra se ve actuada en inglés, pero está la opción de subtítulos (en ese idioma). Se estrenó el 20 de abril, pero sigue colgada en el canal del Shakespeare’s Globe de YouTube: vayan, vean, lloren.

Otra cosa: se filmó cuando el mundo era feliz, así que tiene público, de modo que ves en la actualidad cómo funcionaba un teatro isabelino, la cercanía con el público, la economía de la puesta. De hecho, poder visitar el Globe es lo casi mejor del programa.

El teatro Globe.

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El coronavirus mató al amor. ¡Y viendo la obra hice el hallazgo del mes! La culpa del desenlace fatal de esta tragedia, descubrí, fue el coronavirus, digo la peste. ¿Por qué? Recuerden: Fray Lorenzo le manda una carta a Romeo vía el Fray Juan en donde le cuenta el plan urdido para evitar el casamiento de Julieta con París, pero este fraile, Juan, estaba acompañado de otro fray que venía de tratar pacientes enfermos por la peste, y por eso, la policía del lugar no lo deja pasar, por precaución, hacia Mantua, en donde estaba exiliado Romeo.

“Sospechando que los dos veníamos de una casa infectada por la peste, no nos dejaron seguir adelante, y allí acabó nuestro viaje a Mantua”, dice el Fray Juan. Y la carta que hubiera salvado a los enamorados nunca llegó. Si el coronavirus de aquella época no hubiera jodido las fronteras de esa Italia antigua, esta semana yo no hubiera llorado con el corazón roto, en la O de madera virtual, sola en mi departamento, aislada por otra peste, enamorada, brevemente, del amor trágico.

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Un peronista avant la lettre. Borges, el polémico, decía de Shakespeare que“con su irresponsable elocuencia, parece un sinuoso judío italiano, jamás un inglés; nada de understatement, nada de pasión inglesa por el mar: hubiera sido peronista”.

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Nostalgia. Pienso que quizás esta vez volví a Shakespeare porque me recuerda a cuando viajábamos: esa otra vida, que hoy nos resulta una novela de Philip K. Dick. En ese pasado que parece tan lejano, si iba a Londres me veía, sí o sí, alguna función de The Globe. Ese teatro en estado puro de texto, actuación y puesta me encanta. Y si estaba en Italia, el balconcito de Verona, que es más Disney que otra cosa, era una parada obligada, porque me da una ilusión tremenda, salvo la teta de Julieta, que no la toco (dicen que tocar la teta de su estatua da suerte), porque tampoco la pavada.

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Foto: Alejandra López

Tres preguntas a Martín Kohan [por Javier Sinay]. En su nuevo libro, Me acuerdo, el escritor hace una lista de muchos de sus recuerdos y cuenta su vida, pero escapa con este truco al formato típico de una biografía.

  • ¿Cuántos recuerdos hay en Me acuerdo y cuál es el más preciado?
    La verdad es que no lo sé. Los fui numerando mientras los escribía, pero haría trampa si fuese ahora a fijarme en el manuscrito. Notoriamente iba olvidando los recuerdos a medida que los escribía. De esa manera paradójica funcionó la cosa: al ocuparme de enumerar recuerdos (y no exactamente de desarrollarlos), el olvido ocupó un lugar fundamental. De hecho hay recuerdos que puse más de una vez (me di cuenta al pasar el texto a máquina), porque no me acordaba de que ya estaban. No podría responder con precisión, por lo tanto, cuál sería, de todos, el más preciado, porque ¡no me acuerdo! ¿El penal que Gatti le ataja a Vanderley está? Si está, elijamos ese.
  • ¿La cuarentena da la chance de escribir más o no?
    A mí nunca me gustó demasiado estar en mi casa, en ninguna de las casas en las que viví. Siempre preferí salir, andar por la calle, estar en los cafés. La cuarentena me puso a prueba en ese sentido. Por lo mismo que llevo dicho, no tenía un lugar destinado a la escritura en mi casa. Tuve que inventarlo. Definido eso, con la resignación del caso, pude escribir más o menos como siempre. Ni más ni menos, ni mejor ni peor. Avancé mucho con un libro, que ya casi termino.
  • ¿Qué fue lo mejor que leíste últimamente?
    Aprovecho la cuarentena para leer libros grandes, voluminosos, ya que no tengo que cargarlos y trasladarlos. Leí el seminario de Roland Barthes sobre el discurso amoroso, las clases que le sirvieron para preparar el libro Fragmentos de un discurso amoroso. Vivimos tiempos en los que el amor se está viendo bastante hostigado, desde un ideal que promueve el desapego, la indolencia, la prescindencia (no cuestiono esas variantes, discrepo con que se las proclame como un deber de sanidad antitóxica). La mirada de Barthes sobre el amor y su intensidad, además de suscitar mi admiración intelectual, llegó también, permítanme decirlo así, a emocionarme.

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Libros a domicilio. ¿Sabías que hay librerías que llevan tu compra a domicilio? Acá, una lista: https://www.edicionesgodot.com.ar/libreriascondelivery/

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Espero que te haya gustado el envío de hoy. Yo me retiro a seguir buscando libros. ¿Dudas? ¿Sugerencias? ¿Lecturas? Escribime a [email protected]

Va un fuerte abrazo,
Flor

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Sobre libros y escritores. Todos los martes, por Javier Sinay.

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Opinión | 7 de mayo de 2020

Reestructurar la deuda privada de la Argentina es esencial

La pandemia de COVID-19 ha empujado a la humanidad hacia la peor recesión mundial en los tiempos modernos. La presión sobre las finanzas públicas se ha vuelto enorme, particularmente en los países en desarrollo que ya estaban muy endeudados.

El Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y las Naciones Unidas han lanzado varias iniciativas para aliviar la carga de la deuda pública en esta situación extraordinaria. Como primer paso, los países del G20 acordaron otorgar una moratoria sobre la deuda bilateral oficial de las 76 economías más pobres del mundo.

Este momento plantea la prueba definitiva de la arquitectura financiera internacional. "Sostenibilidad" es un término que ahora es omnipresente en las finanzas e inversiones mundiales. Y por una buena razón. Los principios que incorpora como en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU hablan de construir un mundo mejor. Y esos principios son profundamente relevantes cuando se trata de la deuda soberana de los países en desarrollo con dificultades.

En el contexto de esta emergencia global, Argentina encabeza su proceso de reestructuración de la deuda pública de manera constructiva, de buena fe y con el apoyo de todos los sectores políticos nacionales.

Desde 2016, cuando el país recuperó el acceso a los mercados internacionales, los acreedores externos hicieron una apuesta al adquirir deuda con cupones altos, pero compatibles solo con tasas de crecimiento extremadamente sólidas que no se materializaron.

En febrero, antes de que la crisis de COVID-19 se agudizara, el FMI concluyó que la deuda pública de Argentina era "insostenible". Existe consenso en que la deuda es imposible de pagar en los actuales términos.

Una renegociación requiere el compromiso de todas las partes. Argentina ha presentado a sus acreedores privados una oferta responsable que refleja adecuadamente la capacidad de pago del país: un período de gracia de tres años con un corte menor en el capital y un corte significativo en los intereses.

La propuesta está en línea con el análisis técnico del FMI, que establece que se necesitará un alivio sustancial de la deuda de los acreedores privados de Argentina para restablecer la sostenibilidad de la deuda con alta probabilidad.

El alivio de la deuda es la única forma de combatir la pandemia y establecer la economía en un camino sostenible. Antes de la crisis, el Banco Mundial estimó que la pobreza urbana en Argentina era del 35,5% y la pobreza infantil del 52,3%. La ONU ahora considera el impacto del shock en el país como uno de los peores en su región, con el FMI proyectando una contracción del 5,7% en el PIB en 2020.

Se les pide a los acreedores que reduzcan el flujo de ingresos, pero recibirían tasas de interés razonables en el futuro. Argentina ha ratificado su disposición a pagar la deuda reestructurada, precisamente porque será factible con la nueva tasa de interés propuesta. Solo una economía que crece de manera sostenible puede cumplir con sus compromisos financieros con el tiempo.

La diferencia de trato entre capital e intereses está diseñada precisamente para aliviar la carga del servicio de la deuda, mientras que el país lucha contra COVID-19 y trabaja para restaurar el crecimiento. De hecho, la reducción del cupón de bonos promedio ofrecido por Argentina (del promedio actual del 7% al 2.3%) es razonable, dado el entorno actual de tasas de interés globales.

En este momento excepcional, la propuesta de Argentina también presenta una oportunidad para que la comunidad financiera internacional demuestre que puede resolver una crisis de deuda soberana de manera ordenada, eficiente y sostenible. La ausencia de un marco legal internacional para la reestructuración de la deuda soberana no debería privar a los países endeudados de la posibilidad de proteger a su pueblo y proporcionar una recuperación económica durante la mayor crisis global en nuestra memoria.

Creemos que un acuerdo sostenible beneficia a ambas partes: una economía en dificultades con 45 millones de personas y los propios acreedores. Ahora es el momento para que los acreedores privados actúen de buena fe. Una resolución responsable sentará un precedente positivo, no solo para Argentina, sino para el sistema financiero internacional en su conjunto.

Joseph Stiglitz y Edmund Phelps son Premio Nobel de Economía y Carmen Reinhart es profesora de Economía de Harvard.

La carta abierta también la firman Jeffrey D. Sachs, Columbia University; Dani Rodrik, Harvard Kennedy School; Thomas Piketty, School for Advanced Studies in the Social Sciences; Mariana Mazzucato, University College London; Kenneth Rogoff, former IMF chief economist and Harvard University; Brad Setser, Council on Foreign Relations; Ricardo Hausmann, former IADB Chief Economist and Harvard Kennedy School; Carlos Ominami, former Economy Minister, Chile; Yu Yongding, former member of the Monetary Policy Committee, People’s Bank of China; Erik Berglof, former EBRD chief economist and London School of Economics; Nora Lustig, Tulane University; Nelson Barbosa, former Minister of Finance and Planning; Justin Yifu Lin, former World Bank chief economist and Peking University; Partha Dasgupta, University of Cambridge; Kevin P. Gallagher, Boston University; Stephany Griffith-Jones, Columbia University; Stephanie Blankenburg, UNCTAD; Richard Kozul-Wright, UNCTAD; Ricardo French Davis, University of Chile; James K. Galbraith, University of Texas; Jean-Paul Fitoussi, Sciences Po; Amar Bhattacharya, Brookings Institution; Robert Boyer, National Scientific Research Council; Robert Pollin, University of Massachusetts-Amherst; Robert Howse, NYU Law; Giovanni Dosi, Scuola Superiore Sant’Anna; Juan Carlos Moreno Brid, National Autonomous University of Mexico; Josh Bivens, Economic Policy Institute; Arjun Jayadev, Azim Premji University; David Soskice, London School of Economics; Jayati Ghosh, Professor of Economics, Jawaharlal Nehru University; Mauro Gallegati, Università Politecnica Delle Marche; Natalya Naqvi, London School of Economics; Daniela Gabor, UWE Bristol; Marcus Miller, University of Warwick; John E. Roemer, Yale University; William H. Janeway, University of Cambridge; Dean Baker, Center for Economic and Policy Research and University of Utah; Gerald Epstein, University of Massachusetts-Amherst; Anwar Shaikh, New School University; Kaushik Basu, Cornell University; Matias Vernengo, Bucknell University; Philippe Aghion, London School of Economics; Anne Laure Delatte, Centre d’Etudes Prospectives et d’Informations Internationales; Sudhir Anand, London School of Economics; Christoph Trebesch, University of Kiel; John Weeks, University of London; David Vines, University of Oxford; Saskia Sassen, Columbia University; Sandra Polaski, Boston University; Thomas Pogge, Yale University; Rhys Jenkins, University of East Anglia; Jurgen Kaiser, Jubilee Germany; Gary A. Dymski, University of Leeds; Andreas Antoniades, University of Sussex; Raphael Kaplinsky, University of Sussex; Diane Elson, University of Essex; Ernst Stetter, former secretary general, Foundation for European Progressive Studies; Ozlem Onaran, University of Greenwich; Todd Howland, Office of the United Nations High Commissioner for Human Rights; Isabel Ortiz, Columbia University; Carolina Alves, University of Cambridge; Eric LeCompte, Jubilee USA Network; Richard Jolly, University of Sussex; Christoph Trebesch, University of Kiel; Diego Sanchez-Ancochea, University of Oxford; Mark Weisbrot, Center for Economic and Policy Research; Lara Merling, International Trade Union Confederation; Pedro Mendes Loureiro, University of Cambridge; Ilene Grabel, University of Denver; Sabri Öncü, CAFRAL; David Hall, University of Greenwich; Jose Esteban Castro, Newcastle University; Andy McKay, University of Sussex; Stefano Prato, Society for International Development; Rosemary Thorp, University of Oxford; Barry Herman, The New School for Public Engagement; Andrés Arauz, former Minister of Knowledge and Central Bank General Director, Ecuador; Manuel Alcántara, University of Salamanca; Alex Izurieta, UNCTAD; Michael Cichon, UNU Maastricht; Biswajit Dhar, Jawaharlal Nehru University; Jens Martens, Global Policy Forum; Nicolas Pons-Vignon, University of the Witwatersrand; Jean Saldanha, European Network on Debt and Development (Eurodad); Leonidas Vatikiotis, Debtfree Project; Valpy FitzGerald, University of Oxford; Giovanni Andrea Cornia, University of Florence; Matthias Thiemann, Sciences Po; Yılmaz Akyüz, former chief economist, South Centre, Geneva; Stephan Schulmeister, University of Vienna; Eduardo Strachman, São Paulo State University; Peter Dorman, Evergreen State College; C.P. Chandrasekhar, Jawaharlal Nehru University; Leopoldo Rodriguez, Portland State University; Chris Tilly, University of California Los Angeles; Tracy Mott, University of Denver; Jeffrey Madrick, Schwartz Rediscovering Government Initiative; Günseli Berik, University of Utah; Joseph Ricciardi, Babson College; Lorenzo Pellegrini, Erasmus University Rotterdam; Erinc Yeldan, Bilkent University; Sunil Ashra, Management Development Institute; Mustafa Özer, Anadolu University, Turkey; Rolph van der Hoeven, Erasmus University Rotterdam; Al Campbell, University of Utah; Antonella Palumbo, Università Roma Tre; Arthur MacEwan, University of Massachusetts Boston; Neva Goodwin, Tufts University; Korkut Boratav, Turkish Social Science Association; Michael Ash, University of Massachusetts-Amherst; Alicia Puyana, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Mexico; John Willoughby, American University; Marco Palacios, El Colegio de Mexico; Reza Mazhari, Gonbad Gavous University, Iran; Ann Markusen, University of Minnesota; Renee Prendergast, Queens University; Michael Moore, University of Warwick; Carlos A. Carrasco, Universidad de Monterrey, Mexico; Robert Lynch, Washington College; John Schmitt, Economic Policy Institute; Venkatesh Athreya, Bharathidasan University; Jeff Faux, Economic Policy Institute; Kunibert Raffer, University of Vienna; Jenik Radon, Columbia University; Maria Joao Rodrigues, Foundation for European Progressive Studies; Stephanie Seguino, University of Vermont; Gustavo Indart, University of Toronto; Cyrus Bina, University of Minnesota; Alberto Minujin, The New School; Philip Alston, NYU; Sudhir Anand, London School of Economics; José Gabriel Palma, Cambridge University; Michael A. Cohen, The New School; Jeff Powell, University of Greenwich; and Rob Johnson, President, INET.

© Project Syndicate 1995–2021.

Cultura y diversión | 10 de mayo de 2020

Eruca Sativa. Foto: PopArt

Quilmes Rock: los artistas del interior y una fuerte impronta cordobesa

Esta edición del Quilmes Rock solidario, transmitido el 9 y 10 de mayo por streaming y que tiene a RED/ACCIÓN como medio aliado, ofrece una grilla con presencia de varios artistas del interior del país, entre los que predomina el origen cordobés. 

Es que hace unos años hubo una oleada de talento musical proveniente de Córdoba, y muchos de estos artistas dicen presente en esta versión del festival, tales como Valdés, Juan Ingaramo, Eruca Sativa, Los mentidores, Santi Celli y Zoe Gotusso, estos dos últimos ex Salvapantallas. 

El dúo cordobés Valdés Foto: PopArt

De Córdoba, también se destaca en la grilla Los Caligaris, aunque el origen de esta banda data de 1997.

Mirá el Quilmes Rock en RED/ACCIÓN

El aire salteño de este Quilmes Rock corre por parte de Feli Colina, quien, nacida en 1994, llegó a Buenos Aires a sus 20 años y empezó tocando en la línea B del subte. Ahora, tendrá su lugar en el festival que reúne a grandes artistas de la escena nacional

Además, Sofía Vitola, de Potra, -quien tendrá su presentación hoy domingo- e Indios -que tocó ayer Tardes de melancolía junto con Bándalos chinos- le agregan una cuota rosarina al evento.

Sofía Vitola, de Potra. Foto: PopArt

A su vez, el motivo virtual de este Quilmes Rock brindó la posibilidad de que los integrantes de algunas bandas tocaran desde distintos puntos del país, tal como lo hizo Barbarita Palacios con su grupo: ella estaba en Buenos Aires, otro de sus músicos en General Pico, y otro, en Formosa.

Fines solidarios

Todo lo recaudado antes, durante y después del Quilmes Rock será destinado, a través de la Asociación Conciencia, a dos causas. Por un lado, con un 50% de lo recaudado se entregarán bolsones con comida y productos de limpieza e higiene a las familias más afectadas por la pandemia. Con el otro 50%, se entregarán becas económicas y de formación profesional para los trabajadores de la música.


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Actualidad | 13 de mayo de 2020

Fuente: AFP

Cuáles son los trabajadores más afectados económicamente y cuáles están más expuestos a contagios

Casi la mitad de los trabajadores de la Argentina no pueden trabajar ni en forma presencial ni desde sus casas. Son el 45% de los 11,5 millones de ocupados que hay en los 31 centros urbanos del país. Y son, además, los más expuestos a la vulnerabilidad económica y sanitaria frente a la pandemia.

El Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) estudió e identificó los riesgos de transmisión del COVID-19 de acuerdo a los niveles de proximidad física con otras personas y uso del transporte público según el tipo de ocupación.

Ese trabajo revela que esos 5,3 millones de trabajadores se encuentran en graves dificultades laborales, ya que no pertenecen a los sectores exceptuados ni pueden realizar sus tareas desde el hogar. En su mayoría pertenecen a los sectores más bajos en términos de ingreso, son trabajadores informales y sólo de uno de cada diez cuenta con calificaciones profesionales o técnicas.

  • CIPPEC recomienda que a la hora de decidir la apertura de la economía, hay que tomar en cuenta qué actividades demandan mayor proximidad entre las personas en el entorno laboral y en el uso del transporte público.

Distribución de los trabajos por proximidad y actividad

Los trabajos asociados a la salud o los servicios personales son de proximidad alta, mientras que los trabajos administrativos y servicios profesionales o financieros requieren menor cercanía física.

Fuente: CIPPEC

Proximidad alta. Son actividades que requieren menos de un brazo de distancia o directamente contacto físico con otras personas y representan a 950.000 personas. Son los más vulnerables a contagiarse.

  • El 65% son mujeres que se desempeñan principalmente en servicios domésticos, particularmente en el segmento de cuidado de personas y servicios de sanidad no calificados. También tienen un rol importante las actividades relacionadas con la enseñanza, los servicios de alojamiento y gastronomía.

Proximidad media. Son ocupaciones vulnerables que requieren interacción cercana. En esta categoría está el 30% de todos los ocupados, lo que equivale a unos 3,6 millones de personas.

  • La mayoría son hombres (75%), y la informalidad promedio roza el 50%. Son principalmente trabajos en actividades de comercio, construcción e industria.

Proximidad baja. Son trabajos que no requieren interacción con otras personas o bien requieren interacción a distancia. Son las menos vulnerables a contagiarse con el coronavirus. Hay 800 mil personas en esta categoría y son un grupo particularmente vulnerable.

  • El 90% son mujeres, 60% del grupo asalariado trabaja en la informalidad. Y 8 de cada 10 trabaja en el segmento de limpieza del servicio doméstico.

Las diferentes opciones

“La proximidad entre las personas es lo que permite realizar las actividades económicas. Pero también, sin una vacuna para el COVID-19, es lo que acelera la transmisión del virus. Allí radica la tensión entre la cuestión sanitaria y la cuestión de ingresos de los más vulnerables”, dice el informe.

Este gráfico muestra que si se adoptan políticas de aislamiento social estrictas con la prioridad de reducir el ritmo de contagio (líneas azules) tiene como contracara una menor nivel de actividad económica.

Una política que prioriza la economía (líneas rojas) trae consigo una alta tasa de contacto. CIPPEC estima que ese impacto se podría matizar a través de la política pública (curva verde), mediante políticas fiscales, monetarias y crediticias. El problema es la poca holgura fiscal del Gobierno.

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Oxígeno | 18 de mayo de 2020

La maravilla de recuperar la propia identidad (aún en cuarentena)

¡Hola! Estamos buscando por lo menos a 450 personas perdidas en los últimos 20 años: son 450 de nosotros que no sabemos a dónde están, y la sensación cuando comenzó la cuarentena era que algo tenía que ocurrir… Y ocurrió.

Pero antes... un pedido muy especial: si te gusta lo que hacemos, apoyá nuestro periodismo convirtiéndote en miembro. ¿Cómo? Enterate acá. RED/ACCIÓN nos necesita hoy más que nunca.

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Encuentros en cuarentena. Cuando nos enteramos de que íbamos a estar un buen tiempo adentro de nuestras casas, se nos ocurrió que iba a haber una suerte de ordenamiento social de toda la comunidad. Estamos buscando por lo menos a 450 personas perdidas en los últimos 20 años: son 450 de nosotros que no sabemos a dónde están, y la sensación ahora era que algo tenía que ocurrir. Si todo se ordenaba y se organizaba con cada cual en su lugar, entonces alguien tendría que sobrar adonde estuviera y regresar a su lugar de origen. Y pasaron dos cosas.

En la segunda semana de este período tan especial, alguien escribe su historia en las redes sociales, pregunta por su hija. Otra persona, por su madre. Y se produce un encuentro, y se descubre una situación muy oscura de mediados de la década de 1970, de una clínica del sur de una gran ciudad en la que una mujer y un médico se especializaron en entregar bebés diciéndoles a las mamás, que por lo general eran jóvenes y humildes, que su hijo había fallecido.

Esta historia se reveló por una cuarentena, que también es un tiempo de reflexión, y porque las redes sociales están llenas de personas que antes estaban en la calle y ahora están online, buscándose y encontrándose. No sólo aparecieron una madre y una hija, sino también una madre y un hijo. ¡Ya 14 personas nacidas a mediados de los años ’70 descubrieron que no eran quienes creían! Ahora corren una carrera para encontrar a sus madres.

Segunda historia. Una bebé que fue robada y vendida hace poco más de 35 años también encontró en las redes sociales a su mamá en estos días de cuarentena. Una historia insólita, tremenda, profunda, compleja, humana.

Este durísimo momento que pasamos como comunidad nos da estos reencuentros increíbles. Ahora ellas y ellos esperan que esto se termine para darse el abrazo que se deben desde hace tantísimos años.

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GratitudOK. Me escribe un mail Cecilia, que me dice:

Estoy trabajando con una empresa de transformación digital (R/GA) en ayudar a jardines y escuelas en situación de vulnerabilidad para que puedan mantener las clases en forma virtual con tecnología, entendiendo que mayormente no disponen de conectividad, PCs o alfabetización digital.

No vendemos nada ni tenemos un producto de educación: sólo sabemos de tecnología y comunicación y queremos escuchar qué problema tiene cada institución en particular y ver cómo podemos ayudarla con una solución a medida. Sin costo para ellos, por supuesto. ¿Se te ocurre a qué jardines o colegios podríamos contactar? Ya trabajamos con Sueños Bajitos en Barrio 31 y funcionó muy bien. ¡Queremos ayudar a más!

Además, nos comparte algo muy bueno que empezó a hacer: un perfil de Instagram donde comparte posts de gratitud de personas. “La idea es simple”, dice, “en tiempos de pandemias, ¡que se viralice también la gratitud! Nos hace tan bien como la solidaridad, y la refuerza”.

Mirá su Instagram: @gratitudok

  • Si querés compartir más historias para oxigenarnos juntos, no tenés más que responder a este mail… Te espero.

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Todos para una. “Estoy muy emocionada y más que agradecida. Gracias a quienes me ayudaron, mil gracias”. Así agradeció Fernanda a la comunidad de RED/ACCIÓN por la colaboración que recibió esta semana para ayudarla a resolver un problema con el techo de su casa (que gotea cada vez que llueve).

La semana pasada habíamos invitado a los miembros de RED/ACCION a darle una mano a Fernanda, y en pocos días conseguimos los recursos que necesitaban ella y su familia. ¡Gracias nuevamente!

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75 años de ONU. Las Naciones Unidas cumplen 75 años y con RED/ACCIÓN como medio aliado quieren escuchar las ideas que tiene la sociedad para lograr un mundo más seguro, justo y sostenible. Podés sumar tu opinión completando esta encuesta y compartir el link para que también se sumen tus amigos o familiares. ¡Cuantas más miradas, mejor!

Si querés saber más sobre todo lo que estamos haciendo junto a la ONU enterate desde acá (se vienen varias novedades).

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Intervención: Pablo Domrose. Fotos: Seamos Uno

Seamos Uno. Esta campaña de ayuda social, que lleva distribuidas casi 7 millones de raciones de comida, nació en un chat entre un empresario y un sacerdote, y creció hasta involucrar a más de 30 empresas, diversas instituciones religiosas y muchas organizaciones civiles. Cada caja contiene 15 kilos de alimentos y elementos de higiene. Por el contenido, su costo ronda los $ 3.000. Sin embargo, la organización logró bajar ese valor a $ 1.000 con compras directas y por volumen, y con una serie de subsidios de empresas proveedoras en cuestiones logísticas y otros costos de estructura.

Lee más en esta nota de Chani Guyot: Cómo se gestó Seamos Uno, la campaña de ayuda social que en 38 días lleva distribuidas más de 120.000 cajas de alimentos

Respondiendo este mail podés compartir conmigo ideas, vivencias y sensaciones.

Cuídate mucho, cuidalas mucho, cuidalos mucho.
Te mando un abrazo.

Juan.

Opinión | 21 de mayo de 2020

Usen los subsidios a los combustibles fósiles para ayudar a los países pobres en la batalla contra la pandemia

Además de los costos que implica en términos de salud y vidas humanas, la pandemia de la COVID-19 amenaza con revertir gran parte del progreso alcanzado por los países en vías de desarrollo en los últimos 20 años para reducir la pobreza.

Son necesarios nuevos y significativos gastos para proteger a los más golpeados por la crisis; al igual que las economías avanzadas, muchos países en vías de desarrollo desplegaron programas nuevos o ampliaron los existentes para evitar el colapso económico y prevenir el hambre generalizado, pero gran cantidad de ellos fueron incapaces de alcanzar la escala de gasto de Estados Unidos y otros países desarrollados. Al menos 100 países ya solicitaron ayuda al Fondo Monetario Internacional.

Existe una fuente de financiamiento prometedora, que aún no recibió suficiente atención, el colapso de los precios del petróleo presenta una oportunidad única para eliminar los subsidios a los combustibles sólidos de una vez y para siempre. Esto no solo ayudaría en la lucha contra el cambio climático, también permitiría a los gobiernos destinas una mayor parte del gasto a los pobres y a financiar la deuda contraída por la crisis.

Durante décadas muchos países —desde Ecuador hasta Indonesia— han subsidiado la gasolina y otros combustibles, habitualmente fijando su precio en el surtidor. Con esta política, cuando los precios del petróleo aumentan, también lo hace el costo de los subsidios, pero el precio en el surtidor se mantiene igual.

Históricamente, los subsidios a los combustibles han sido muy populares en los países en vías de desarrollo, cuyos grandes sectores informales y falta de registros dificultan a los gobiernos identificar a los pobres. Antes de la llegada del dinero móvil y la ampliación de los servicios bancarios, otorgar efectivo o dinero directamente a los ciudadanos solía abrir la puerta a la corrupción. Los subsidios a los combustibles permitían solucionar este problema, porque todos se podían beneficiar al comprar gasolina y ese beneficio quedaba explicitado a través del precio en el surtidor.

El problema, por supuesto, es que los subsidios a los combustibles fomentan su uso excesivo, que tiene terribles implicaciones ambientales. En vez de subsidiar los combustibles, los economistas a menudo señalan que debiéramos gravarlos con impuestos para atender a esas externalidades. Un estudio reciente estima que la eliminación de los subsidios al gas y al petróleo podría haber reducido las emisiones mundiales de dióxido de carbono entre el 5 y el 6 % en 2015 (el 28 % si además se hubieran eliminado los subsidios al carbón).

Además, los subsidios a los combustibles son una manera ineficiente de ayudar a los pobres, especialmente ahora que han surgido mejores métodos para definir los beneficiarios y distribuir los beneficios. Aunque los hogares pobres y de clase media baja se benefician con los subsidios a los combustibles, los hogares de clase media y los más pudientes se benefician más, porque tienden a comprar más combustible.

Según un informe de 2015 del FMI, el 20 % de los hogares más ricos reciben 6 veces más beneficios por subsidios a los combustibles que el 20 % más pobre. Y los subsidios a los combustibles suelen ser extremadamente caros, especialmente cuando el precio del petróleo es elevado. Por ejemplo, Indonesia destinó el 3,1 % de su PIB a subsidios a los combustibles en 2018, pero solo el 1,4 % del PIB a la salud.

A pesar de sus obvios defectos, estas políticas subsisten en muchos países. En épocas normales, eliminar un subsidio a los combustibles implica que el precio del combustible dará un gran salto, lo que suele provocar protestas masivas. También puede producir inflación si todos interpretan la suba de los precios de los combustibles como una señal para ajustar otros precios.

Pero estos no son tiempos normales. Las secuelas de la pandemia han afectado a la mayoría los mercados financieros, pero el golpe a los precios mundiales del petróleo fue particularmente drástico. El precio real (ajustado por inflación) del crudo cayó al menos la mitad, de aproximadamente 60 USD por barril antes de la crisis a 25-30 USD por barril en la actualidad. En un momento durante la crisis de la COVID alcanzó su menor nivel desde la Segunda Guerra Mundial.

Esto presenta una oportunidad sin precedentes para eliminar los subsidios a los combustibles de una vez y para siempre. Como los precios del petróleo están por el suelo, muchos países pueden dejarlos en manos del mercado sin que eso afecte el precio en el surtidor. Y cuando la demanda mundial de petróleo se recupere (y con ella, los precios), esos países no seguirán atados a gastos de miles de millones de dólares cada año para subsidiar combustibles.

Esos ahorros se podrían usar para pagar las deudas contraídas por la COVID-19 y financiar programas de asistencia social durante mucho tiempo. Otra cuestión de igual importancia es que esos países ya no estarían subsidiando activamente la crisis climática.

Los gobiernos debieran permitir que los precios de los combustibles fluctúen libremente antes de que se cierre la actual ventana de oportunidad. Indonesia ya aprendió esta lección a los golpes: en 2008, después de la caída de los precios del petróleo generada por la crisis financiera, el gobierno redujo los subsidios a los combustibles y ajustó sus precios internos, pero los dejó fijos. Cuando los precios del petróleo aumentaron durante la recuperación, el gobierno repentinamente tuvo gastar miles de millones de dólares en subsidios a los combustibles.

Este ciclo se repitió unos pocos años más tarde. Mientras se desempeñaba como ministro de finanzas de Indonesia en 2013, uno de nosotros (Basri) propuso reducir el subsidio a los combustibles del país y dejar que sus precios fluctuaran. Pero, aunque el gobierno estaba dispuesto a dar el primer paso, al final decidió una vez más dejar los precios fijos. Cuando los precios del petróleo subieron, la empresa estatal petrolera se vio obligada a desembolsar miles de millones de dólares en subsidios.

Los precios actuales del petróleo, históricamente bajos, permiten hacer ajustes que ayudarían a mitigar el cambio climático por mucho tiempo. Eliminar los subsidios también liberaría los presupuestos gubernamentales cuando los precios del petróleo comiencen a aumentar. Los gobiernos en los países en vías de desarrollo deben aprovechar este momento, tanto para financiar la respuesta ante la pandemia como para brindar transferencias dirigidas a quienes más las necesitan.

M. Chatib Basri, Ministro de Finanzas de Indonesia desde 2013 hasta 2014, es profesor titular en el Departamento de Economía de la Universidad de Indonesia. Rema N. Hanna, profesora de Estudios sobre el Sudeste Asiático en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard, Benjamin A. Olken, profesor de economía en el MIT.

© Project Syndicate 1995–2021.

Planeta | 27 de mayo de 2020

Pedido al G20: el mundo necesita una recuperación saludable

350 organizaciones que representan a más de 400 millones de profesionales de la salud de 90 países presentaron una carta a los líderes del G20, exigiendo una recuperación saludable ante la crisis del coronavirus.

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#HealthyRecovery #RecuperaciónSaludable. Este es el lema que acompaña la carta dada a conocer ayer. Firmada por profesionales de la salud, está dirigida a los representantes del Grupo de los 20 (G20) con vista a las políticas de recuperación post-pandemia que tendrán que implementar en los próximos meses. El G20 representa el 85% del producto bruto global, el 66% de la población mundial y el 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

  • Lo que se podría haber prevenido. En el documento se expone que los dramáticos efectos de la actual pandemia, que exponen la desigualdad y afectan de peor manera a los sectores más vulnerables, “hubieran sido posibles de mitigar y prevenir si se invertía lo suficiente en la preparación para las pandemias, la salud pública y la gestión del ambiente”. De allí la necesidad de actuar en el presente, pensando en el futuro. 
  • Ese mal que ya estaba. La carta enfatiza en la contaminación atmosférica como una problemática que ya debilitaba nuestra salud, y que aumenta el riesgo de sufrir enfermedades y agravar sus síntomas. Sus causas se encuentran en el tráfico de vehículos, centrales térmicas de carbón, quema de desechos sólidos y prácticas agropecuarias.
  • Lo que aún se puede (y debe) hacer. Lejos de quedarse en la crítica, los profesionales de la salud exponen acciones concretas para que los líderes del G20 incorporen. Algunas destacadas: actuar ante la contaminación del aire, el cambio climático y la deforestación; reconsiderar los subsidios a la explotación de combustibles fósiles y dirigirlos a las energías renovables; dar prioridad a los peatones, los ciclistas y el transporte público en las ciudades. Además, piden que las autoridades de salud y los asesores científicos participen en la elaboración de las medidas para garantizar la promoción de la salud.
  • A la Argentina desde la Argentina. El presidente Alberto Fernández abre el listado de Jefes de Estado del G20 al cual está dirigida la carta. Le siguen el resto de los representantes de los países miembros que van desde Angela Merkel hasta Donald Trump. Entre las organizaciones firmantes figuran, representando a Argentina, la Sociedad Iberoamericana de Salud Ambiental y el Instituto de Salud Socioambiental FCM UNR, así como, de forma individual, profesionales de la salud de los Hospitales Fernández, Rawson y Garrahan, entre otros.
  • La carta en español: aquí.

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Manifiesto para una recuperación saludable y “verde”. Es la propuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS), también publicada ayer. Expone seis estrategias para que las decisiones ante la crisis del coronavirus promuevan un mundo más justo, saludable y amigable con el ambiente. 

  • Estas son. Proteger y preservar la naturaleza; invertir en servicios esenciales en el sistema de salud, como el acceso al agua y energías limpias; asegurar una rápida transición energética; promover sistemas de alimentación sostenibles; construir ciudades habitables; y dejar de usar el dinero de los contribuyentes para financiar la contaminación.

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Agustina Besada en su travesía por el Océano Atlántico

Tres preguntas para repensar nuestra relación con los plásticos. Agustina Besada trabajó siempre sobre la gestión de residuos. Dirigió un centro de reciclaje en Estados Unidos y en 2018 se embarcó a cruzar el Atlántico en un velero para generar conciencia, a través de la investigación, el mapeo y las entrevistas con expertos, sobre el mal uso del plástico. Cofundó Unplastify, una empresa social que se propone cambiar la relación humana con el plástico. Más allá de todo esto, “Tati” es mi amiga y una de las personas más apasionadas por desplastificar el mundo. Así que salió esta conversación en cuarentena que quiero compartir con ustedes.

  • Tapabocas, guantes, bolsas, plástico… Lo descartable pareció volver a ser protagonista y muchos analizan un posible “resurgir del plástico” post-pandemia. ¿Qué pensás? 
    Sin dudas, en estos tiempos de pandemia, de miedo, de falta de información o de desinformación, se está volviendo un montón a lo descartable. Es importante diferenciar lo que son descartables en el uso médico que están totalmente justificados y no se pueden cuestionar. Incluso allí, están empezando a usar elementos de protección reutilizables. Y, por otro lado, el ciudadano común, en el que se percibe una tendencia a usar más descartables. Creo que eso se relaciona con una sensación de seguridad que da el plástico. Hay un retroceso hacia lo descartable por falta de información. Sería una pena que, por este contexto tan difícil, tengamos que dejar de lado otras cuestiones que también son complejas, como la contaminación plástica.
  • Saliéndonos un poco de la pandemia, en Unplastify no se presentan como enemigos del plástico, sino que invitan a repensar nuestro vínculo con él. ¿Cuál es el principal problema en esa relación? 
    Es una combinación de problemas. Es cómodo, liviano, barato. Y eso está ligado con el exceso. La comodidad en sí no es un problema, pero cuando, al ser cómodo, lo empezamos a usar en absolutamente todo lo que nos rodea, hay un exceso con impacto negativo. Eso sumado a la manera descartable en la que lo empleamos: elegir un material que dura 400-500 años en degradarse para algo que lo vamos a usar minutos, no tiene sentido. El problema no es el material en sí, el problema es su uso y abuso. 
  • A dos años de tu travesía por el Atlántico, ¿cuál fue el mayor aprendizaje de esa experiencia? 
    Por un lado, un aprendizaje sigue siendo el mismo: el plástico no desaparece. Cuando tiramos ese material tan resistente y duradero y, por alguna razón, termina en el océano, sigue ahí y contamina los lugares más remotos. Por otro lado, con el tiempo, empecé a reflexionar sobre el diseño de los sistemas. En la vida a bordo pasábamos tantos días sin ingresar nuevos recursos al barco, que teníamos que ser muy conscientes de los recursos que teníamos y cómo los íbamos a usar. Me dio una idea de finitud de los recursos y cómo uno los administra. A la escala del planeta, es lo mismo.

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Hogares transitorios para perros y gatos de pacientes con COVID-19. Es una iniciativa del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Buscan voluntarios para cuidar transitoriamente a los perros y gatos de pacientes diagnosticados con COVID-19 que vivan solos y no cuenten con ayuda, mientras se encuentran hospitalizados o en aislamiento. Más info para sumarse aquí.

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En agenda: se viene el Día Mundial del Ambiente. Como cada año, se celebrará el próximo 5 de junio. El foco de este 2020 estará puesto en la biodiversidad. Desde RED/ACCIÓN, en conjunto con ONU Argentina, estaremos realizando un evento online para conversar sobre esos temas. Así que, ¡reserváte ese día y seguí nuestras redes para sumarte!

  • ¿Cuándo será finalmente la COP26? Es la pregunta que muchos nos venimos haciendo sobre la conferencia de Naciones Unidas en cambio climático. Ayer se dio a conocer que Reino Unido -que preside esta COP26- propuso realizarla en noviembre de 2021, es decir, un año después de lo previsto antes de la pandemia. La decisión final del organismo responsable la conoceríamos mañana.

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Ser sustentables: y reducir nuestra huella de carbono individual. Tras compilar unos 7.000 estudios, el Centro de Investigación de Soluciones de Demanda Energética (CREDS) identificó las acciones más efectivas para reducir nuestra huella de carbono individual (es decir, el conjunto de emisiones de gases de efecto invernadero que genera una actividad). Estas son las cinco primeras y sirven para seguir pensando en el tema inicial de esta newsletter: la recuperación post-pandemia. 

  1. Vivir sin auto
  2. Optar por un vehículo eléctrico
  3. Tomarse un vuelo de larga distancia menos 
  4. Usar energías renovables
  5. Priorizar el transporte público.

Plus: llevar una dieta vegana aparece en el séptimo puesto del ranking, pero es la medida más efectiva en términos de alimentación. 

Necesitamos tu ayuda. Sabemos que son tiempos difíciles para todos y en RED/ACCIÓN no somos la excepción. Para poder seguir haciendo un periodismo humano, que busca despertar conciencia y promover acciones que cuiden al planeta y a las personas, te necesitamos a vos. 

Con un aporte a elección, podés hacerte miembro y ayudarnos a promover una comunidad más informada y comprometida. Hacé click acá para conocer más. ¡Muchas gracias por acompañarnos!

Berlín, en adopción responsable

No podía dejar de compartir la realidad paralela que viví estas últimas semanas, aún en todo este contexto de pandemia y aislamiento. A ocho meses de la partida de Queen, decidí animarme a dar tránsito para ser ese nexo necesario que va del rescate a la adopción. A ella, a quien bauticé como Berlín, la rescatamos dos veces. La primera, de una vida de maltrato e indiferencia, la segunda de la irresponsabilidad de ciertos humanos a la hora de adoptar. Hoy, seguimos buscando una familia que la quiera adoptar con responsabilidad para darle todo ese amor que se merece. 

Estos tiempos son bastante difíciles para las iniciativas locales que se ocupan del rescate y la promoción de la adopción de perros y gatos. Recomiendo apoyarlos aún con la mínima ayuda, sea económica, donando comida y medicamentos, o dando tránsito.

¡Hasta el próximo miércoles!
Tais

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Coronavirus | 29 de mayo de 2020

Ilustración: Pablo Domrose

Mi abuelo era como Highlander, pero no inmortal

—Le dio positivo.

Un llamado. Tres palabras. Y ya no escuchás nada más.           

          ***

—Mañana está la obra Los vecinos de arriba en la computadora. ¿Querés venir a verla?

Una y mil veces le explicamos a mi abuelo que hay un virus dando vueltas, que no se puede salir y que se tiene que quedar en casa. Ese Viernes Santo me dijo por teléfono que como yo soy periodista tenía que sacar el permiso y pasar a merendar a su casa de Villa Crespo, como habría hecho en un contexto normal. Nada lo convencía.

“Yo tengo un GPS para evitar el virus”, decía.

Para todos en la familia él es el abuelo Grillo. Cabeza dura, impulsivo, pero sobre todo incondicional.

La obra de teatro que me comentaba por teléfono no pudo verla. Esa semana se había caído un par de veces y el sábado se cayó otra vez. La ambulancia lo vino a buscar y lo llevó al hospital. Lo diagnosticaron con un ACV y le dijeron que se tenía que quedar ahí, en terapia intensiva. 

Dejarlo internado en plena pandemia ya daba vértigo, pero llevarlo a la casa ya no era opción. Después de algunos estudios, los médicos determinaron que había que operarlo, había que drenar dos hematomas que se le habían formado en la cabeza, que le estaban impidiendo mover su pierna y brazo izquierdo.

Gregorio "Grillo" Beniaminovich, con sus 84 años, ya convivía con un marcapaso desde hace años. De chica me llamaba la atención la pelotita que le sobresalía en el pecho por ese reloj. Teníamos miedo de que su corazón no tolerara una operación tan invasiva.

Durante los 40 días que estuvo internado, fui cinco veces al sanatorio, pero solo dos lo pude ver. 

La primera vez que intenté verlo fue antes de la operación. El martes 14 de abril, me tomé un taxi en la esquina de casa, esa vez sin barbijo porque todavía no se lo consideraba como un imprescindible para salir a la calle. Las visitas en terapia intensiva son de una hora, una vez al día y puede entrar un solo familiar. A mi abuelo se lo podía ver de 13 a 14.

En la puerta de la clinica me encontré con mi mamá y como ese día iban a dar detalles de la operación pedimos permiso para que una lo vea y la otra hable con el médico. Imposible. Solo una persona puede entrar. Yo me quedé afuera. Me apoyé en el capó de un auto, y me di cuenta de que no era la única que había improvisado una sala de espera en plena calle. Varias personas daban vueltas por la cuadra esperando novedades de sus familiares.

A la hora, puntual, salió mi mamá y me dijo: “¿Vamos a tomar algo?”. La terapia intensiva la había abrumado tanto, que por un momento se olvidó que no había a dónde ir. Caminamos una vuelta manzana, nos saludamos con el codo y cada una volvió a su casa.

Al día siguiente, después del mediodía manejé hasta la clínica. Hace más de 25 días que no manejaba. Cinco años atrás, en ese mismo auto practicaba con Grillo lo que había aprendido en las clases de manejo. Probábamos cómo estacionar, la marcha atrás y me ayudaba a perderle miedo al tráfico. También me había acompañado a la calle Warnes a cambiar uno de los espejos laterales, después de haberlo volado contra un contenedor de basura.

Llegué a la clínica, esta vez sí con barbijo, me registré en la entrada y subí al piso 3. En el ascensor me puse una máscara para crear una barrera más. Para no llevar ni traer el virus. En la clínica nunca me tomaron la fiebre ni me preguntaron por síntomas. Antes de entrar a la sala de terapia intensiva, me volví a poner alcohol en gel. Enseguida lo vi ahí, en la tercera cama. Al instante me reconoció y dijo: “Flor, qué lindo verte”. Me preguntó por mi abuela, mi mamá, mis tíos, primos y su bisnieto, que por la pandemia no llegó a conocer.

“Todos están abajo”, le dije. En terapia intensiva, al menos de a ratos, para él, la pandemia no existe y el tiempo se diluye. La conversación se entremezclaba con los bips que hacen las máquinas y el murmullo de los enfermeros.

—¿Susana tiene una máscara así?

Lo preguntó cuando se dio cuenta de que se me empezaba a empañar la máscara que llevaba puesta para protegernos. Susana es mi abuela y su compañera por más de sesenta años. En marzo, justo antes de que se decretara el aislamiento social obligatorio, nos habíamos reunido a celebrar su aniversario.

Susana Gourinsky y Gregorio "Grillo" Beniaminovich en su aniversario de 62 años de casados (14 de marzo 2020)

Llegó el almuerzo. Una tortilla de papa con puré de calabaza. Lo ayudé a comer, pero al tercer bocado, me dijo que no quería más, que estaba muy seco. 

Pasó el coordinador de terapia intensiva y se detuvo para darme el parte: “Está estable, de a ratos se pierde, se opera el viernes”. Eso fue todo y siguió con la persona que visitaba al paciente de al lado.

Al cumplirse la hora de la visita, una de las enfermeras me dijo que me tenía que retirar. “Te quiero mucho”, le dije a mi abuelo y él me regaló una sonrisa. 

***

Pasó la operación. Siguieron algunos días mejores y otros peores. Apareció la fiebre. Primero se contagió neumonía y después meningitis. 

El sábado 25 de abril fui al hospital por tercera vez. Lo vi más animado que cómo me habían contado que lo habían visto el día anterior. Cuando vi la cicatriz en la cabeza, se me aflojaron las piernas. Él intentó sonreirme y me acarició el pelo. “Cuando me vaya a casa vamos a escribir juntos todo esto. Te tengo que contar un montón de cosas”, me dijo. 

Su esperanza me alivió. 

Me tuve que sacar la máscara porque el calor de terapia intensiva era agobiante. Me dejé el barbijo. En la panza, le vi un sarpullido rosáceo, y cuando pasó el médico le pregunté de qué se trataba. “Puede ser por los antibióticos. Está estable. Hoy, sin fiebre. Posiblemente mañana lo pasamos a piso”, dijo.

Mi abuelo me agarró la mano y comenzamos a conversar. Le conté que el día anterior estuve amasando jalá (un pan trenzado que se come en Shabat y en las festividades judías). El marido de la paciente de al lado, otra distinta a la de la visita anterior, me escuchó y nos empezó a hablar en hebreo. Ni mi abuelo ni yo entendíamos del todo lo que decía, pero nos distrajo por un momento.

Grillo le deseó paz al hombre y enseguida le empezó a hablar de Greta Thunberg, la activista adolescente que seguro había visto en las noticias. Así se pasó la hora y la enfermera me pidió que me retirara.

Grillo y Florencia Tuchin (mayo 2018)

*** 

Lunes 27 de abril. Las visitas cambiaron de horario. Ahora eran de 18 a 19. El domingo lo pasaron transitoriamente de cuidados intensivos a unidad coronaria porque todavía no había una habitación disponible en piso. Esa tarde volví al hospital y en la puerta me encontré con mi tío, no nos saludamos, pero nos tiramos alcohol en aerosol antes de tocar la puerta de entrada del sanatorio. 

La persona que registra las visitas nos dijo que nadie podía pasar, que el médico nos iba a llamar para darnos el parte y que las visitas a terapia intensiva quedaban suspendidas. No nos dieron las razones. Al minuto llamó el médico al celular de mi tío. Como le dijimos que todavía estábamos en la entrada del sanatorio, nos dijo que lo esperáramos que iba a bajar.

El médico nos confesó que tuvieron que cancelar las visitas en terapia porque detectaron un caso con COVID-19 y que por protocolo tenían que hisopar a todos los pacientes. Nos dijo que los partes los íbamos a recibir por teléfono y que los resultados iban a estar en dos días. Solo nos quedaba esperar que el resultado fuera negativo. Le pedimos al médico que le avisara a Grillo que fuimos a verlo y que le explicara por qué no podíamos entrar.

El miércoles a la noche llamaron del sanatorio y nos dijeron lo que no queríamos escuchar: el test le dio positivo. Mi abuelo con COVID-19. 84 años, marcapaso, ACV, neumonía, meningitis, y ahora con COVID-19. 

En ese momento, me olvidé de todo lo que había leído y escrito durante más de un mes. Volví a leer los síntomas, los riesgos, el proceso de la enfermedad. “¿Cómo se contagió? ¿Cuándo lo voy a poder ver? ¿Tendré yo también el virus? ¿Mi mamá y mi tío tendrán el virus? ¿Habré contagiado a mi novio?”

Llame al 107 para avisar que estuve en contacto estrecho con mi abuelo, que ahora tenía COVID-19. “¿Me tengo que testear?”, pregunté. La mujer que estaba del otro lado del teléfono me dijo que llamara a mi prepaga, que ellos me iban a dar las indicaciones. Busqué la credencial de OSDE y marqué el número de teléfono. Repetí otra vez lo mismo. Y me dijeron que no me iban a testear, que tenía que llamar de nuevo si tenía fiebre y que los siguientes 14 días, mi pareja y yo nos teníamos que quedar aislados en casa para evitar contagios en caso de ser asintomáticos.

La única certeza que tenía en ese momento era que por lo menos por 14 días no iba a poder ver a mi abuelo. Y esos mismos 14 días tenía que esperar en casa los síntomas. Ni bien me despertaba y antes de dormir me tomaba la fiebre, buscaba el frasco de café y metía la nariz para ver si sentía el olor, por las dudas también me tiraba perfume.

Otra rutina de esos días era mandar un mensaje a mi mamá y a mi tío para ver si ellos tenían síntomas. Angustia y ansiedad fue lo que más sentí en esos días. Siete días después de ver a mi abuelo, el sábado 2 de mayo, directamente no pude dormir. Me faltaba el aire y me quemaba la garganta. Ya conocía esa sensación de falta de aire y sabía que no tenía que ver con un problema respiratorio. Lo único que calmaba la ansiedad en esos días era mirar Friends y un juego en el celu de crucigramas.

***

Durante los primeros partes telefónicos nos decían que mi abuelo estaba estable, no tenía fiebre y el foco en el pulmón era pequeño. No necesitaba respirador. El 6 de mayo lo pasaron de terapia intensiva a una habitación aislada para pacientes con COVID-19. 

A partir de ese momento empezamos a perder la noción de cómo estaba. Dejaron de llamarnos todos los días, espaciaron los partes y no conocíamos a los médicos que lo atendían. Tampoco sabíamos dónde estaba esa habitación ni cómo era. No podíamos llevarle un celular y desconocíamos si estaba en condiciones de hablar. Esos días fueron de incertidumbre total. Amigos, familiares, compañeros de trabajo preguntaban cómo estaba y la respuesta, una y otra vez, era “estable”. 

Mi abuela nos llamaba por teléfono a todos para que le dijéramos el parte para ver si le ocultábamos información y para ver si coincidía lo que le decíamos.

¿Sabrá que no podemos entrar? ¿Preguntará por qué no estamos yendo? ¿Tendrá conciencia de la pandemia? ¿Estará sufriendo? 

Por más que uno sabe que no se puede entrar a verlo, que la situación excede a lo que uno desea, la sensación de que lo abandonás, de que no estás haciendo todo lo posible para ayudarlo, en algún momento te invade. Quedarse de brazos cruzados se vuelve insoportable. 

Grillo con sus hijos y nietos en el día del padre (junio 2019)

El domingo 10 de mayo, Grillo volvió a terapia intensiva. Ya llevaba un mes de internación. Su riñón comenzó a fallar y tuvieron que empezar a hacerle diálisis. Ese día llamaron y también comentaron que se estaba barajando la posibilidad de intubarlo. Para eso se necesitaba el consentimiento de la familia. Se decidió hacer todo lo que estuviera al alcance para que mejore.

Ante la angustia e incertidumbre familiar, el lunes, un médico hizo una excepción y le dijo a mi mamá que por única vez podía ir a a ver a mi abuelo a través de un vidrio. Como a media cuadra de distancia. La fui a buscar y en menos de quince minutos ya estábamos en la puerta del sanatorio. Ella subió al tercer piso y yo me quedé en el auto. Ahí estacionada me sentí al menos un poco más cerca de él y volví a pensar en positivo. 

A los 15 minutos, mi mamá volvió al auto. Antes de subir, la rocié en alcohol y me contó que lo vio a través del vidrio, pero él a ella no la vio. El médico le dijo: “Tu papá es Highlander. Se está luchando todo y no vamos a dar el brazo a torcer”.

En esos días grabamos audios y los mandamos por WhastApp a un celular del sanatorio. “Los audios son para el paciente Beniaminovich”, escribimos en el mensaje. Tilde azul en los audios, pero nunca nos contestaron. Queríamos que él nos escuchara la voz, nos sintiera un poco más cerca. No sabemos si los escuchó. 

Después de los partes, también pedimos hacer una videollamada, pero tampoco nos dieron esa posibilidad. Contenernos entre nosotros por teléfono era lo único que nos quedaba entre parte y parte.

El COVID-19 me sacó la posibilidad de escribir esta nota con mi abuelo, me privó de las últimas charlas y abrazos, no me dejó despedirlo como se merecía. Pero mi abuelo, con 84 años, un marcapaso, neumonía y meningitis le dio batalla al virus durante más de 20 días y me dejó el mensaje de que siempre se lucha hasta el final. Así que con orgullo puedo decir que tuve un super abuelo. 

Él era como Highlander.


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Sociedad | 3 de junio de 2020

Foto: Alfredo Luna/Télam

Eduardo Murúa: "Las empresas recuperadas son un sector importante y emplean a 18.000 trabajadores"

¿Por qué es importante fortalecer a las cooperativas en el contexto actual?
—Las empresas recuperadas son un sector importante con 18.000 trabajadores. Hay que sostener esos puestos de trabajo y, cuando salgamos de esta situación, generar más empleo. Hoy las cooperativas están produciendo alimentos, productos para medicamentos y envases, entre otros.

¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrentan las cooperativas?
—El Estado destinó recursos para las grandes empresas y pymes, como por ejemplo con el pago de la mitad del salario. Eso no se gestionó con las empresas recuperadas, pero hemos logrado sacar el salario complementario para sostener a los trabajadores que están en peor situación. Hoy las empresas recuperados viven la pandemia como cualquier otra pyme. La principal diferencia es que las cooperativas reparten el excedente de forma igualitaria. Además, estas empresas no solo producen valor, sino que generan un método para que un bien social como una empresa no se liquide y siga siendo capital de la sociedad en su conjunto. No está bien que una empresa se destruya por la voluntad de una persona.

¿Qué oportunidades trae el Programa Recuperar?
—Tiene varias lineas de créditos para compras de maquinarias y para generar nuevos productos. También cuenta con línea de subsidios para empresas que están en una situación económica más complicada. Esta Secretaría trabajará junto a las empresas recuperadas para brindar complementación económica para desarrollar nuevas unidades productivas y así generar empleo. Tras la pandemia, se va a tener que apoyar la recomposición de capital de trabajo y ayudar con las compras de insumos y materias primas.

Este contenido fue publicado originalmente en Otra Economía, la newsletter sobre economía circular, inclusiva y de triple impacto que edita Florencia Tuchin. Podés suscribirte en este link

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Quemados: el combo home office + cuarentena no nos permite desconectar del trabajo

Este contenido contó con la participación de lectores y lectoras de RED/ACCIÓN

“El home office empezó como un sueño: podía dormir un poco más, trabajar en ropa de entrecasa, cuidar a mis animalitos, era todo hermoso”, cuenta Ignacio (19 años), quien trabaja en atención telefónica y por mail para una mutual. Pero su historia no tiene un final feliz: “Se volvió algo molesto y estresante. El sueño se convirtió en pesadilla”, dice.

No es el único a para quien trabajar desde casa en la cuarentena le aumentó el estrés. Un estudio que la Universidad Siglo 21 hizo en grandes centros urbanos de la Argentina señaló que entre enero y mayo los síntomas relacionados con el Síndrome del Estrés Laboral Crónico, conocido como burnout, crecieron un 5%.

Aunque iban en aumento en los últimos años (la universidad los mide desde 2017), esta vez el salto fue exponencial: a fines de 2019, el interanual había sido del 2%.

Este año, siete de cada 10 encuestados vio afectado su trabajo, por cambiar a la modalidad de teletrabajo o directamente por no poder trabajar. Entre quienes trabajan (tanto presencialmente como desde sus casas), el estrés también es alto, como lo muestran estos datos:

  • Al 48% “siempre o casi siempre” le resulta difícil relajarse después del trabajo. 
  • Al 36% cada vez le cuesta más comenzar a trabajar.
  • El 38% está tan cansado que no puede hacer otras cosas luego de trabajar.
  • El 26% se siente menos involucrado.

En la Argentina el teletrabajo se regula mediante resoluciones y convenios colectivos. Pero la ley –como pasó en otros países– podría estar al caer: un informe de la asociación Esfera Pública reseña 21 proyectos que esperan tratamiento (14 en Diputados, 7 en el Sentado).

En RED/ACCIÓN hicimos nuestro propio “estudio”: invitamos a lectores a conversar sobre si se sentían “quemados”. Las respuestas de varios de ellos (del AMBA, Córdoba, Santa Fe y Paraná) ayudan a entender un fenómeno de múltiples aristas.

Entre familiares y tareas

“Tengo 7 años de home office y una cosa es hacerlo con y otra sin cuarentena”, es la conclusión de Florencia (44), una consultora de Recursos Humanos para una multinacional. Ella siempre había gozado de los beneficios de trabajar desde su casa, como el de ahorrarse dos horas diarias de viaje.

Ahora está “agotada”. “Al trabajo le sumé lo que antes alguien hacía por mí: las tareas domésticas [tenía una empleada] y la enseñanza de mis hijos”.

En la misma sintonía, una docente e investigadora tarda en volver a concentrarse tras cada interrupción de su hijo. “Cuando me doy cuenta, son las 21 y sigo trabajando”. Lo cuenta así:

Sofía (20) trabaja en prensa, vivía sola y se mudó con sus padres en la cuarentena: “En mi departamento hago los quehaceres cuando yo quiero, acá me exigen hacer cosas que me quitan tiempo de trabajo”.

Leandro Medrano, doctor en Psicología y secretario de Investigación y Transferencia Científica de la Universidad Siglo 21, explica que el conflicto familia–trabajo fue lo que más influyó en los síntomas de burnout porque “estamos haciendo un equilibrio para responder demandas de ambos”. 

Tuve que interrumpir nuestra entrevista cuando mi vecina golpeó mi puerta para regalarme rúcula y nadie más podía atenderla. 

Pero también se dificulta al vivir solo: “Cuesta mucho organizarse”, opina Agustina (35), que trabaja en marketing. El otro día cortó una presentación virtual para atender al repartidor que tocaba su puerta.

Límites difusos

“La gente cree que por estar encerrados tenemos más tiempo y exigen más”, señala Sofía.

Aunque a veces las exigencias vienen de la misma persona. “Si no termino o soluciono lo importante del día siento que no hice nada, eso me vuelve loca”, confiesa Rocío (24), que hace tareas administrativas en un instituto de inglés y siente que el tiempo nunca le alcanza.

Medrano señala que “quienes hacen teletrabajo con más flexibilidad suelen tener menos síntomas de burnout”, ya que puede ayudar a conciliar las demandas del trabajo y la casa. 

Sin embargo, la flexibilidad horaria puede ser un arma de doble filo. 

“A veces me quedo maquinando sobre el laburo o se me ocurren ideas mientras hago otras cosas y corro a escribirlas”, suma Belén (28), que hace capacitación para un organismo público.

“Hoy no hay límites precisos entre la vida laboral y privada. Te pueden llamar a cualquier hora”, dice Leandro (32), abogado.

“Siento que tengo que avisar cada vez que salgo a comprar porque es horario laboral, pero es cuando los locales están abiertos”, resume Paola (42), publicista.

El desafío de cortar

Medrano apunta como relevante la capacidad de desconectarse del trabajo: “No tiene nada malo que te estreses siempre que tengas fase de recuperación”.

Pero el corte no suele llegar.

“No me terminó de funcionar el horario flexible, me da una idea de estar trabajando todo el tiempo”, dice Federico (24), que es community manager y admite estar desmotivado:

“Soy mi propia jefa y soy la peor, porque extiendo jornadas. Aunque ya me pasaba antes de la pandemia, no era un hábito, porque cortaba para hacer otra actividad fuera de casa”, dice Luciana (35), que hace consultoría en recursos humanos y tareas de community manager.

El miedo a perder el empleo hace que muchos trabajen de más. “Hay que parar con buscar rendir al 150%”, opina María (26), que trabaja en una consultora de innovación tecnológica.

Además, cortar se complica sin poder salir de casa.

“Es más difícil dividir en mi cabeza el trabajo y el  ocio sin un cambio de espacio físico”, dice María, que vive en Estados Unidos y trabaja para una ONG, ahora desde su pieza. “El fin de semana trato de ni entrar a mi habitación, necesito cambiar de aire”.

Algunos adaptaron sus espacios de trabajo. Luciana compró una silla de escritorio y elementos decorativos. Rocío puso “una mesa de Quilmes (esas de patio) y un escritorio en la pieza”, donde arma todo para trabajar y lo vuelve a acomodar al terminar.

El lugar de trabajo de Luciana.

“Separé un espacio en otra habitación, pero me interrumpen o lo desordenan”, se queja Sofía.

“Adapté para las videollamadas la habitación de mi hijo, el único lugar donde cierro la puerta y nadie circula”, dice la madre del primer audio de esta nota. La gente siempre le comenta del póster de Dragon Ball Z que ven:

También me contaron de otras limitaciones para adaptar el espacio: el tamaño, dónde da mejor la luz para las videollamadas, la zona más cálida de la casa, la parte de la casa con mejor wifi

Muchos, como cantaba Charly García, están “yendo de la cama al living”.

El lugar de trabajo de Rocío.

Mientras, las reuniones virtuales laborales se multiplican y llenan la agenda.

“Las videollamadas empiezan a ser tediosas: querés cortar y no se terminan, hay mucha gente haciendo catarsis”, dice un productor de TV. “Son redundantes, se quedan en lo anecdótico”, complementa Marianela (32), docente, periodista y asesora en marketing digital.

Mercedes (33), que capacita empresas en transformación digital, se dio cuenta de que estas reuniones “requieren otra lógica”, tienen que ser “más concretas”.

Del cansancio al anhelo de salir

La situación genera cansancio, desmotivación y menos concentración. “No me puedo enfocar bien, me cuesta ser creativa y que me rinda el tiempo”, ilustra Marianela.

La fatiga suele traducirse en dolores en todo el cuerpo. María, de Buenos Aires, lo cuenta así:

Varias empresas advierten la situación de sus empleados. “Hemos reforzado los mensajes positivos desde las redes sociales internas, eso nos dio muy buenos resultados”, cuenta Ingrid Grof, encargada de recursos humanos de Industrias Maya, una pyme de San Martín.

“Hicimos campañas compartiendo las mejores prácticas para el home office en esta situación, dando tips de cómo cuidar la vista o sobre herramientas tecnológicas. Eso ayudó mucho. Y si alguien tiene un problema, lo ayudamos individualmente”, cuenta Pablo Granado, director de Human Capital en la consultora PwC Argentina, con 3.400 empleados en el país.

Podés leer consejos y aplicaciones para el trabajo desde casa en esta nota.

Algunos lectores contaron qué hacen para sobrellevar el estrés laboral o intentar desconectar.

Muchos se “obligan” a no responder mensajes fuera del horario laboral. Otros buscan organizar tareas por horarios. Varios intentan recrearse sin pantallas para alejarse lo más posible del trabajo: leen, se ejercitan, se dedican a tareas de la casa.

En algo hay unanimidad: el trabajo desde casa sería diferente sin cuarentena.

“Falta salir a relajarse después del laburo, a entrenar, a tomar algo con amigos”, grafica Agustina.

Una docente universitaria lo resume así: “Falta ese balance perfecto para la psiquis entre saludos/abrazos/charlas triviales y trabajo/decisiones/charlas resolutivas. Sumarle salidas y vida social a este contexto tal vez me ayudaría a recargar energías”.

Coronavirus | 10 de junio de 2020

Isolda Calsina. Foto: Ministerio de Educación de Jujuy

Jujuy reabre las escuelas y el martes vuelven las clases: cómo es el protocolo para cuidar a alumnos y docentes

En la Argentina, los jujeños serán los primeros en volver a las escuelas. Lo harán a partir del próximo martes 16 de junio. Lo harán en cuatro etapas, priorizando a los y las estudiantes que más lo necesitan, empezando por las escuelas rurales más alejadas y que cuentan con albergue.

La reapertura de las escuelas será para dictar clases de apoyo optativas a las que podrán asistir estudiantes de primaria y secundaria que por su situación de vulnerabilidad no lograron sostener el vínculo a distancia con sus docentes. El Ministerio de Educación de Jujuy definió quiénes estaban en esta situación a través de un censo y el entrecruzamiento de distintas bases de datos.

Isolda Calsina, a cargo de ese ministerio jujeño, gestiona un sistema educativo compuesto por unas 1100 instituciones educativas entre todos los niveles, 265.000 estudiantes y 33.000 docentes. Si bien su equipo sigue ultimando detalles para el regreso a las aulas, Calsina nos envió el protocolo y preciso aspectos del plan durante una entrevista con RED/ACCIÓN.

¿Por qué consideran que se puede volver a las aulas?
—Lo necesitamos. 25% de nuestros alumnos y alumnas de primaria y secundaria están quedando retrasados en sus aprendizajes por su situación de vulnerabilidad, cuando la condición sanitaria de la provincia es óptima. Podemos recuperar alguna presencialidad. Solo tuvimos 6 casos de COVID-19, todos importados, que se lograron encapsular.

¿Cómo se tomó la decisión de volver a las aulas, qué variables se tuvieron en cuenta?
—Hicimos un trabajo previo para llegar a esta decisión. La provincia declaró la emergencia el 30 de enero y creó un comité operativo de emergencia que comenzó a trabajar inmediatamente. Y las clases, que habían comenzado el 2 de marzo, se interrumpieron el lunes 16 de ese mes. Pero como nosotros veníamos trabajando esta posibilidad, el 17 de marzo pudimos entregar guías para los niveles inicial, primario y secundario y elaboramos orientaciones sanitarias ante la pandemia y para la enseñanza virtual. El 21 de marzo pusimos a disposición de docentes, estudiantes y familias un portal digital gratuito para aprender en casa. Pedimos a los docentes que mantuvieran el vínculo pedagógico usando todos los medios a su alcance. Y nos centramos en qué contenidos enseñar porque la pandemia los obligó a soslayar lo que tenían planificado dar. Por último, el 20 de abril aprobamos el Plan Estratégico de Educación COVID-19 que, entre otras cosas, resolvió relevar en las escuelas lo que estábamos haciendo, sobre todo para saber si el vínculo virtual docente-estudiante se estaba
sosteniendo.

¿Qué conclusiones sacaron de ese censo?
—Que el 25% de nuestros estudiantes necesita apoyo escolar porque no se ha conectado con la propuesta de educación a distancia o su contacto no alcanzó los objetivos que nos propusimos. Y de acuerdo a lo relevado también se agregaron recursos pedagógicos a nuestro sitio virtual y líneas telefónicas de consulta. El objetivo del apoyo escolar es fortalecer aprendizajes, robustecer trayectorias escolares vulnerables, reforzar la alimentación, equiparar la brecha digital y ayudar a las familias para que los estudiantes aprendan en casa. También, poder evaluar el proceso educativo, hacer esa evaluación formativa que nos guíe acerca de la efectividad de los aprendizajes. Así aspiramos a llegar a fin de año con una promoción en función de los saberes.

¿Cómo se organizó la vuelta a clases para recibir apoyo escolar?
—Primero, anticipamos el receso invernal de dos semanas al 1 de junio. Luego, armamos un cronograma de cuatro fases para llevar a la escuela a estos estudiantes algunos días a la semana. Los chicos que podrán acceder en cada fase fueron priorizados según la vulnerabilidad pedagógica determinada por los datos relevados en el censo de conectividad más el entrecruzamientos con otras bases de datos que tiene la provincia.

¿Qué características tiene cada una de las fases?
— La fase 1 arranca el 16 de junio. Se implementa en escuelas rurales que tienen albergue, las más remotas de la provincia. Recibirán clases presenciales todos los días, ya que pernoctan en la escuela 20 días y 10 vuelven a sus casas. En total, de asistir todos los estudiantes previstos, serán unas 108 escuelas con 2500 alumnos que también contarán con refuerzo alimentario y podrán usar la conectividad de la escuela para seguir trabajando. La fase 2 se implementará a partir del 22 de junio, de lunes a viernes. Se sumarían a recibir clases presenciales otros 12.000 estudiantes de 200 escuelas rurales. Mientras que la fase 3 comienza el 29 de junio e incorpora a los estudiantes más vulnerables en lo pedagógico de zonas urbanas. En este caso, para no sumar al transporte público por razones sanitarias, ya que muchos asisten a escuelas cercanas al trabajo de sus padres, se decidió que al apoyo escolar lo reciban en la escuela más cercana al domicilio. Al igual que los docentes que enseñarán un día en la escuela más cercana y 4 días de manera virtual a sus alumnos, que pueden estar en zonas diferentes. Así se agregarían unos 42.500 estudiantes. Por último, la fase 4 se dará a partir del 13 de julio cuando comiencen a recibir apoyo escolar unos 102.500 estudiantes de vulnerabilidad media o baja de las ciudades.

¿Cómo se dará ese apoyo escolar presencial?
—Es importante decir que la virtualidad seguirá siendo obligatoria y lo presencial será optativo. El apoyo escolar en el aula será contextualizado y heterogéneo porque se hará de manera diferente en cada lugar. También será personalizado porque trabajará con cada alumno y cada escuela diseñará el proceso de acuerdo a sus necesidades. Vale subrayar que en la fase 3 y 4, los estudiantes asistirán un solo día de la semana a la escuela, dependiendo el grado/año. La jornada será corta, de sólo tres horas. Cada institución tendrá el edificio disponible para que los alumnos de un grado puedan ocupar diferentes aulas que permita no superar el 50% de la ocupación total de aula y con un máximo de 15 alumnos. Nosotros invitamos a las familias a que usen este servicio que ofrece la escuela de encontrarse una vez por semana, al menos. Por lo pedagógico, pero también por lo emocional y la socialización que necesitan los chicos. Además, esos encuentros también habilitan otras posibilidades. Ver situaciones de violencia o estrés en el hogar. Situaciones que ocurren en las casas pero de las que el Estado tiene que hacerse cargo, como verificar si lo alimentario está acorde con lo que cada niño necesita. De hecho, con la pandemia muchas familias cambiaron su situación económica y pueden estar necesitando ayuda.

Qué dice protocolo que ayer a la noche hizo público Jujuy sobre las medidas para evitar contagios. Enumera, entre otras disposiciones, que se llevará un registro diario de los estudiantes, docentes y no docentes que ingresen a la escuela, que todas las personas deberán concurrir con barbijos y no podrán tocar la puerta al entrar o salir. Al ingresar al establecimiento se proveerá de alcohol en gel, que deberá estar en contacto con las manos por lo menos por 20 segundos y luego deberán lavarse las manos con agua y jabón durante por lo menos 30 segundos.

Extracto del protocolo publicado ayer por el Gobierno de Jujuy.

Dentro de la escuela, la circulación será unidireccional y deberá estar marcada. Mientras que los escritorios o pupitres deberán guardar dos metros de distancia uno de otro. Al inicio y finalización de cada actividad, se limpiarán con agua y lavandina todas las superficies usadas. El protocolo también lista detalladamente qué medidas deben tomarse en los comedores.

¿Cómo funcionó el reparto de alimentos durante estas semanas?
—A diferencia de muchas provincias, nosotros cerramos las escuelas. Docentes, directivos y nosotros desde el ministerio nos abocamos a lo pedagógico. Los comedores escolares se aprovisionan desde el ministerio de Desarrollo Humano, que tiene identificadas a las personas que requieren de esos alimentos y se les envió a las casas. Así también se cuidó al personal docente y no docente. Aunque los directivos, de todas formas, fueron avisando la situación de familias vulnerables.

Antes mencionaste que por los resultados del censo decidieron crear líneas telefónica...
— Sí, creamos varias líneas. Una para atención emocional y a la que puede llamar cualquier docente o familiar. Otra, de acompañamiento tecnológico sobre todo pensando en los docentes que consultan sobre el uso de herramientas pedagógicas, aplicaciones, Classroom o Zoom. Otra, es una línea para las familias que tienen dificultades para acompañar a sus hijos o porque no se comunicaba el docente. Una cuarta línea atienden exclusivamente cuestiones relacionadas a problemas administrativos que puedan tener los docentes. Una quinta línea de acompañamiento pedagógico, para consulta sobre didácticas, buenas prácticas, estrategias de enseñanza virtual, etc. Y así, varias más. 

Tecnología | 12 de junio de 2020

Diego Tártara: "Las empresas entienden que existe la necesidad de encarar una transformación digital profunda"

¿Cómo ves el panorama tecnológico durante la pandemia?
—En la actualidad y más que nunca, la tecnología se encuentra activa en todos los planos. Desde su presencia en los hogares, donde el aislamiento preventivo hizo que las personas se vuelquen a soluciones tecnológicas para suplir actividades cotidianas, hasta en las empresas que han sido forzadas a modificar su modalidad y dinámica de trabajo para lograr ser más distribuida y remota. En el ámbito empresarial, dos preocupaciones ocupan a los líderes. Cómo adaptarse y recuperar sus negocios bajo esta nueva normalidad, y a su vez cómo optimizar costos. En ambos aspectos, la tecnología es central. Desde adaptar y transformar el negocio, hasta automatizar y disminuir costos operativos. Por esto la tecnología se encuentra en el centro de la agenda. Las empresas entienden la necesidad de encarar una transformación digital profunda.

¿Imaginás que habrá un antes y un después tecnológico?
—Sin dudas, solo que lo describiría diferente. Siempre que existe un proceso podemos hablar de un antes, un después y un durante. Creo que la pandemia trae como resultado una contracción del tiempo, donde el cambio que hubiera demandado cinco años, se produce en uno. Esto se da no porque el desarrollo se vea acelerado, sino por un cambio en el hábito de consumo que producirá una absorción de soluciones tecnológicas. Hoy vemos gente de la tercera edad usando medios de pagos digitales, plataformas de entretenimientos y comprando online. A su vez, vemos chicos estudiando en plataformas educativas digitales y empresas teniendo reuniones virtuales u operando plantas de forma remota. Para ser más claro, es necesario recurrir a un ejemplo: un supermercado que dedicaba 3% de su inversión a desarrollos digitales, ¿cuánto destinará de su presupuesto en 2021 para acompañar este cambio de hábito en el consumo? Ese es el antes y el después, un fast forward al futuro.

¿Hay algún emprendimiento que te parezca interesante y valga la pena recomendar en este contexto?
—Totalmente. Vale la pena reconocer el trabajo de RADLogics, una compañía israelí que se especializa en análisis de imágenes mediante el uso de inteligencia artificial para la detección temprana de diferentes afecciones. A través de su trabajo, y de una adaptación en su software, se permite identificar diversos patrones que pueden ayudar a detectar una persona con COVID en forma temprana y antes de presentar síntomas, mediante el análisis de radiografías torácicas. Esta metodología, a diferencia del testeo tradicional por hisopado, tiene un resultado inmediato, y resulta un ejemplo concreto de la adaptación de las soluciones tecnológicas en escenarios cambiantes.

Este contenido fue publicado originalmente en Futuro, la newsletter sobre tecnología que edita Axel Marazzi. Podés suscribirte en este link.

Futuro | 19 de junio de 2020

Zoom censura a activistas chinos... ¿es sólo el comienzo de algo peor?

¡Buen viernes! Espero que, considerando el contexto, hayas tenido la mejor semana posible. Hoy abro FUTURO con un tema que preocupa porque pone otra vez a Zoom en el ojo de la tormenta: censuró a activistas chinos en Estados Unidos por pedido del Partido Comunista Chino.

Además, le hice tres preguntas a Juan José Méndez, Chief Brand Officer de Ripio, uno de los primeros exchanges de criptomonedas en operar en América Latina. Y recomiendo una app que te va a hacer la vida más fácil, y te presento un hito en relación a los recitales a través de internet.

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Zoom y un caso de censura que preocupa. La app del momento está en el centro de la polémica desde que arrancó la pandemia. Primero por sus problemas de seguridad y privacidad que fueron solucionando con el paso de los días y ahora por un caso de censura porque suspendió cuentas de activistas chinos que están en Estados Unidos y que organizaron una conferencia para recordar la revuelta de la Plaza de Tiananmen que se dio en 1989.

  • Lo admitieron. Después de que los activistas chinos en Estados Unidos revelaron lo que había sucedido y la noticia se viralizó a través de redes sociales, la empresa confirmó que decidieron cerrar las cuentas porque desde el Partido Comunista Chino se habían puesto en contacto con ellos: "El Gobierno chino nos informó que esta actividad es ilegal en China, y exigió que Zoom terminara las reuniones y las cuentas de los anfitriones". Ahora, informaron desde la empresa, las cuentas fueron reactivadas.
  • Los protagonistas. Zhou Fengsuo, fundador de la ONG China Humanitaria y quien estuvo en las protestas en 1989, es uno de los activistas a los que le bloquearon la cuenta. "Estamos indignados por este acto de Zoom", dijo Zhou. "Como el software de videollamadas más popular del mundo, Zoom es esencial para el público que recuerda y conmemora la Masacre de Tiananmen".
  • Escalada. Esta noticia sobre censura escaló rápidamente. Tanto que senadores estadounidenses le enviaron cartas a la compañía. En una de ellas, el republicano Josh Hawley aseguró que "es momento de elegir un bando: los principios estadounidenses y de libertad de expresión o el de los beneficios a corto plazo y censura".

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Tres preguntas a: Juan José Méndez, Chief Brand Officer de Ripio, uno de los primeros exchanges de criptomonedas que operó en América Latina.

  • ¿Cómo ves el panorama tecnológico durante la pandemia?
    Sin dudas, el ecosistema tecnológico y financiero local creció fuertemente en este contexto. Al experimentar un nivel de interacción casi 100% virtual con el afuera, el terreno es muy favorable para empresas que ofrecen productos digitales, sin importar el rubro (Mercado Libre, Pedidos Ya, Ripio...). En nuestro caso, la actividad y las operaciones en la plataforma se duplicaron y hasta triplicaron.
  • ¿Imaginás que habrá un antes y un después tecnológico?
    Sí, ya estamos en ese camino de transición. Las entidades tradicionales están atravesando un proceso de transformación digital desde hace un tiempo y esa necesidad se vuelve más urgente. Poniendo como ejemplo nuestro caso, hay gente que nunca tuvo acceso a inversiones tradicionales, nunca compró oro, o bonos, o acciones, y sin embargo compra bitcoins y los entiende. Entiende que es una tecnología que resuelve muchos de los problemas que el sistema tradicional jamás va a poder resolver y al mismo tiempo es una tecnología mucho más inclusiva y poderosa. Lo mismo ocurre en otras industrias: ya pasó con el e-mail, con los teléfonos celulares, con los servicios de streaming, con las apps de citas. No hay marcha atrás, la pandemia fue solo un catalizador de esa urgencia.
  • ¿Hay algún emprendimiento que te parezca interesante y valga la pena recomendar en este contexto?
    Hay muchos y muy buenos. Un proyecto para seguir de cerca, con enorme potencial para el ámbito educativo sobre todo en este contexto, es Identitic, una plataforma que resuelve varias instancias de aprendizaje online, desarrollada e impulsada por un grupo de chicos del colegio ORT.

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Los pagos a través de WhatsApp llegan a Brasil. Todas las personas que tienen un teléfono inteligente tienen WhatsApp, al menos en esta parte del mundo. El éxito de la aplicación es abrumador y por ese motivo es tan interesante la nueva característica que lanzaron en Brasil: la posibilidad de transferir dinero entre usuarios o pagar por productos y servicios directamente desde la aplicación.

  • El funcionamiento. La manera de utilizar la nueva característica, que se puede ver en este video que está en portugués pero que se explica solo a través de imágenes, es de lo más simple. Solo hay que tocar en el “+” si estás en iPhone o en el clip si estás en Android y seleccionar "Pagar". Después ingresar el monto y listo, esperar que el otro usuario haga su parte. Hay un detalle a tener en cuenta, para poder usar esta característica los usuarios tienen que tener cuenta en los bancos con los que por ahora se hicieron acuerdos (que son Banco do Brasil, Nubank y Sicredi), pero aseguraron que con el paso del tiempo irán agregando más opciones.
  • ¿Y Argentina? No se sabe nada en relación a fechas de lanzamientos y desde WhatsApp solo dijeron que esperan "expandir pronto los pagos a otros países". Esta será una movida que cambiará la manera en la que nos manejamos con el dinero a través de smartphones. Un paso más a utilizar, cada vez más, menos efectivo, lo que se trataría de una nueva revolución tecnológica.

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Los audios llegan a Twitter. Desde la empresa lo anunciaron de la siguiente manera: "A veces, 280 caracteres no son suficientes y algunos matices de conversación se pierden. A partir de hoy, estamos probando una nueva característica que agregará un toque más humano a la forma en que usamos Twitter: tu propia voz".

  • Un test en iOS. Por ahora se trata de una posibilidad que le dan a los usuarios de iPhone como parte de una una prueba, pero es tan masiva que no sería para nada extraño que en los próximos días los usuarios de Android también comiencen a tenerla disponible.
  • Quejas y aceptación. Como todas las grandes novedades que hay en este tipo de plataformas, la feature fue recibida con muchas quejas y halagos. De un lado quienes aseguran que cambia por completo el funcionamiento de Twitter que hasta ahora se basaba, sobre todo, en texto. Otros todavía le damos el lugar a la duda. Siento que hay espacio para que muchos productos muy interesantes puedan florecer en una plataforma que siempre se caracterizó por tener una comunidad increíblemente innovadora.

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App recomendada: Notion, para organizar tu vida y trabajo. Hay muchísimas aplicaciones que dicen haber sido creadas para sacarte cosas de la cabeza y hacerte todo más simple, pero pocas, y te juro que soy de las personas que suele probar constantemente este tipo de aplicaciones de manera casi compulsiva, lo logran de la manera que lo logra Notion.

  • Lo que se te ocurra. Notion tiene una sola contra –si se le puede encontrar algo "malo"–: la curva de aprendizaje es un poco elevada. Sea como sea, cuando le agarres la mano vas a encontrar una cantidad de características que te permitirán crear listas de tareas, un calendario para llevar un tracking de tus reuniones o actividades, usar la app como anotador y, realmente, prácticamente lo que se te ocurra.
  • Trabajo en equipo. Además, es muy buena no solo para organizar tu día a día, sino también para organizar equipos de trabajo, porque se puede compartir información con otras personas y que ellos puedan editar en tiempo real. Sin dudas, una de las apps que más me sorprendió en los últimos tiempos.

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Los conciertos online y un show récord. BTS es una banda musical de K-Pop de Corea del Sur que es furor entre centennials. Tanto, que durante el fin de semana dieron un show en vivo a través de internet que logró facturar u$s 20 millones y, en su momento más alto, tuvo 756 mil espectadores de 107 países.

  • 15 estadios. El ticket del show costaba u$s 35, aunque salía un poco más barato, u$s 26, si quien lo adquiría era miembro del fan club de BTS. Además, los organizadores dijeron que el equivalente al recital virtual que hicieron es hacer 15 recitales en un estadio para 50 mil personas.
  • El futuro. Lo interesante de este hito no es este show de BTS en particular, sino lo que significa. Esto podría marcar un antes y un después en lo que respecta a los shows a través de internet que, para muchos, no se trataban más que de una moda que pasaría cuando la pandemia terminara. Los números de BTS muestran lo contrario.

Llegamos al final de FUTURO. Espero que te haya gustado esta edición. Como siempre te digo, no dudes en recomendarme apps para la comunidad o comentarme algo relacionado a la tecnología que quieras que cubra. Si llegás a probar Notion contame cómo te fue. Te aseguro que es espectacular.

Un abrazo grande y buen fin de semana.

Axel

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Planeta | 24 de junio de 2020

Por qué la perspectiva de género es clave para abordar la crisis climática

No es la primera vez que hablamos del rol de las mujeres para la acción climática, pero hoy lo hacemos a la luz de un informe de Naciones Unidas que evidencia el vínculo entre género, clima y seguridad. Esta relación será fundamental también en la recuperación pospandemia.  

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Cooperativa rural de mujeres en Guinea | Foto: ONU Mujeres

Género, clima y seguridad: mantener una paz inclusiva en la primera línea del cambio climático. Este es el título del reporte elaborado por distintas agencias de Naciones Unidas, en el contexto de una pandemia que ha intensificado las desigualdades, como la de género. Su análisis vincula tres elementos: género, clima y seguridad.

  • Principal conclusión del reporte. Las comunidades afectadas por los conflictos y el cambio climático enfrentan una doble crisis. Por un lado, la pandemia agravó los impactos del cambio climático en la seguridad alimentaria, los medios de vida, la cohesión social y la seguridad. Por otro lado, y en consecuencia, eso puede afectar los avances en favor del desarrollo, intensificar la violencia y obstaculizar los procesos de paz. 
  • El vínculo género - clima - seguridad. Los efectos del cambio climático -aumento de temperaturas, sequías prolongadas o tormentas más intensas- agravan las condiciones que amenazan la paz y la seguridad -como la competencia por recursos o los desplazamientos-. El acceso desigual a los recursos, las normas de género y estructuras de poder preexistentes pueden profundizar aún más la desigualdad y dejar a algunos grupos, como las niñas y mujeres, en situación de mayor vulnerabilidad. 
  • Un caso de estudio en América Latina. El cambio climático contribuye a aumentar la sequía, temperaturas extremas, inundaciones y cambios en los patrones de lluvia en lo que se conoce como el Corredor Seco de América Central. Estos son algunos motivos por los cuales algunas mujeres deciden migrar temporalmente. El otro: la violencia. El dato complementario: cuando una mujer migra, otras de la comunidad asumen las tareas de cuidado, pero cuando el hombre migra, las mujeres asumen nuevas cargas de trabajo y responsabilidades; mientras sufren prácticas discriminatorias sobre la tenencia de la tierra. 

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Ante eso, actuar. Pero no de cualquier forma, sino con perspectiva de género. “Reconstruir mejor, con perspectiva de género, significa garantizar que nuestras economías pos COVID-19 aborden las desigualdades fundamentales en la sociedad y pongan fin a la violencia contra las mujeres”, dice la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka. “Las mujeres son una fuerza poderosa para reconstruir las sociedades de manera más segura, esto incluye desde proporcionar alimentos y refugio, hasta generar ingresos vitales y liderar un cambio sostenible”.

Algunas recomendaciones destacadas que se desprenden del reporte: 

  • Promover políticas y programas que integren las agendas y los temas en pos de la acción climática, la igualdad de género y la consolidación de la paz. 
  • Invertir más para la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, especialmente en los sectores vinculados con los recursos naturales como la agricultura, el desarrollo rural y el acceso al agua.
  • Ampliar el análisis de estos aspectos para, a partir de la evidencia local, facilitar la acción.
  • Podés acceder al informe completo (en inglés) aquí.

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Foto: Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible

¿Cómo sigue la situación de los incendios en las islas del Paraná? Fue el tema central de la edición de PLANETA de la semana pasada. Gracias a la lluvia y a los brigadistas, ya no hay focos de incendios en la zona del Delta Superior. Hoy se miden sus daños tanto para el ambiente como para la salud humana. De hecho, según la Universidad Nacional de Rosario, el domingo 14 de junio -día récord de quemas- el aire local contenía cinco veces más partículas contaminantes que las toleradas. 

  • ¿Y ahora qué? Mientras que el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, planteó la necesidad de crear una reserva nacional en la zona que “permita la actividad productiva con mucho cuidado por la ríquisima biodiversidad de los humedales”; las organizaciones ambientalistas mantienen el reclamo de acciones en contra del avance de la frontera agropecuaria y de la sanción de una Ley de Humedales.

Un mensaje de nuestro partner

CCU, la compañía que elabora las marcas de cerveza Heineken, Imperial y Schneider, entre otras, anunció sus nuevas metas ambientales para la próxima década, como parte de su modelo de sustentabilidad, que cuenta con 3 pilares: planeta por el que velamos, personas que nos mueven y marcas que nos inspiran. El Modelo integra 30 iniciativas al 2030, entre las que se encuentran:

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Impacto ambiental del COVID-19 en Argentina. Es uno de los ejes del análisis inicial presentado ayer por Naciones Unidas Argentina. Considerando reflexiones que venimos abordando aquí, como el origen zoonótico de la pandemia y los efectos en el ambiente ante el aislamiento, el reporte destaca algunas recomendaciones:

  • Replantear el sistema de subsidios a las industrias contaminantes.
  • Fortalecer prácticas de producción alimenticia basada en ecosistemas para potenciar economías regionales, como los sistemas silvopastoriles o huertos orgánicos.
  • Promover la transición hacia la movilidad eléctrica y las energías renovables.
  • Luchar contra el tráfico ilegal de especies e implementar políticas sobre especies exóticas invasoras.
  • Avanzar en la implementación del Acuerdo de París, con un nuevo plan de acción climática (NDC) más ambicioso.
  • Implementar políticas de transición justa para una recuperación económica que conciba lo ambiental.
  • Podés acceder al informe completo aquí

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Foto: Gentileza NatGeo

En agenda: webinario y documental para no perderse. “No hay planeta B”, es la convocatoria de la Fundación Avina para un encuentro virtual sobre la crisis climática en medio de la pandemia. El webinario es hoy, miércoles 24, a las 19:00 (hora argentina). Podés seguirlo en vivo en la fanpage de la organización.

  • Cine en casa: Love & BananasSeguro recordás que recomendé este documental el año pasado durante el Green Film Fest en Buenos Aires. Y, no voy a mentir, fue uno con los que más emocioné. Ahora podrás disfrutarlo en televisión.

    National Geographic estrena esta producción audiovisual que acompaña el rescate de una elefanta en Tailandia. Una historia que invita a repensar el vínculo del ser humano con los elefantes asiáticos. Dos son las mujeres protagonistas de este documental: su directora, la actriz Ashley Bell, que acompaña en el rescate a la conservacionista Lek Chailert. Se proyecta este sábado 27 a las 21:00 por NatGeo. 

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Ser sustentables: y hacer frente a la problemática de los microplásticos. Un estudio publicado en la revista Science encontró que más de 1.000 toneladas de microplásticos caen cada año “como lluvia o partículas de agua” sobre los parques y áreas silvestres de Estados Unidos.

Las pequeñas partículas, derivadas de polímeros usados en industrias y textiles, se transportan fácilmente a través de la lluvia, el aire y las nubes, y afectan luego desde los mares hasta el aire que respiramos. ¿Cómo actuar ante esta problemática? Alejandro Sturniolo, directivo de la Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua (Aladyr), nos da algunos consejos. 

  • Aplicar las 3R: reducir, reciclar y reutilizar. Rechazar los plásticos de un sólo uso y reemplazarlos por alternativas reutilizables. 
  • Consumir a conciencia y pedir más información a las empresas en los etiquetados, por ejemplo, sobre los componentes de las prendas que vestimos y los cosméticos que utilizamos.
  • Desde los gobiernos, garantizar el correcto tratamiento de aguas y efluentes. 

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Ilustración: Pablo Domrose

Hoy no me despido con una fotografía personal, pero sí con algo que practico en mi día a día: elegir alimentos de estación. No sólo es una buena acción para el bolsillo, sino que, además, es una buena estrategia complementaria para promover consumo local, fresco y en mayor armonía con el ambiente. 

¡Hasta el próximo miércoles! 

Tais

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Economía centennial: sueños y frustraciones de una generación a la que le cuesta imaginar su futuro

“Iba a independizarme a principios del año que viene, pero por la pandemia tuve que dar una mano con el alquiler, las expensas y la compra de comida que hace mi mamá, con quien vivo junto a mi hermana de 10. Tengo cero ahorros. Y pienso, ¿vale la pena trabajar para pagar el alquiler y expensas si ese departamento nunca será mío?”, se pregunta Sol.

“Nunca tener casa propia, no tener trabajo estable, no poder trabajar en lo que estoy estudiando”, enumera desanimado Nico.

“Siempre he soñado con ser feliz haciendo lo que me gusta, pero con todo lo que vivimos ahora se complica cada vez más… Tengo miedo a fracasar, no ser feliz; no encontrar el trabajo de mis sueños y por ende a no poder tener un sustento económico”, se confiesa Tatiana.

Estos tres comentarios son parte de las más de 2000 respuestas que recibimos a una serie de preguntas que hicimos desde RED/ACCIÓN para escuchar, y aprender, acerca de los sueños, ambiciones y frustraciones de centennials en tiempos de coronavirus, y algunos millennials. Es decir adolescentes y jóvenes de menos de 30 años.

Es una generación a la que le cuesta imaginar un futuro.

Son nativos digitales que están arrancando en el mundo laboral en medio de una crisis de proporciones históricas y que sienten que la pandemia les roba sus ambiciones profesionales, la posibilidad de independizarse y los sueños de tener una casa propia. Aunque, cabe destacar, 6 de cada 10 son optimistas de que eventualmente cumplirán sus sueños y lograrán sus objetivos,

Lo que nos contaron

Cuando los consultamos desde nuestro Instagram, quisimos que nos contaran sus preocupaciones, saber si están pasando por una crisis, cuál era su mayor prioridad, cuáles son sus temores más grandes y si creían que van a alcanzar sus objetivos económicos.

Para participar tenían que ser menores de 30. Para nuestra sorpresa más de 2000 de ustedes participaron y respondieron nuestras preguntas. El dato más contundente: 9 de cada 10 dijeron que estaban pasando por una crisis.

Mientras que 6 de cada 10 confiaron que su mayor prioridad es independizarse y poder vivir solo. En menor medida, otros priorizan poder ayudar a su familia, ahorrar para la vejez y poder financiarse un viaje. Varios mencionaron ambiciones de emprender.

Por lejos, su mayor temor es no poder encontrar trabajo, seguido por no tener capacidad de ahorro y no poder tener casa propia. También les preocupa, pero en menor grado, la vejez y la situación económica de su familia.

Testimonios de nuestros lectores en Instagram.

En RED/ACCIÓN hablamos con dos economistas; el secretario de Política Económica de la Nación, Haroldo Montagu; y una psicóloga. Todos reconocen lo difícil que ven su futuro económico, pero tienen consejos sobre cómo superar sus frustraciones y recuperar el optimismo natural de los jóvenes.

“Vivir en la Argentina es parecido a una montaña rusa: te asustás con todos los movimientos y sus velocidades, pero siempre terminamos en el mismo lugar. Así, nuestra generación está por cumplir una década en la que no solo la economía no crece, sino que además este año caeremos a niveles parecidos a los del 2008”, dice Santiago Bulat, un economista millennial que sigue con atención el fenómeno de la economía de las generaciones jóvenes.

Bulat dice que no todo es oscuridad. “Creo que lo primero que hay que saber es que es un camino que será largo pero los que aprendamos a surfear está ola seremos los más preparados. La clave va estar siempre en estudiar y aprender a organizarnos de la mejor manera, escuchando a quienes más saben”.

Y tiene este consejo para los de su generación que lo están pasando mal: “Ninguna de las preocupaciones anteriores va a ser imposible de alcanzar. Pero el primer paso va a ser saber que el contexto no nos ayuda, tendremos que ser nosotros los que aprendamos a ahorrar, administrarnos y superarnos profesionalmente. Negar la realidad sería un error igual de grave que no hacer nada para cambiarlo”.

En búsqueda de trabajo y un buen ingreso

  • “El mayor miedo es no encontrar trabajo. A muchas amigas y a mí nos pasa lo mismo”, asegura Lucía.
  • “Piden experiencia en un trabajo y estoy recién empezando. ¿Cómo quieren que la consiga? Dame un oportunidad”, pide Ailín.
  • “Con la situación del país siento que nunca le van a dar prioridad a los jóvenes en el laburo”, pronostica Camila

Las ansiedades laborales de los centennials argentinos siguen un patrón global. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) dice que los jóvenes son los que más están padeciendo las consecuencias sociales y económicas de la pandemia, y corren el riesgo de tener que seguir haciendo frente a los efectos de la misma a lo largo de toda su vida laboral, y de pasar a constituir una “generación de confinamiento”.

Una encuesta publicada esta semana por Unicef reveló que uno de cada tres adolescentes en la Argentina presenta algún sentimiento negativo, ya sea angustia, miedo o depresión.

El INDEC reveló hace unos días que en el primer trimestre del año la desocupación golpeó con particular dureza a los jóvenes de entre 14 y 29 años. Entre las mujeres de ese rango etario, la tasa de desempleo se elevó al 24 %, más del doble del promedio nacional. Mientras que entre los hombres al 18,5 %, también muy por encima de la tasa del total de la población, que subió a 10,4%.

Testimonios de nuestros lectores en Instagram.

El secretario nacional de Política Económica, Haroldo Montagu, dice que el Estado tiene un rol que jugar para ayudar a los jóvenes a cumplir sus sueños.

"El estado, en última instancia, debe ser el árbitro de todas esas inquietudes. Si el estado se desliga de esas responsabilidades vitales para los habitantes, sin duda que muchos de esos miedos (justificadamente fundados) podrán concretarse", explica en una conversación por WhatsApp.

Montagu reconoce que la pandemia que estamos viviendo “adelantó alguna de esas preocupaciones al verse limitados… por verse imposibilitado de hacer teletrabajo, ya sea por no poder contar con los medios digitales para realizar ese teletrabajo”.

Cande Botto, coordinadora en Economía Feminista, dice que los centennials tienen razón en estar preocupados. “Vemos que los grupos poblacionales más afectados son los menores de 29 años, que ronda en un 20% de desocupación… y la tasa femenina es mucho mayor. Entonces ese miedo a no conseguir trabajo se corresponde con un mercado laboral que no los está absorbiendo. Y esto no es solo un problema de la Argentina. Hay menos trabajos disponibles y una precarización de los trabajos (uberización de la economía) donde no hay derechos laborales”.

El sueño truncado de la casa propia o vivir solo

  • “Nos tocó ser la generación que va a alquilar toda la vida. La capacidad de ahorro es casi nula”, se resigna Martín.
  • “Tengo 2 trabajos para poder ahorrar el 20% para un crédito hipotecario y vivir", cuenta Candelaria.
  • “Trabajo desde los 18. Tengo un master y soy abogada, pero no llego a ahorrar para una casa propia”, afirma Luz.

Tener casa propia o ganar los suficiente para poder alquilar e independizarse es la segunda mayor preocupación de los centennials: 6 de cada 10 jóvenes de la comunidad de RED/ACCIÓN le dan casi la misma importancia que a sus ambiciones laborales.

Es un sueño difícil de hacer realidad. En la Argentina se estima que actualmente alrededor del 60 % de las personas es dueño de la casa o departamente en el que vive, una tasa que viene a la baja en los últimos 30 años, cuando rondaba en 77 %. Al mismo tiempo, los alquileres se han disparado en relación a la capacidad de ingreso de la gente.

Cande Botto, de Economía Feminista, también destaca la dificultad de alcanzar la casa propia:

A pesar de que el contexto es menos amigable, los jóvenes son conscientes de la necesidad de ahorrar pero sienten que es un objetivo imposible de lograr en las actuales circunstancias.

Camila Morbelli es una psicóloga centennial que hace terapia gratis en cuarentena y se especializa en terapia cognitiva y orientación vocacional.

Dice que los jóvenes sienten que hay una distancia demasiado grande entre las aspiraciones profesionales y las oportunidades que ofrece el mercado laboral y eso genera sentimientos de angustia, desmotivación y frustración constante. "La sensación general es que resulta muy difícil conseguir un desarrollo profesional que de un sustento económico para alcanzar las mínimas metas de autonomía, como mudarse de la casa de los padres".

Morbelli tiene herramientas que le sugiere a los jóvenes para sacarse la angustia: planes realistas y metas alcanzables a corto y mediano plazo. "La idea es planificar a dónde se quiere llegar haciendo foco en los pasos intermedios para alcanzarlo y de esa manera atenuar la angustia que aparece cuando se observa una distancia tan grande entre el lugar en donde se está y el objetivo final”.

Jubilaciones y planes a futuro

  • “Tengo miedo de que la vida cotidiana me lleve por delante y no poder viajar y ahorrar”, cuenta Pedro.
  • “Me preocupa mucho ser mucho más grande y no haber cumplido lo que quería”, dice Giulia.
  • “Me preocupa no tener una buena jubilación que me permita pagar mi obra social”, remarca Caro.
  • “Como tener hijxs si ni siquiera tengo casa (o depto) propia”, advierte Fer.

Los millennials y centennials son el mayor segmento de la fuerza laboral. Vivirán más, trabajarán más tiempo y cambiarán de trabajo con mayor frecuencia que las generaciones anteriores, según los datos de la consultora Mercer.

Y ellos lo tienen claro y es por eso que tienen expectativas más bajas con respecto a las pensiones provistas por el Estado. Eso les hace tomar mayor conciencia de la necesidad de ahorrar para complementar sus ingresos a futuro. También les frustra que al no poder acceder a buenos trabajos ni ahorrar, no pueden viajar o arriesgarse a emprender.

Casi la mitad de los que respondieron a nuestras preguntas dijo no tener capacidad de ahorro para poder viajar o para la vejez. Esos son sus principales temores.

Cande Botto, de Economía Feminista, dice que la realidad es que “muchas veces se dice que los millennials no tienen ambiciones o compromisos necesarios como para tener una casa propia, un auto o los sueños de la realidad anterior, pero la verdad es que tampoco tienen las oportunidades. Y en ese sentido tienen una aceptación de que no va a ser posible llegar a lo que llegaron sus padres. Es una adaptación generacional hacia un sistema que es cada vez más desigual”.

El eterno optimismo de los jóvenes

A pesar de sus angustias y frustraciones, los centennials son optimistas. El 60 % de los que respondieron a nuestra encuesta cree que eventualmente alcanzará sus objetivos y cumplirán con sus ambiciones.

Montagu, el secretario de Política Económica del Ministerio de Economía, dice que el Gobierno debe ponerlos en el centro de su agenda.

Y Camila Morbelli, la psicóloga centennial, señala que es importante generar empatía en la sociedad frente a esta generación que ve con una cantidad enorme de presiones y desafíos para cumplir sus sueños. “Considero que es fundamental para los jóvenes profesionales intentar desarrollar una perspectiva de realismo optimista en donde se puedan proyectar en un futuro de autonomía alcanzable. Es importante ajustar las expectativas que se tienen a las posibilidades reales y a partir de ahí planificar, emprender, proyectar y reconocer tanto los errores como los logros personales”, explica.

Hay un viejo dicho que dice que “las cosas nunca son tan malas como parecen, ni tan buenas como uno desearía que fueran”. Sería bueno que los jóvenes lo recordarán para sentirse menos frustrado. La actual crisis, como las previas, también eventualmente pasará.

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Lo que tenés que entender cuando volvés a casa. De lunes a viernes a las 7 pm, por Iván Weissman.

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Comms | 1 de julio de 2020

DircomsNet, la nueva newsletter de comunicación institucional de RED/ACCIÓN

En alianza con

¡Hola! Las organizaciones, además de sus otros problemas relacionados con la pandemia, enfrentan ahora desafíos comunicacionales inéditos. No hay forma de convertir en buena una mala noticia, pero sí de comunicar bien lo que es difícil o doloroso. El secreto: la empatía.

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Noticias difíciles y liderazgo. Mayo de 2020. Brian Chesky, cofundador y CEO de Airbnb, manda una carta a los 7.500 empleados de su compañía. No da vueltas. “Tengo una noticia muy triste para compartir. Vamos a despedir a 1.900 de ustedes. Esto es duro para mí, aunque sé que es peor para quienes dejan la compañía. ¿Por qué esta decisión? Porque no sabemos cuándo se podrá viajar de nuevo y sí sabemos que, cuando se pueda, todo va a ser diferente. Airbnb se va a recuperar, pero los desafíos que enfrentamos vinieron para quedarse”.

Chesky acompaña con hechos sus palabras: indemnización especial a los que dejan Airbnb, acciones de la compañía para que todos se lleven un pequeño capital que con el tiempo se espera que valdrá más, seguro médico por un año, ayuda especial para reubicarse lo antes posible. Y una laptop para cada uno, porque “la computadora es una herramienta importante para encontrar un nuevo trabajo”.

Brian Chesky / AFP

No se ha inventado todavía el modo de convertir en buena una mala noticia, pero la experiencia muestra que hay prácticas mejores y peores. La vieja Regla de Oro -hacer al otro lo que querría que hicieran conmigo- funciona también en la comunicación corporativa. Y Chesky parece haberlo entendido:

  • La verdad y sólo la verdad. Los hechos como son, contados de manera simple, son muestra de respeto hacia la audiencia.
  • Con empatía. Sin victimizarse: las decisiones duras son difíciles de tomar, pero quienes más las sufren son los impactados, no quienes las toman. 
  • Con perspectiva de futuro. La mala noticia tiene contracara: la expectativa de continuidad y éxito para los que quedan.   

El liderazgo requiere de al menos dos habilidades: ser capaz de dar sentido a las decisiones difíciles del presente, y mostrar un futuro atractivo del que vale la pena formar parte. Y ese combo tiene un nombre: comunicación eficaz.

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Un círculo que se vuelve red. Un mensaje de Valeria Abadi, Presidente del Círculo DirComs:

Muchos piensan que la pandemia marcará nuestra existencia, nuestros hábitos, nuestra escala de valores. Son conjeturas que el tiempo podrá responder. Pero de algo estamos seguros: la comunicación es clave en este contexto tan incierto.

El diálogo, la información y la construcción de espacios colaborativos han demostrado ser una herramienta efectiva para actuar ante la complejidad. Si bien el concepto de red es indiscutido por su potencia, hoy más que nunca sabemos que estar integrados y conectados es el comienzo de la solución a muchos de nuestros problemas.

El Círculo DirComs nació hace 18 años. Destacados referentes de la comunicación entendieron la necesidad de contar con un espacio de encuentro entre colegas de las empresas más importantes del país con el fin de compartir experiencias y puntos de vista.

Con el tiempo ese espacio fue creciendo hasta transformarse en una red de 150 profesionales. Conscientes del rol que tiene la comunicación en la vida institucional de nuestro país, hace tiempo que venimos reflexionando sobre el aporte que podemos dar como organización. 

El lanzamiento de DircomsNet es un paso en este sentido. Es una forma de ampliar nuestra red para llegar no sólo a los Dircoms sino a todas las personas interesadas en la comunicación corporativa y los asuntos públicos. Es nuestro aporte para enriquecer la reflexión y el pensamiento crítico. Es un ámbito para compartir opiniones sobre cómo se hace o se podría hacer nuestro trabajo, para encontrar casos de éxito, estadísticas y encuestas de valor. También ideas pensadas en otras latitudes que podrían servir en nuestras tierras.

DircomsNet será un lugar de encuentro cada semana. Esperamos contar con sus aportes y sugerencias para que este espacio sea de todos.

Bienvenidos.

Valera Abadi
Presidente del Círculo DirComs

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Tres preguntas a Andrés Malamud. Es licenciado en Ciencia Política por la Universidad de Buenos Aires y doctorado en el Instituto Universitario Europeo. Además es investigador principal en el Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad de Lisboa, desde donde suele analizar la política argentina.

  • ¿Qué es comunicar bien para un político?
    Gobernar es explicar, decía Fernando Henrique Cardoso. Un candidato en campaña tiene que tener un mensaje y un presidente tiene que tener otro, porque la función del candidato es ganar y la del presidente es gobernar. Comunicar e informar no es lo mismo: hay presidentes o políticos que son buenos comunicadores pero malos informantes. Dan una conferencia de prensa muy empática y después tienen que salir los asesores o los técnicos para explicar lo que dijeron, para aclarar los errores.
  • Las empresas y los gobiernos se manejan con lógicas distintas. ¿Cómo piensa un político?
    El político en campaña piensa como quien trabaja en una empresa. El objetivo es maximizar: la ganancia o los votos. En el gobierno piensa más como un macroeconomista que como un microeconomista: piensa en equilibrios. Un poco más de inflación puede ser, pero no mucho porque tiene que compensarse con el crecimiento y el empleo. Para la empresa y para el político en campaña no hay tensiones: más es mejor. Para el político que gobierna no siempre más es mejor, porque más de una cosa es menos de la otra. Y eso es lo que hace que los políticos en campañas se acerquen a las empresas y prometan cosas, y las empresas sientan simpatía, y siempre el gobierno luego las defraude: el principio de optimización del gobierno no es el de maximización de la empresa.
  •  ¿Qué crees que la mayoría de los gobiernos de América Latina quiere escuchar de las empresas en este momento?
    Quizá quieren escuchar “voy a invertir en tu país” pero basta con que les digan “no voy a irme de tu país”. Viene un mundo más híbrido, va a hacer falta más cooperación, regulaciones combinadas: no imposiciones de los gobiernos ni del gran capital. Crear climas favorables.

Acá, el video de la entrevista completa.

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Lo bueno de la crisis: más compromiso. Un estudio muestra que la crisis del COVID-19 está dejando como herencia un mayor compromiso y colaboración entre los empleados (aunque también una baja en la productividad). 

Algunas buenas prácticas que se implementaron para los tiempos de pandemia, como sistematizar las reuniones uno a uno con los empleados, pueden servir para mejorar el compromiso de manera permanente. Ya le llegará el turno a la productividad…

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Ranking de marcas. A pesar del COVID-19, las marcas más valiosas siguen incrementando su valor. El ranking de Brand Z mantiene a Amazon como líder, escoltada por Apple, Microsoft y Google. Todas tecnológicas. Le siguen Visa, Alibaba, Tencent, Facebook, McDonald’s y Mastercard. Las que más mejoraron respecto del año pasado son de retail y tecnología. Van quedando atrás los tiempos del liderazgo de las compañías con grandes chimeneas.

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Academia. La “madurez de la comunicación” se define como el nivel de desarrollo de las prácticas de comunicación de los líderes y comunicadores profesionales de una organización: inmadura, emergente o establecida. Este artículo da los primeros pasos para desarrollar un “índice de madurez de la comunicación” (CMI) que mide el valor que las organizaciones le atribuyen a este factor clave.

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En agenda.

  • Primer #Conectados del año: Evento en conjunto con el ConsejoPR, contó con la presencia de DirComs argentinos radicados en el exterior que dieron su perspectiva sobre el modo en el que las multinacionales están comunicando en el contexto de la pandemia. Podés acceder al contenido de este encuentro a través del canal de YouTube del Círculo DirComs.
  • #Encuentros con…: Andrés Malamud, Bernardo Kosaccof, Juan Martín Melo y Cristina Pérez aportaron su interpretación del contexto político y social. También dialogamos con funcionarios del gobierno que dieron su perspectiva: Mario Meoni, Daniel Arroyo y Agustín Rossi.
  • #BestPractices: Se cerró el mes con una reunión de equipos de RRHH y DirComs de General Motors, Unilever y Mercado Libre para comentar en detalle el caso de la incorporación de colaboradores en tiempos de cuarentena.
  • Lo que viene: Encuentro con Alejandro Borensztein el próximo martes 7 de julio a las 15:00 hs.

Hasta acá llegamos esta semana. Todas tus ideas, propuestas o consultas son bienvenidas. Podés escribirme a [email protected]

¡Hasta el próximo miércoles!

Juan

Con apoyo de

* El contenido de DircomsNet no necesariamente representa la posición institucional del Círculo DirComs *

Tecnología | 7 de julio de 2020

Pablo Beramendi: "Nuestra generación puede ser más recordada por lo que cambió que por lo que perdió"

¿Cómo ves el panorama tecnológico durante la pandemia?
—Nunca como ahora, ante la amenaza de un virus, la tecnología puso tantas posibilidades al alcance de nuestras manos. La gente se retiró de los negocios y de las calles pero no de internet, y la tecnología hace que podamos seguir conectados, aprendiendo, informándonos, trabajando, haciendo actividad física, encontrándonos con nuestra familia y amigos. A su vez, está permitiendo la colaboración. Ahora más que nunca, la suerte de uno es la suerte de todos, y solo uniendo esfuerzos y trabajando de forma colaborativa entre empresas, gobiernos y comunidades podremos hacer la diferencia.

¿Imaginás que habrá un antes y un después tecnológico?
—Indudablemente. Y habrá un antes y un después en varios sentidos. ¿Volveremos a hacer largas colas en los supermercados? ¿Volveremos a hacer largos viajes de trabajo para estar pocas horas encerrados en un salón de hotel? Estas y otras preguntas quedan abiertas pero muchos cambios de hábitos llegaron para quedarse. Si bien los efectos concretos de la pandemia no están tan claros, sabemos que se irán mostrando de a poco. Creo que en este contexto es fundamental aprovechar las oportunidades que nos puede dar la tecnología. Si somos abiertos, si somos curiosos y si logramos mantener la esperanza, nuestra generación será más recordada por lo que cambió que por lo que perdió.

¿Hay algún emprendimiento que te parezca interesante y valga la pena recomendar en este contexto?
—Más que destacar un emprendimiento me parece interesante e impactante todo lo que está ocurriendo en el ámbito de la educación, que ha sufrido más cambios en los últimos 3 meses que en los últimos 100 años. Hay datos que dicen que 70% de los docentes no quieren volver a enseñar con los mismos métodos de antes sino que quieren incorporar nuevas herramientas aprendidas en estos meses. En este sentido, Argentina tiene desafíos importantes y hoy hay muchísimas iniciativas de organizaciones como Educar 2050 o Enseña X Argentina, entre otras, que están marcando la diferencia. Nosotros, desde Google, estamos apoyando la educación, poniendo a disposición nuestra herramienta Google Classroom y ofreciendo capacitaciones para facilitar el aprendizaje en casa con nuestro programa “Crecé con Google en Casa”.

Este contenido fue publicado originalmente en Futuro, la newsletter sobre tecnología que edita Axel Marazzi. Podés suscribirte en este link.